Lauca Ñ: Crónica de un Amparo anunciado
La política se judicializa: El Tribunal Constitucional admitió un recurso y suspendió el Congreso del MAS con Evo ya ungido presidente y candidato para las elecciones presidenciales de 2025
Había más apuestas sobre que sería el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el que acabaría desconociendo el X Congreso orgánico del Movimiento Al Socialismo (MAS) celebrado en Lauca Ñ, en el coliseo más pequeño de su historia. Era una cuestión de oportunidad e incluso más sostenible: el número de organizaciones legalmente constituidas y que cumplan con todos los requisitos ha sido menor y siempre se podía apelar al quorum, pero no, finalmente ha sido el Tribunal Constitucional (TCP)– de nuevo con su mandato a punto de expirar – el que ha hecho el trabajo sucio.
Se veía venir a medida que el Congreso tomaba velocidad no solo por cuestiones presupuestarias y porque no hubiera mucho más que discutir entre el grupo de leales reunido en el corazón del Trópico cochabambino, totalmente entregado al expresidente Evo Morales.
Se supone que se elegía presidente del instrumento y que la proclamación sería el jueves, pero finalmente se adelantó al miércoles en la tarde y, después, fue el primer punto en la agenda. Después vino el amparo y la resolución del TCP instruyendo suspender cautelarmente un Congreso que a esas alturas ya había concluido, pero que aparentemente atará de manos al Tribunal Supremo Electoral hasta que el Constitucional interprete, y ojo, puede ser el Tribunal actual, o el que emane de las ánforas si en algún momento se viabiliza la elección judicial, básicamente con los mismos actores operando en el escenario. La Justicia es lenta, y en Bolivia, además, muchas otras cosas.
No es la primera vez que se judicializa la política ni mucho menos, de hecho, es moneda corriente. A pesar de la hegemonía de la que ha gozado el partido azul durante tantos años, muchos asuntos se han cerrado con pleitos medio chuecos. Docenas de opositores han sido borrados del mapa. El MAS ha ejercido el poder de una forma tan rotunda que en algún momento le dio miedo al grueso de los votantes, como en 2016 y en 2019 cuando un asunto ya cerrado políticamente con un referéndum se volvió a abrir mediante la intervención – oh, sorpresa – de un Tribunal Constitucional interpretando el Pacto de San José de Costa Rica para deducir que la repostulación presidencial era un derecho humano.
Cabe recordar, por si acaso, que el MAS sigue gobernando, aunque sea una escisión, una rama expulsada, un MAS – R o como sea que se acabe denominando al grupo de movimientos sociales, que no son pocos, que sostienen a Luis Arce y David Choquehuanca.
Cambio Se supone que se elegía presidente del instrumento y que la proclamación sería el jueves, pero finalmente se adelantó al miércoles en la tarde
A partir de aquí, por mucho que algunos pesos pesados, como el exvicepresidente Álvaro García Linera, ensayen posiciones intermedias llamando a la reconciliación para cerrar rápido este trance (y avanzar con Evo candidato, todo sea dicho); por mucho que otros aboguen por acelerar las primarias para devolver el problema de liderazgo a la política (algo para lo que requieren del apoyo de la oposición en el Legislativo, que no parecen estar por la labor); o por mucho que otros planteen hacer como que nada ha sucedido, lo cierto es que tiene pinta de acabar en trance de los traumáticos.
Y además es octubre.
Ramos: Con el amparo se hizo justicia
La ejecutiva departamental de la Federación de Mujeres Campesinas “Bartolinas Sisa”, Julia Ramos, destacó el amparo admitido por el Tribunal Constitucional y consideró que “se hizo justicia”.
Advirtió que el Movimiento al Socialismo (MAS) se encamina a convertirse en un partido tradicional, al no reconocer el aporte de las organizaciones sociales para construir el instrumento político.
“El tiempo nos dará la razón. Como organizaciones seguiremos luchando para recuperar el instrumento político, para que esté al servicio del pueblo bolivianos”.