¿Hasta cuándo Luis Alfaro?
Genio y figura, el actual secretario de Gobernación de la administración tarijeña, es de esos políticos que no dejan indiferente a nadie. Luis Bertín Alfaro Arias es letrado y campesino, curtido en mil batallas, experto sindicalista y con varios máster aplicados en conflictos, pleitos,...



Genio y figura, el actual secretario de Gobernación de la administración tarijeña, es de esos políticos que no dejan indiferente a nadie. Luis Bertín Alfaro Arias es letrado y campesino, curtido en mil batallas, experto sindicalista y con varios máster aplicados en conflictos, pleitos, negociaciones in extremis, bloqueos de toda dimensión. En el apartado de experiencia suma una década al frente de la Federación de Campesinos de Tarija, candidato a casi todo, y asambleísta constituyente. En su legislatura como primer pluri en La Paz dio cuenta de su polivalencia tanto en la directiva como en las comisiones. En la última elección dio otra clase magistral de cómo convertirse en imprescindible. Después de una vida dedicada a hacer crecer al Movimiento Al Socialismo (MAS) en Tarija hasta servirle en bandeja el interinato a su correligionario Lino Condori en 2010, Alfaro se transmutó y se convirtió en la peor/mejor fusta contra la administración del interinato, lo que le costó quedar relegado de las principales fichas de Evo Morales en Tarija. Cuando nadie creía que se la jugaría sino que buscaría una jubilación dorada al cobijo del presidente dio una pirueta y se colocó en primera línea de oposición para buscar la gobernación con Bien Común (Bico) en las elecciones subnacionales de marzo. A Alfaro le atizaron con todo, sus ex compañeros repasaron su pasado emenerrista o del MBL con la intención de deslegitimizarle. Los insultos se convirtieron en pan de cada día. También su entorno familiar sufrió las consecuencias. Alfaro lloró en Plus Tv convirtiéndose en uno de los momentos estelares de la campaña. La burocracia le descabalgó de Bico, pero para entonces ya se había consolidado Tarija Para Todos (TPT) como caballo de Troya en el que se montó. Nadie lo pudo detener.Con un 20 por ciento de los votos fue el principal responsable de que en Tarija se jugara todo a una segunda vuelta entre el candidato del MAS, Pablo Canedo, que sumó un 36 por ciento raspado y el de Unidad Departamental Autonomista (UD-A), Adrián Oliva, que sumaba un 45 por ciento largo. El MAS nunca reconoció que ese 20 por ciento de los votos correspondía a sus descontentos. Hasta en plena segunda vuelta, lejos de intentar seducirlo para el retorno al “proceso de cambio”, le siguieron atizando como “traidor” y otros eufemismos. Alfaro tenía la llave que otros le quisieron negar. Firmó con Oliva y en segunda vuelta el MAS apenas superó el 40 por ciento por lo que el análisis de que los votantes de Alfaro eran suyos y que en ese momento decisivo retornarían para no votar a “la derecha de Oliva” se esfumó.Cuentas pendientesEl sector de Unidad Departamental Autonomista (UD-A) más próximo al gobernador suspendido en 2010, Mario Cossío, apeló al pragmatismo para aceptar en sus filas a uno de los artífices de la caída, la máquina de votos en el Chaco Wilman Cardozo, que en aquellas fechas tuvo un papel fundamental. Unos quieren entender que aquello fue un “ajuste de cuentas” personal, y que hoy es agua pasada. Otros simplemente apelan a la matemática. Estos mismos lucharon con todas sus fuerzas contra la segunda vuelta: impugnaciones, denuncias de manipulación… lo cierto es que los votos cantaron y todos eran conscientes que eso implicaba concesiones hacia Luis Alfaro. Si Cardozo fue una herramienta, Alfaro era el verdugo número uno, ahora convertido en socio.Hoy Alfaro ejerce una cartera sin competencias claras. Secretario de Gobernación, algo así como el superministro de Presidencia Juan Ramón Quintana pero con menos competencias estratégicas. De hecho Alfaro pasa por ser un supercoordinador del área productiva a cargo de su otro socio en la campaña de Bico y TPT, Fernando Barrientos. De lo propuesto en los diferentes planes de campaña poco se ha cumplido, aunque, aseguran, todo está en proceso. Seis meses de campaña y cinco de gestión y la evaluación sigue en marcha.¿Hasta cuándo?Lo que si tiene Alfaro, o eso parece, es libertad para hacer política. El secretario no ha tenido pelos en la lengua para criticar al propio Gobernador por su acercamiento con Evo Morales y también ha sido más conciso en rechazar ciertas políticas nacionales, como la Ley de Incentivos desde el principio. Por si faltaba poco, Alfaro es uno de los rostros visibles de la otra campaña por el No al referéndum, aquella a la que se abrazan los ex constituyentes, casi todos ex masistas y campesinos, que cuestionan la forma más que el fondo frente a la que intentan articular los fieles a Doria Medina por un lado y los partidarios de Revilla por otro. Alfaro da la sensación de suficiencia en lo político y de no consultar nada con nadie, algo que no acaba de encajar en el planteamiento general de Adrián Oliva, más preocupado por la coherencia comunicativa. La otra gran misión de Alfaro era partir el movimiento campesino para separarlo de las fauces del MAS, algo complicado pero que de a poco se está haciendo. Las tácticas, sin embargo, pueden tener consecuencias. Sin embargo, Luis Alfaro pasa de costado por todo lo que tiene que ver con la relación con la Asamblea, los municipios y los ejecutivos seccionales, que han quedado en la cartera del secretario de Coordinación, Waldemar Peralta, aunque este también ve cuestiones con movimientos sociales, por lo que la misión de Alfaro queda más difusa.Desde la misma firma del documento de adhesión entre Adrián y Luis se desataron las apuestas. ¿Cuánto durará Luis Alfaro en el gabinete? Con la posterior distribución de cargos, en la que Camino al Cambio quedó prácticamente sin nada, se acentuaron las apuestas. Hay los que apuestan porque Alfaro se retirará por su cuenta antes de 2019, cuando se vengan nuevas elecciones o cuando consiga posicionar sus fichas en la Federación Campesina asegurando la vocería, otros que la presión interna le hará salir mucho antes. Con su rápida reacción ante el referéndum y ante las tibiezas y luchas intestinas del resto de la alianza, Alfaro está en disposición de capitalizar el resultado de una eventual derrota del oficialismo el 21 de febrero en Tarija, lo que le puede servir incluso para catapultarse de nuevo a la cumbre del Instrumento Político en el departamento, perdido como está y con las peores perspectivas en el corto y medio plazo por la flagrante falta de liderazgos.Apenas han pasado siete meses desde las elecciones, las especulaciones se multiplican pero el camino es largo. Los tiempos, sin duda, los manejará el gobernador.
El caer de doña Julia
“Show mediático” ha sido la etiqueta que Julia Ramos ha colgado para calificar su detención y noche en los calabozos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz el pasado jueves. Lo cierto es que la noticia corrió como la pólvora dejando atónitos a la mayoría, sobre todo por el origen de la filtración. Julia Ramos es todavía hoy el rostro más visible del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Tarija. Curtida en mil batallas y miembro durante muchos años del círculo más íntimo del presidente Evo Morales hoy parece alejada del núcleo de las decisiones y el peso de la Ley sobrevuela su cabeza. Son entre 4,2 y 6 millones de bolivianos lo que se calcula que la dirigente administró del Fondo Indígena en Tarija en varios proyectos, algunos muy controvertidos como los telares instalados en su propia casa. La seguridad en sí misma ha decaído desde hace once meses cuando el tema estalló en vísperas de las elecciones subnacionales merced a un informe oficial de la Contraloría, destapando el escándalo y desatando la mayor caza de brujas, machete en la cintura, al interior del MAS.Julia Ramos es la voz combativa de una generación, aquellos que coincidieron en la misma Facultad de Derecho de la Universidad Juan Misael Saracho y que todavía marcan la pauta de la política en Tarija. Desafiante con el antiguo régimen, coronó la Federación Bartolina Sisa a nivel nacional, fue ministra y sobre todo, fue amiga del mandatario quien veía en ella la guardiana de la ortodoxia del proceso en Tarija y que luego supo acomodarse a los nuevos tiempos donde los “invitados blancoides” saltaban por encima de los originarios. De hecho, doña Julia fue el principal sostén de Pablo Canedo en la última campaña electoral. La primera imagen después de la presentación oficial en el Salón Rojo fue el abrazo entre ambos. Ese día Julia fue borrada del primer puesto de la lista para sustituir al inhabilitado Carlos Cabrera por el jefe, ella y sus colaboradores cercanos, pero siguió firme.La Ley sobrevuela a la ex todopoderosa líder y sus antiguos amigos, casi todos, miran para otro lado. La lucha contra la corrupción es bandera en este nuevo proceso electoral y el MAS no quiere dejarse ganar. En Tarija hay otros rostros emblemáticos pendiendo de un hilo.
Tiempos electorales
El tratamiento de la Ley de Incentivos para la Exploración y Explotación Hidrocarburífera en Bolivia ha vuelto a poner en evidencia la sincronización de tiempos electorales con los legislativos y ejecutivos. Apenas se ha mostrado un mínimo de desacuerdo con los puntos de la Ley, particularmente con la aportación del 12 por ciento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) de manera obligatoria y sin retorno, que la Asamblea lo ha bajado de la agenda en un abrir y cerrar de ojos, hasta el punto de que el presidente de la Brigada Parlamentaria de Tarija, el masista Henry Chávez lo certificó antes de que se procediera al archivo en el pleno. Cuestiones de estrategia política, pues apenas ha sido desde Tarija desde donde se han cuestionado estos puntos, además de cierto eco en las universidades. Lo siguiente es saber la respuesta política que dará el también tarijeño ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, autor de la Ley y por tanto de la polémica en uno de los departamentos más sensibles y que se ha visto desautorizado.Cierto es que Sánchez, si lo pretendía, no ha logrado enamorar a nadie con su proyecto de Ley que contempla un aporte obligatorio para un sector de riesgo como la exploración, que en cualquier caso el estado debe abordar sin falta de manera urgente. Pedir el 12 por ciento contante y sonante y garantizar el éxito en base a planes en el aire, pero no poder garantizarlo mediante un apalancamiento real no ha procedido. Las promesas de retorno no contemplan nuevos conceptos sino que se calcula en base a los mismos conceptos actuales, es decir, aportar a cambio de nada más que lo que la Ley exige. También es cierto que el Estado puede recurrir a otras formas de financiamiento sin afectar los ingresos de las regiones pero además, en caso de éxito, los repartos de regalías e IDH siguen garantizados, por lo tanto, no se entiende el planteamiento de recurrir a las regiones. Con el aplazamiento del tratamiento se pone en cuestión también la urgencia del proyecto, que en realidad si lo es. La plana mayor a enmendado a Sánchez y quién sabe si no es otro mensaje para limitar sus aspiraciones.