Feminicidios en Bolivia: 63 hijos perdieron a sus madres en lo que va del 2022
En lo que va de este año, en Bolivia se registraron 40 feminicidios; el 60% de las víctimas eran madres



En lo que va de este 2022, en Bolivia se registraron 40 feminicidios; el 60% de las víctimas eran madres. Esto ha implicado que 63 hijos e hijas perdieron a sus progenitoras.
De acuerdo con el seguimiento realizado por el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, con base en datos de la Fiscalía General del Estado y la Policía Boliviana, 23 de las 40 víctimas de feminicidio tenían al menos un hijo o hija.
Las y los huérfanos por feminicidio son las víctimas colaterales de la forma más extrema de violencia en razón de género. Organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres en el país exigen al Estado boliviano un plan integral de implementación inmediata que no sólo enfrente este flagelo con acciones de prevención y sanción, sino que también considere la situación de las y los hijos que quedaron en la indefensión tras la pérdida de sus madres y, eventualmente, de sus padres o padrastros, cuando éstos son los feminicidas.
Al respecto, la directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer, Tania Sánchez, sostuvo que el feminicidio no termina con la muerte de la víctima, pues corta definitivamente algunas formas de vida familiar y deja severos daños psicológicos en los hijos e hijas. “Es necesario articular desde distintas instancias del Estado acciones integrales en beneficio de las víctimas colaterales y olvidadas del feminicidio”.
Tal como explica el estudio “Los rostros de la violencia de género”, elaborado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Coordinadora de la Mujer en 2021, “el feminicidio es un proceso, y no un evento desligado de la cotidianidad de las víctimas, que paulatinamente se hace más violento. No concluye con la muerte de la víctima. Las covíctimas deben superar una serie interminable de dificultades para buscar justicia y reencauzar sus vidas”, según una nota de prensa de la Coordinadora de la Mujer.
Siguiendo el citado estudio, las familias de las víctimas de feminicidio, además de sufrir la pérdida de una hija, madre, hermana o tía, se hacen cargo del cuidado de los hijos e hijas huérfanos. “Las familias covíctimas deben encarar el duelo y superar el duelo porque tienen que resolver de manera inmediata muchos temas complejos y delicados (…) Otro tema importante es el cuidado de los hijos de las víctimas.
La mayoría de los huérfanos quedan a cargo de las abuelas maternas”, apunta la investigación.
Según el artículo 36 de la Ley 348, Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, referido a la protección de niños y niñas, “Si a consecuencia de un delito de feminicidio cometido por el cónyuge o conviviente quedaran hijas e hijos menores de edad huérfanos, éstos serán puestos de inmediato bajo custodia de los abuelos u otro familiar cercano por línea materna, con el acompañamiento de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia en tanto se establezca la guarda legal, debiendo acceder toda la familia al sistema de protección de víctimas y testigos del Ministerio Público y al sistema de atención que esta Ley prevé”.