De Milei al Mercosur: Los grandes desafíos de la nueva canciller Celinda Sosa
Celinda Sosa es la flamante nueva Canciller del Estado Plurinacional de Bolivia. La primera mujer que va a ejercer el cargo en los 18 años de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS). Una militante fundadora del proceso de cambio, formada en la acción social y que ha desempeñado altos cargos en el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y que asume un nuevo desafío complejo, más en estos tiempos.
En la toma de posesión, Sosa ha destacado el conflicto en Gaza, donde Bolivia ha tomado una posición avanzada rompiendo relaciones con el Estado de Israel como respuesta al bombardeo del capo de refugiados más grande del mundo, sin embargo, los principales retos para la Cancillería están mucho más cerca de nuestras fronteras.
Milei
El próximo 10 de diciembre asumirá la presidencia de Argentina Javier Milei, un presidente en teoría en las antípodas ideológicas de Luis Arce. Argentina es el tercer socio comercial más importante de Bolivia con una balanza casi equilibrada sobre los 1.700 millones de dólares de importaciones y exportaciones pero que no tardará en cambiar, pues el contrato de gas está prácticamente expirado y las posibilidades de continuarlo tienden a cero, y aunque hay alguna posibilidad de sostener el comercio de licuables desde la planta Separadora de Líquidos de Yacuiba, el acuerdo no está establecido.
Los planteamientos libertarios de Milei no auguran cambios en los negocios “ilícitos” de la frontera, pero se estima que casi un millón de bolivianos viven en Argentina o se benefician directa o indirectamente de sus servicios públicos al tiempo que padecen las condiciones laborales. Los analistas prevén una precarización en ambos rubros.
El Perú de Boluarte
Uno de los asuntos que no ha cicatrizado bien es la relación con Perú. La caída de Pedro Castillo, a quien inicialmente la izquierda continental recibió con expectativas pero no tardó en arrugar por sus inconsistencias, llevó al poder a su vicepresidenta Dina Boluarte en una alianza extraña con el fujimorismo. En las movilizaciones de resistencia, algunos operadores acusaron a Morales de incitar esos movimientos, una acusación sin demasiado fundamento que se saldó con unas denuncias que bien podrían darle un disgusto a Morales siendo aprehendido en un tercer país.
Desde entonces las relaciones diplomáticas son distantes y no hay rastro de los acuerdos avanzados en los famosos “gabinetes binacionales” de los que han participado casi todos los antecesores, aunque cierto es, sin demasiado éxito.
Los lazos culturales y sociales con Perú, sin embargo, son tan prolíficos que no se contempla una desconexión.
La agenda post-Mar
Tras la derrota en La Haya en 2018 el asunto marítimo requería tiempo, más con un Sebastián Piñera empoderado como interlocutor, sin embargo, desde la victoria de Gabriel Boric no se ha avanzado en la construcción de una agenda post-demanda que permita explorar otras posibilidades de cooperación no solo en el asunto del comercio marítimo, sino también en temas centrales como el litio y la migración.
Si bien es cierto que la debilidad política de Boric se ha acentuado con los problemas para aprobar una nueva Constitución, y la extrema derecha lo tiene en la mira por los asuntos de la soberanía territorial con asuntos como la Migración, sentar las bases de un acuerdo con Bolivia le permitiría volver a priorizar la salida del histórico aislamiento continental del país transandino.
Lula y el Mercosur
Recomponer relaciones con Chile y Perú podría ser un primer paso para adentrarse en las posibilidades que ofrece la Alianza del Pacífico y su relación con Asia fundamentalmente más allá de las relaciones con Estados Unidos, así como volver a explorar las opciones del Tren Bioceánico, cada vez más en veremos y donde quien puede tener la última palabra es el presidente brasilero Lula da Silva, inicialmente socio comercial con fuerte afinidad ideológica pero que no se ha concretado en esta nueva etapa en la que coinciden ambos gobiernos.
Otro asunto entre manos que involucra a Milei y a Lula es el del ingreso pleno al Mercosur y a través de él, al comercio con la Unión Europea vía Acuerdo de Libre Mercado que en realidad no está firmado tras casi 20 años de negociación. En principio, Milei no es partidario del acuerdo y Lula contempla forzar la definición este mismo año. Cuando el acuerdo se imaginó, la UE esperaba recibir grano barato e inundar Sudamérica de electrodomésticos, pero los tiempos han cambiado y las heladeras ahora llegan de Brasil y China mientras los agricultores franceses ven amenazados sus privilegios e incluyen más y más restricciones “en defensa del Medio Ambiente” que pueden acabar por hacerlo descarrilar.
Analista: Es urgente profesionalizar el servicio exterior
El analista en asuntos internacionales, Fernando Torres Gorena, sugiere que la profesionalización del servicio exterior sea una de las prioridades de la Cancillería de Celinda Sosa a fin de darle una mayor solidez diplomática. Además recuerda que están vacantes designaciones en países tan importantes como Corea del Sur, Reino Unido, Japón, Egipto, Colombia, India, Turquía, entre otros Estados.
“Con el próximo ingreso a Mercosur, se necesitará un equipo profesional importante para adopción gradual de las reglas del bloque en todas las materias en los próximos cuatro años. La profesionalización del personal diplomático debe ser una constante. La Academia Diplomática Plurinacional (ADP) debe reponer la maestría en Diplomacia y Relaciones Internacionales y no delegar esa función a la Escuela de Gestión Pública y para ello, la ADP también debe contar con un presupuesto acorde a su alta función en formar diplomáticos. Esperemos sea así para 2024” señala Torres.
Para el también investigador es necesaria una reforma de la cancillería para el siglo XXI que incluya unidades de investigación y análisis de temas como seguridad internacional, energía, ciencia, tecnologías, cooperación al desarrollo, entre otras. “Sería positivo crear la Agencia Boliviana de Cooperación Internacional para planificar, administrar, controlar, coordinar, desarrollar proyectos y programas y hacer seguimiento de la cooperación recibida y de aquella que podamos otorgar a otros Estados como ocurrió recién que recibimos ayuda de Francia y Chile y enviamos ayuda humanitaria a la Franja de Gaza (Palestina)”.