Un análisis publicado en el diario The Washington Post concluye que en Bolivia no hubo fraude electoral
Una investigación publicada por el periódico estadounidense The Washington Post concluyó que en las elecciones celebradas en octubre en Bolivia no hubo fraude, contrariamente a lo que denunció en su momento la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuando aún estaba de presidente...



El análisis, realizado por el blog de ciencia política Monkey Cage, está basado en 1.000 simulacros y datos estadísticos, especialmente sobre lo que pudo haber ocurrido en el lapso que se suspendió el conteo —no oficial— de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), uno de los pilares en los que se basó la Organización de los Estados Americanos (OEA) para concluir que hubo una "manipulación".
Consulta el informe completo de la OEA sobre la elección del 20 de octubre
"Nuestros resultados fueron directos. No parece haber una diferencia estadísticamente significativa en el margen antes y después de la suspensión de la votación preliminar. En cambio, es muy probable que Morales haya superado el margen de 10 puntos porcentuales en la primera ronda", sostiene el informe.
Esos 10 puntos de distancia eran los necesarios para que Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP), evitara un balotaje contra su más cercano competidor, el expresidente Carlos Mesa. Si bien esa cifra no había sido alcanzada al paralizarse el conteo, con el 84 % de los votos emitidos —Morales llevaba una ventaja de 7,87 %—, sí superaba el umbral de 10 % al reanudarse el recuento electrónico, 24 horas después.
En su informe final, presentado en diciembre pasado tras haber participado como observador electoral, la OEA aseguró que se habría dado "un aumento masivo e inexplicable de los votos del MAS en el 5 % final del cómputo". Y concluyó que el expresidente, Morales, "habría conseguido la mayoría de los votos, pero no habría obtenido la diferencia del 10 % necesario para evitar la segunda vuelta".
Por su parte, John Curiel y Jack R. Williams, dos investigadores norteamericanos especializados en datos electorales y miembros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), sostienen que, opuestamente a lo que señala la OEA, "hay razones para creer que las preferencias y los informes de los votantes pueden variar con el tiempo".
A modo de ejemplo, The Washington Post indica que las personas que trabajan votan más tarde en el día, o que "en las áreas donde los votantes empobrecidos se agrupan pueden tener líneas más largas y menos capacidad para contar e informar los totales de votos rápidamente", factores que pueden darse en Bolivia debido a las "brechas graves en infraestructura e ingresos entre las zonas urbanas y rurales".
De todas maneras, para los autores del artículo, la variación es muy pequeña, por lo que no han encontrado "ninguna evidencia estadística de fraude".
"Las tendencias en el conteo preliminar, la falta de un gran salto en el apoyo a Morales después del alto y el tamaño del margen de Morales parecen legítimos", dicen los investigadores. Y agregan: "Con todo, el análisis estadístico y las conclusiones de la OEA parecerían profundamente defectuosos".
En suma, los analistas que firman la nota del Washington Post hacen hincapié en que los medios bolivianos han dado por ciertas las acusaciones de manipulación electoral, e incluso algunos analistas han "justificado el golpe". Así, tras un período de gobierno "instalado militarmente", se celebrarán las elecciones, el próximo 3 de mayo, sin el candidato "con más votos" del país.
"Por supuesto, el fraude electoral es un problema grave, pero confiar en pruebas no verificadas como prueba de fraude es una seria amenaza para cualquier democracia", concluyen.
El exembajador de Bolivia en Brasil, José Kim Franco, consideró que el informe de la OEA tenía una clara "intencionalidad política".
Al respecto, el expresidente Morales, por medio de su cuenta en Twitter, mencionó el jueves que es "una evidencia más del monumental robo que (Carlos) Mesa, (Jeanine) Áñez, (Luis Fernando) Camacho y (Luis) Almagro, hicieron a todos los bolivianos".
Entretanto, el ministro de la Presidencia, Yerko Nuñez, sostuvo que el propio Morales reconoció que las elecciones del 20 de octubre debieron ser anuladas, "habló inclusive de fraude". "Todos hemos visto en el país la manipulación del TREP. Vimos cómo los vocales electorales manejaron la elección; el propio Morales pidió nuevas convocatorias para elecciones y si lo dijo es porque sabía que hubo fraude en nuestro país", dijo en rueda de prensa.