Dunn: es más rentable para el BCB invertir reservas afuera, que prestar a empresas públicas
Las inversiones realizadas por el Banco Central de Bolivia (BCB) con recursos de las reservas internacionales en el exterior, han sido más rentables que las que las tasas de rendimiento que han generado las empresas públicas por concepto de préstamos, afirmó el consultor internacional en...



Las inversiones realizadas por el Banco Central de Bolivia (BCB) con recursos de las reservas internacionales en el exterior, han sido más rentables que las que las tasas de rendimiento que han generado las empresas públicas por concepto de préstamos, afirmó el consultor internacional en finanzas, Jaime Dunn, quien advirtió que los riesgos crediticios dentro del país son mucho más altos que los ofrecidos en el ámbito internacional.
“El 2018, las reservas internacionales monetarias internacionales, se han invertido en diferentes portafolios, donde la rentabilidad que se ha tenido ha sido es de 149 millones de dólares en rendimiento equivale a 2,13%, que es mucho más alto 0,62% al que presta el BCB a las empresas públicas”, afirmó.
De acuerdo a datos oficiales del BCB, los ingresos generados por las inversiones del BCB durante el 2018 alcanzaron $us 149,6 millones. “Parte de estos recursos fueron destinados al pago del Bono Juana Azurduy, contribuyendo así al desarrollo social del Estado”, afirmó.
“Es más rentable para el país invertir afuera las reservas internacionales que prestar a sus empresas estatales, es más rentable para el BCB”, sostuvo el especialista.
Dunn también observó que las reservas internacionales han sido invertidas con criterios de altísima seguridad, con calificaciones de “A”, doble A hasta triple A. “Ninguna empresa estatal boliviana se asoma a la categoría A, el país, Bolivia está con categoría doble B (BB)”, dijo.
En ese marco dijo que, desde el punto de vista del riesgo y rendimiento, el BCB toma más riesgo con las empresas estatales con un rendimiento más bajo, cuando por una calidad de inversión, por un riesgo mucho menor en el exterior logra un rendimiento mucho más alto.
“Ahora sabemos que se trata de préstamos con criterios concesionales y obviamente se entiende que hacer estas inversiones en estas empresas públicas nacionales es esperando que den retornos altos al país, pero ya de entrada hemos visto que la rentabilidad de estas empresas todavía se está haciendo espera”, señaló.
Cuestionó en ese orden por qué el BCB invierte en empresas con más alto riesgo con rentabilidad más baja.
“En muchos casos cuando hablamos de empresas estatales como Enatex que ha fallado, Quipus que ha fallado, el ingenio azucarero que no termina de despegar (…). El país no está disfrutando de esa rentabilidad por el riesgo, y como no se conoce el proyecto de factibilidad o prefactibilidad de empresas nuevas asociadas con el litio es bien difícil saber cuánto será esa rentabilidad”, señaló.
Dunn recomendó que al menos, los préstamos que aprueba el BCB a favor de las empresas públicas consideradas “estratégicas” debiera tener una tasa de rendimiento similar al nivel de rendimiento de las reservas internacionales en inversiones realizadas fuera del país.
“Otra vez, como se trata de empresas estatales públicas privilegiadas, más si se compara con el sector privado, porque no están bajo criterios de mercado, acceden a tasas de interés muy bajos, disfrutan de exenciones de préstamos, cuando se les importan no son sujetas a impuestos, etcétera”, apuntó.
Mencionó que mientras el sector público está bajo el Estatuto del Funcionarios Público, las empresas públicas se rigen bajo el Código de Comercio, pero al mismo tiempo gozan de ventajas en el ámbito fiscal, laboral y de fuentes de financiamiento.
“La empresa privada encuentra una situación compleja porque se encuentra en competencia de empresas públicas privilegiadas, sería muy interesante ver, así como se ha creado un Finpro, se cree un Finpro II para el sector privado, porque hay estudios en materia económica y muestran que el impacto que hace el Estado en empresas públicas hasta cierto monto serían fuente de crecimiento”, sostuvo.
El BCB hizo un aporte directo al Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro) por $us 1.200 millones mediante un crédito y una transferencia con el objetivo de financiar emprendimientos productivos del Estado que generen excedentes y empleos, según la explicación del ente emisor.
Retorno de préstamos
Al 31 de marzo de este año, el BCB recuperó 3.000 millones de bolivianos de los Bs 37.599 millones aprobados en créditos en favor de las empresas públicas denominadas “estratégicas”; es decir, menos del 10% del servicio de la deuda.
“En el sector productivo el gran logro ha sido prestarles a 10 años al 6% de interés (…). El BCB para tener más claridad y hacer un análisis más cabal, primero debería dar a conocer los estudios de factibilidad en litio, en tema energético, y si se habla de un retorno del 10%, digamos que es una combinación de capital e intereses –nadie lo sabe- eso debería estar desagregado por empresa”, dijo.
También señaló que es necesario conocer las condiciones crediticias por cada empresa, porque al presentar informes de manera global, unas pueden tener créditos de hasta 50 años con bajas tasas de intereses, lo cual ya debería preocupar.
Tomado de ANF
“El 2018, las reservas internacionales monetarias internacionales, se han invertido en diferentes portafolios, donde la rentabilidad que se ha tenido ha sido es de 149 millones de dólares en rendimiento equivale a 2,13%, que es mucho más alto 0,62% al que presta el BCB a las empresas públicas”, afirmó.
De acuerdo a datos oficiales del BCB, los ingresos generados por las inversiones del BCB durante el 2018 alcanzaron $us 149,6 millones. “Parte de estos recursos fueron destinados al pago del Bono Juana Azurduy, contribuyendo así al desarrollo social del Estado”, afirmó.
“Es más rentable para el país invertir afuera las reservas internacionales que prestar a sus empresas estatales, es más rentable para el BCB”, sostuvo el especialista.
Dunn también observó que las reservas internacionales han sido invertidas con criterios de altísima seguridad, con calificaciones de “A”, doble A hasta triple A. “Ninguna empresa estatal boliviana se asoma a la categoría A, el país, Bolivia está con categoría doble B (BB)”, dijo.
En ese marco dijo que, desde el punto de vista del riesgo y rendimiento, el BCB toma más riesgo con las empresas estatales con un rendimiento más bajo, cuando por una calidad de inversión, por un riesgo mucho menor en el exterior logra un rendimiento mucho más alto.
“Ahora sabemos que se trata de préstamos con criterios concesionales y obviamente se entiende que hacer estas inversiones en estas empresas públicas nacionales es esperando que den retornos altos al país, pero ya de entrada hemos visto que la rentabilidad de estas empresas todavía se está haciendo espera”, señaló.
Cuestionó en ese orden por qué el BCB invierte en empresas con más alto riesgo con rentabilidad más baja.
“En muchos casos cuando hablamos de empresas estatales como Enatex que ha fallado, Quipus que ha fallado, el ingenio azucarero que no termina de despegar (…). El país no está disfrutando de esa rentabilidad por el riesgo, y como no se conoce el proyecto de factibilidad o prefactibilidad de empresas nuevas asociadas con el litio es bien difícil saber cuánto será esa rentabilidad”, señaló.
Dunn recomendó que al menos, los préstamos que aprueba el BCB a favor de las empresas públicas consideradas “estratégicas” debiera tener una tasa de rendimiento similar al nivel de rendimiento de las reservas internacionales en inversiones realizadas fuera del país.
“Otra vez, como se trata de empresas estatales públicas privilegiadas, más si se compara con el sector privado, porque no están bajo criterios de mercado, acceden a tasas de interés muy bajos, disfrutan de exenciones de préstamos, cuando se les importan no son sujetas a impuestos, etcétera”, apuntó.
Mencionó que mientras el sector público está bajo el Estatuto del Funcionarios Público, las empresas públicas se rigen bajo el Código de Comercio, pero al mismo tiempo gozan de ventajas en el ámbito fiscal, laboral y de fuentes de financiamiento.
“La empresa privada encuentra una situación compleja porque se encuentra en competencia de empresas públicas privilegiadas, sería muy interesante ver, así como se ha creado un Finpro, se cree un Finpro II para el sector privado, porque hay estudios en materia económica y muestran que el impacto que hace el Estado en empresas públicas hasta cierto monto serían fuente de crecimiento”, sostuvo.
El BCB hizo un aporte directo al Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro) por $us 1.200 millones mediante un crédito y una transferencia con el objetivo de financiar emprendimientos productivos del Estado que generen excedentes y empleos, según la explicación del ente emisor.
Retorno de préstamos
Al 31 de marzo de este año, el BCB recuperó 3.000 millones de bolivianos de los Bs 37.599 millones aprobados en créditos en favor de las empresas públicas denominadas “estratégicas”; es decir, menos del 10% del servicio de la deuda.
“En el sector productivo el gran logro ha sido prestarles a 10 años al 6% de interés (…). El BCB para tener más claridad y hacer un análisis más cabal, primero debería dar a conocer los estudios de factibilidad en litio, en tema energético, y si se habla de un retorno del 10%, digamos que es una combinación de capital e intereses –nadie lo sabe- eso debería estar desagregado por empresa”, dijo.
También señaló que es necesario conocer las condiciones crediticias por cada empresa, porque al presentar informes de manera global, unas pueden tener créditos de hasta 50 años con bajas tasas de intereses, lo cual ya debería preocupar.
Tomado de ANF