Situación complicada
La legislatura avanza y los problemas se amontonan. El Gobernador Adrián Oliva sabía de antemano que la gestión no iba a ser fácil. En 2015 el barril de petróleo ya se había hundido literalmente y los únicos que no se habían dado cuenta eran las autoridades tarijeñas que seguían...



La crisis ya había empezado antes de votar.El 29 de marzo de 2015 Tarija quedó mayoritariamente teñida de azul, nueve de once subgobernadores eran del Movimiento Al Socialismo o aliados, ocho de once alcaldes también. La mayoría en la Asamblea aseguraba rodillo; 16 masistas, 2 de ISA, agrupación que pidió el voto para el MAS, tres indígenas y el resto de UD-A. Pero UD-A es un recuerdo de lo que pretendió, sin demasiada fe, ser.La situación política en el departamento no solo no ha mejorado para Adrián Oliva en lo que va de gestión, sino que por el contrario, ha empeorado. La bancada de UD-A se ha roto duramente; uno de los dos subgobernadores de UD-A, Johnny Torres, ha jurado convertirse en el más crítico, el único alcalde de la alianza, Ramiro Vallejos en Yacuiba, también se ha acercado al MAS y hasta Miguel Ávila, UNIR en San Lorenzo, se ha dedicado a atacar a la Gobernación de Oliva con motivo del Bicentenario.En este contexto, y con las campañas nacionales enconadas, Tarija se encuentra al borde del colapso financiero, reinventándose y reajustándose a la vieja realidad. En apenas año y medio el clima será políticamente irrespirable y convendría no dejar pasar este tiempo en pequeñas batallas sin solución.
El editor@lamanodelmoto