Denuncian que 5 respiradores y un ecógrafo no pueden llegar a Bolivia "por falta de interés de autoridades"



Cinco respiradores para terapia intensiva y un ecógrafo que detecta la presencia del coronavirus en los pacientes no pueden llegar al país desde hace dos semanas desde España "por falta de coordinación de las autoridades e interés", sostiene Bernardo Tribeño, un boliviano que vive en Francia y es parte de una campaña de recolección de fondos en el exterior que permitió conseguir los equipos.
Los equipos fueron donados a Bolivia y conseguidos por un grupo de bolivianos residentes en Francia, según informa el responsable de la campaña. Ahora los equipos se encontrarían en un depósito de la embajada del país en Madrid desde hace más de dos semanas.
Tampoco se conoce dónde están tres monitores de terapia intensiva que fueron enviados a Bolivia con anterioridad como parte de otra donación. “Ahora existe el temor de que se pierda también la segunda oportunidad de que los equipos sean transportados a Bolivia”, dijo Tribeño a Brújula Digital. Quien señaló que la encargada de realizar las gestiones para que los equipo puedan llegar a Bolivia es Claribel Aparicio, viceministra de Comercio Exterior e Integración.
Según relató Tribeño, la primera vez que los equipos debían ser transportados a Bolivia fue el 1 de junio pasado, en un vuelo chárter de la línea Wamos Air, pero el gobierno no hizo el trámite para transportarlos, pese a la insistencia del grupo de bolivianos que consiguieron los aparatos.
Esta semana hay un viaje de Iberia el 13 de junio, pero tampoco la Cancillería boliviana habría tramitado todavía el cambio de la autorización para que se permita el transporte de carga. Hasta ahora, igual que en el vuelo del 1 de junio, las autoridades solamente han autorizado el transporte de pasajeros, no de carga, pese a los reiterados pedidos de quienes intentan donar los aparatos.
Los cinco respiradores donados deberían llegar al hospital del Norte de El Alto, al Hospital General German Busch de Trinidad, al hospital Viedma de Cochabamba, al Hospital San Juan de Dios de Tarija y al Hospital Corea de Oruro.
“El agregado de negocios de Bolivia en Francia, Juan Garrett, ha dado toda su colaboración, pero lo que se necesita es que la Cancillería de una buena vez imponga una decisión como Estado frente a la empresa Iberia y ordene el transporte de carga”, agregó el residente boliviano.
Si estos equipos no pueden ser enviados este sábado “el Estado deberá rendir cuentas y explicar a los familiares de los fallecidos por qué autorizó a Iberia ese vuelo sin carga. La Cancillería está al tanto de este tema desde hace más de dos semanas”.
Monitores desaparecidos
Tribeño también dijo estar preocupado por el destino de tres monitores de terapia intensiva que fueron obtenidos gracias a una donación del hospital Saint Vincent de Paul, de la ciudad de Lille, donde trabaja el doctor boliviano Enrique Córdova, parte del grupo que se organizó la iniciativa.
La utilidad de estos monitores, dijo Tribeño, es que detecta los signos vitales, como temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria y son equipos necesarios para el trabajo de las salas de reanimación.
Estos equipos llegaron el 2 de junio a Bolivia. “A la fecha nadie sabe decirme donde están ni cuándo serán entregados a los hospitales de Tarija (San Juan de Dios), Trinidad (Germán Busch) y Oruro (Corea), como se acordó. Tomé contacto con personal del Ministerio de Salud, pero nadie sabe darme razón de dónde están esos equipos”.
Campaña de recolección de fondos
Tribeño, que vive en Francia, fue afectado por coronavirus, pero logró derrotar a la enfermedad. Una vez que recuperó su salud, se contactó con tres de sus amigos, otros residentes bolivianos, el médico intensivista Córdova, la abogada Erika Aliaga y la ingeniera Claudia Beltrán, para llevar adelante una recolección de fondos para comprar los respiradores.
La campaña inició el 2 de mayo con la meta de recaudar 7.000 euros para comprar dos aparatos, pero la meta fue más que duplicada, con lo que se pudo comprar cuatro respiradores de terapia intensiva y un ecógrafo. Los equipos son usados, pero están certificados.
Los organizadores de la campaña recibieron como donación otro respirador y los tres monitores mencionados de terapia intensiva del hospital Saint Vincent de Paul.