Los secretos del coco
Exótico y refrescante, el coco es un alimento que ha sido redescubierto por la nueva cocina ecológica y vegana por sus múltiples virtudes. El coco es calórico, ya que unos 100 g de coco crudo aportan unas 342 calorías que proceden de sus grasas saturadas (34%). Es pobre en hidratos de...



Exótico y refrescante, el coco es un alimento que ha sido redescubierto por la nueva cocina ecológica y vegana por sus múltiples virtudes. El coco es calórico, ya que unos 100 g de coco crudo aportan unas 342 calorías que proceden de sus grasas saturadas (34%). Es pobre en hidratos de carbono (4,8 g por 100 g) y en proteínas (4,2 g en 100 g), aunque notable en fibra (8 g).
Conociendo más
Cuenta con vitaminas y minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E, C y del grupo B en mínimas cantidades. Su agua es una bebida isotónica excelente y su aceite resulta antiviral, antimicrobiano y antimicótico. Las personas con intolerancia al gluten tienen un valioso aliado en la harina de coco: sirve para elaborar repostería y panadería.
La harina de coco es más grasa que la de cereales, pero si se usa en las cantidades apropiadas no tiene por qué provocar ningún exceso. La leche de coco es grasa y espesa. Según su dilución, contiene entre un 15 y un 22% de grasa. Es bastante menos que la leche de vaca entera, que está entre el 30 y el 35%, pero si se quiere adelgazar no se recomienda tomar más de 60 ml diarios y debe consumirse siempre de calidad ecológica.
Conociendo más
Cuenta con vitaminas y minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E, C y del grupo B en mínimas cantidades. Su agua es una bebida isotónica excelente y su aceite resulta antiviral, antimicrobiano y antimicótico. Las personas con intolerancia al gluten tienen un valioso aliado en la harina de coco: sirve para elaborar repostería y panadería.
La harina de coco es más grasa que la de cereales, pero si se usa en las cantidades apropiadas no tiene por qué provocar ningún exceso. La leche de coco es grasa y espesa. Según su dilución, contiene entre un 15 y un 22% de grasa. Es bastante menos que la leche de vaca entera, que está entre el 30 y el 35%, pero si se quiere adelgazar no se recomienda tomar más de 60 ml diarios y debe consumirse siempre de calidad ecológica.