“¡Quémenlo, quémenlo!", gritaba la turba, periodistas narran el horror que vivieron en Entre Ríos



La mañana de este jueves, un equipo de prensa de la red Unitel y la corresponsal de El Deber, vivieron minutos de horror en la localidad de Entre Ríos, del trópico de Cochabamba, luego de ser agredidos por una turba, que los amenazó con quemarlos vivos porque los acusaban de ser partidarios de la derecha, mientras realizaban una cobertura de prensa.
“Quémenlo, quémenlo gritaba la turba mientras rodeaban el vehículo de prensa”, relató la periodista de El Deber, Soledad Prado, que se dirigió a ese municipio para realizar la cobertura por el encapsulamiento de la zona por el coronavirus (Covid-19).
Minutos después, gritos, patadas y puñetes llovieron sobre la humanidad del periodista Rodolfo Orellana que salió corriendo rumbo a la Policía en busca de ayuda. “El colega temblaba y lloraba”, mientras los mototaxistas le gritaban y exigían a los uniformados que les entregaran al comunicador.
Prado se armó de valor y se detuvo en la puerta del ingreso del Comando. “Pedí que se calmen para dialogar; sin embargo, exigían al periodista y su celular”. Pero mientras los mototaxistas rodeaban las instalaciones, otro grupo golpeaba al camarógrafo Joel Orellana y al chofer Iván Escobar. Rompieron todos sus equipos de trabajo y reventaron las dos llantas traseras del motorizado.
Minutos después, la Policía dispuso que Prado y Orellana suban a un carro patrullero, que en segundos fue rodeado por el enardecido grupo. “Sentí mucho miedo a tal punto que empujé al policía de nervios pidiéndole que nos saque del lugar”, contó Prado, según publica El Deber.
“Para colmo de males en Bulo Bulo nos pidieron que nos quitemos los trajes de bioseguridad para no llamar la atención y no ser agredidos por otros inadaptados”, agregó la comunicadora, que por esta época de pandemia se protege para no contraer la enfermedad.
Orellana: “En 14 años de trabajo, primera vez que me pasa”
Rodolfo Orellana, que lleva varios años en el ejercicio periodístico, afirmó que nunca había vivido una experiencia tan riesgosa y dramática.
El diario El País se solidariza con el equipo de prensa de los medios agredidos.