El 3 de julio, Fondo de Inversión Directa de Rusia anunció la distribución a 7 países latinos
Avifavir, fármaco para la gripe que Bolivia usará para la Covid
El medicamento ruso llegará al país a través de la industria químico farmacéutica Sigma Corp SRL, que tiene sede en la ciudad de Cochabamba, y además se encargará de producirlo para Latinoamérica
Favipiravir, más conocido con el nombre comercial Avifavir, es el medicamento usado para tratar la influenza severa y que Bolivia, desde septiembre, usará para tratar a pacientes con coronavirus (Covid-19).
El medicamento ruso llegará a siete países de América Latina. Y Bolivia, a través de la industria químico farmacéutica Sigma Corp SRL, que tiene sede en la ciudad de Cochabamba, se encargará de producir el fármaco.
El debate por la autorización y uso del Avifavir inició en agosto. Desde las filas del Movimiento al Socialismo (MAS) se pedía al Gobierno de Jeanine Áñez dar luz verde al uso de ese medicamento para tratar a pacientes con coronavirus. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud se indicó que había dudas científicas sobre su eficacia, esto debido a la falta de evidencia.
Luego se indicó que debía contar con el registro sanitario otorgado por la Comisión Farmacológica Nacional (CFN), un organismo presidido por la Dirección de la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (AGEMED) y tiene el rol de seleccionar farmacológicamente los medicamentos que podrán ser comercializados en el país, evaluar sus indicaciones y contraindicaciones bajo criterios técnicos y científicos, con el objeto de garantizar la eficacia de los mismos y su uso racional por la población.
“La evidencia disponible en la actualidad no permite hacer recomendaciones sobre el tratamiento específico de Covid-19”, explicó el 13 de agosto la directora de AGEMED, Eliana Caballero, al momento de justificar la no autorización de Avifavir.
Hasta el expresidente Evo Morales desde su cuenta de Twitter se refirió a este fármaco ruso. “El medicamento Avifavir demostró ser efectivo contra el Covid-19 y puede ser producido por un laboratorio boliviano que firmó acuerdo con Rusia, pero el gobierno de facto no da autorización. Es un atentado contra la vida”, indicaba.
Pero las negociaciones se mantuvieron y finalmente, el 28 de agosto, la AGEMED dio el visto bueno para que el medicamento no solo sea usado en Bolivia, sino que también sea elaborado.
“Nos enorgullece poder anunciar al pueblo boliviano que el fármaco Avifavir ha sido aprobado exitosamente en las pruebas pertinentes para ser admitido su uso bajo receta médica en Bolivia, lo cual ayudará a salvar vidas, descongestionar centros de salud y volver a la normalidad muy pronto. Agradecemos el riguroso e incansable trabajo desempeñado por los entes sanitarios, AGEMED, Comité Farmacológico y Ministerio de Salud, durante estos últimos 28 días”, anunció la empresa Sigma Corp a través de su cuenta de Facebook.
Esta aprobación era esperada por varios municipios, que ahora prevén adquirir el fármaco desde septiembre, confirmó el presidente de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM), Álvaro Ruiz, quien desde inicios de agosto presiona al Gobierno Nacional para que compre el Avifavir.
¿Quién promociona uso del Avifavir?
Es el Fondo de Inversión Directa de Rusia el que ha realizado acuerdos con siete países latinoamericanos para vender el medicamento antiviral Avifavir. En un comunicado difundido el 3 de julio aparecen Argentina, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay y Uruguay entre los países interesados en comprar miles de unidades de estos comprimidos, recoge una publicación de Salud con Lupa.
El Avifavir, que también es usado para tratar el Ébola, es producido a gran escala en Rusia e India.
Y aunque desde Rusia aseguran que usan el medicamento desde junio, la evidencia disponible sobre el Avifavir es de muy baja certeza y no es posible establecer si es un medicamento efectivo para la Covid-19.
“Si bien existen estudios evaluando Favipiravir en influenza y otras enfermedades que muestran que se trata de un medicamento con un perfil de seguridad favorable aún hay dudas sobre los efectos en el mediano y largo plazo. Además, se han reportado casos de complicaciones graves en pacientes con coronavirus que recibieron el fármaco, como síndrome neuroléptico maligno o taquicardia ventricular, que requieren mayor investigación”, indica la publicación de Salud con Lupa.
Avifavir, entre el recelo y la esperanza médica
El medicamento ruso Avifavir se suma a la lista de fármacos usados para tratar a pacientes con Covid-19, como el Redemsivir y la Hidroxicloroquina, que son vistos como esperanza para frenar la letalidad del virus.
Rodrigo Arce, epidemiólogo boliviano de la Universidad de Nueva York, en una entrevista realizada por la agencia alemana Deutsche Welle (DW), valoró que una farmacéutica boliviana sea la encargada de fabricar y distribuir el Avifavir en Latinoamérica.
"Hay que adelantarse a las circunstancias, si llegara a funcionar y los test clínicos salen positivos, el hecho de que ya se esté produciendo en Latinoamérica o haya un stock suficiente para paliar un poco la circunstancias creo que es positivo”, destacó.
El investigador recordó que hay medio centenar de estudios clínicos sobre el uso de este antiretroviral de amplio espectro contra el Covid-19. "Ya ha sido utilizado ampliamente y aprobado para su uso contra varias enfermedades virales”. Entre ellas, por ejemplo, la gripe.
Otros especialistas no son tan optimistas. Ricardo Hidalgo, médico ecuatoriano y rector de la Universidad UTE, en Quito, fue claro al recalcar que la pandemia ha puesto en evidencia los intereses de grandes grupos farmacéuticos que buscan rédito económico. Pero también sacó a flote intereses políticos.
"Comprendo que haya presiones para tener un tratamiento efectivo en el menor tiempo posible, pero no es prudente ni ético que nos saltemos fases importantes de los ensayos preclínicos o clínicos”, advirtió a la DW.
Lo cierto es que cualquier fármaco que dé luces de frenar la pandemia será usado con o sin la venia de los científicos y los gobiernos. Ya sea los legamente establecidos, como el Avifavir, o los de dudoso resultado, como la ivermectina o el dióxido de cloro.