Corrupción, el fantasma de la campaña
Llegó la hora de la verdad. Mientras el oficialismo enciende todos sus motores para poner rumbo a toda máquina hacia el 21 de febrero, fecha inicialmente prevista para el referéndum de modificación de la Constitución para permitir la reelección de los actuales presidente y vicepresidente,...



Las manifestaciones son de lo más variadas; desde el “no abrir la boca” que Wilman Cardozo, núcleo fundamental de Unidad Departamental Autonomista (UDA), ha prescrito para los suyos después de encadenar “derrota tras derrota desde 2005” hasta la campaña encendida que la senadora de Unidad Nacional Mirtha Arce ha asegurado que están preparando a nivel nacional, pasando por la enredada estrategia de cuestionar la apertura de la Constitución en sí que propone el eje opositor de los “campesinos rebotados” que tienen a Luis Alfaro y Damián Condori de Chuquisaca como principales exponentes. Silencio medido guarda el otro eje opositor definido tras las subnacionales, representado por el alcalde paceño Luis Revilla y su homónimo tarijeño, Rodrigo Paz, en principio más próximos ideológicamente entre sí pero demasiado ocupados en sus propias batallas internas, aunque no desaprovechan la oportunidad de cuestionar las “tiranías” y hablar de democracia.A la batallaTanto para los que dicen que harán campaña abiertamente por el NO como para los que guardan sus reservas, el caballo de batalla está claro: la corrupción. Mientras tanto, para la campaña del SI, más cohesionada, el caballo es la economía y la estabilidad. Desde La Paz ya se ha empezado a delinear la estrategia de la corrupción incluyendo nuevos factores y elementos menos comunes de lo habitual que van desde la Bolsa de Valores hasta los tipos de interés negociados aunque casi siempre aterrice en el Fondo Indígena y las denuncias de desfalco al respecto, la opacidad del manejo orquestado que viene a cuestionar no tanto al presidente Evo Morales sino al aparato que lo sustenta, el verdadero punto débil que, por el volumen alcanzado y el tiempo en el poder, empieza a tener difícil lo de esconderse detrás del presidente.El otro gran punto débil está en los departamentos y provincias que cambiaron de manos en las subnacionales de marzo. Entre abrazos y sonrisas, la mugre empieza a salir. La administración de la misma puede convertirse en un arma de doble filo y no son pocos los que advierten con los riesgos de negociar la corrupción y el rápido descenso a los infiernos.En el lado opuesto, la economía es la baza, aunque todavía falta definir si la línea irá por negar la caída de ingresos o por explicarla mejor y todos los planes al respecto para evitar el impacto en los bolsillos de los bolivianos. El presidente ha cifrado el descenso de ingresos en 3.500 millones de dólares para 2016 pero el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, mantiene altas las expectativas de crecimiento, en el entorno del 4 por ciento. El ritmo acelerado que se ha impuesto para llevar adelante el referéndum parece tener que ver con minimizar el impacto, pero la palabra crisis ya se ha extendido demasiado. Hasta la fecha, aunque lo han intentado, nadie puede decir que la izquierda o el MAS haya manejado la economía peor que la derecha precedente, ni siquiera que la derecha asentada en los gobiernos regionales. La ortodoxia tranquila de Arce Catacora ha permitido un crecimiento sostenido nunca antes visto en el país y cifras macroeconómicas inéditas que no por las muchas veces repetidas dejan de tener valor. La crítica fácil de que el gobierno de Morales solo ha administrado la bonanza se pone a prueba en estos tiempos; la receta de la nacionalización y el consumo interno ha funcionado.Tarija en juegoSin duda que es mucho lo que el aparato de gobierno se juega en el referéndum. Cualquier resultado que se aleje excesivamente del 61 por ciento que sumó hace apenas un año en las elecciones presidenciales del 12 de octubre de 2014 puede tener múltiples interpretaciones. La sensación de que era más fácil votar por Evo entonces que por el SI ahora gana terreno conforme siguen estallando las polémicas.En Tarija, Evo Morales revalidó su triunfo de 2009 con un 51 por ciento de los votos y seis meses después, tras un cúmulo de calamidades como la improvisación de un candidato de repuesto y el lastre de la gestión de Lino Condori, logró forzar una segunda vuelta con algo más del 35 por ciento de los votos que luego, con la mayoría del partido desmovilizada en las provincias tras lograr los objetivos sectarios, se convirtió en una contundente derrota. En Tarija no hubo elecciones estatutarias y no resulta fácil medir el efecto de la desaparición de la escena del ex gobernador interino Mario Cossío ni del resto de sus colaboradores. Tampoco de la aparición de los casi desaparecidos nuevos líderes orgánicos. Tampoco del papel de la mayoría que el MAS tiene en la Asamblea, por muchas polémicas que se hayan generado, ya se ha convertido en una institución amortizada.Desde el nivel nacional, en este último semestre se ha inaugurado la Planta Separadora del Chaco, se ha firmado el crédito para ampliar la Termoeléctrica del Sur a más de 400 megavatios y se ha incluido en el reformulado de este mismo año recursos para licitar la ansiada petroquímica de polipropileno. Todo esto en el Chaco y todos proyectos complementarios en lo que supone el primer intento serio, aunque lento, de cambiar la matriz extractiva y nada más de Bolivia en general y de Tarija y el Chaco en particular. Proyectos enormes que no deberían ligarse con el electoralismo.Quedan poco más de cuatro meses de desenfrenada campaña electoral, de nuevo, con un calendario poco acorde. Los errores de unos y otros se pueden pagar caros.
¿Cuánta unidad queda en UDA?
Unos y otros se esfuerzan en mostrar que la alianza que impulsó la candidatura de Adrián Oliva a la Gobernación de Tarija sigue vigente. El jueves hubo una minicumbre en Yacuiba y se esperan más novedades en esta semana donde se intentan trazar líneas de acción conjuntas más allá de limar las asperezas que a estas alturas del partido, tan inicial, no se ve aún posible. Unidad Departamental Autonomista (UDA) se convirtió en una red tupida de líderes y aspirantes del departamento, casi todos llegados desde una realidad social similar pero con configuraciones ideológicas diferentes. Finalmente Unidad Nacional apareció sentada al lado de los autonomistas más radicales de Camino al Cambio y de , ex emenerristas conservadores al lado del FRI, populares como Wilman Cardozo reconciliado con aquellos a los que arrebató el poder tras el derrocamiento de Mario Cossío. Y Adrián Oliva. Si el ecosistema ya era de lo más diverso, la segunda vuelta convirtió el escenario en algo todavía más indigerible. Luis Alfaro y Fernando Barrientos se convertían en pilares fundamentales para derrotar al MAS. Las concesiones no se hacían esperar hacia los antiguos archienemigos. Luis Pedraza, siempre caliente, no tardó en exhibir su furia. Otros lo han manifestado más diplomáticamente. Los terremotos amenazan.La agenda viene fuerte en lo político en los próximos meses y no solo por el referéndum constitucional, que ya ha empezado a tensar los ánimos no solo en la alianza sino en la propia coalición de gobierno con un Luis Alfaro abanderando a nivel nacional el NO al referéndum. La gestión, la concreción de promesas y también el contexto nacional están sobre el mantel. Los meses pasan, la reducción de ingresos también y los resultados empiezan a apremiar a más de uno dentro de la alianza, que no quiere ver frustradas sus expectativas.
Un MAS desaparecido
La vocería del Movimiento Al Socialismo en Tarija se reduce, en los últimos tiempos, a acompañar como comparsa las visitas del presidente Evo Morales al departamento. En ese momento si aparecen las diferentes caras y líderes, nuevos y viejos. Sin embargo, en el día a día no hay portavoces que soporten el tipo y se presenten a la sociedad con una propuesta alternativa a la de Adrián Oliva. Las dos únicas leyes que han intentado aprobar han tenido mucho de interés cortoplacista: manejar las provincias al antojo, manejar los ítems de salud, y nada para el conjunto de la sociedad. La sensación que empieza a quedar es que la mayoría que el pueblo de Tarija le concedió en la Asamblea Legislativa no ha servido para equilibrar los poderes y consensuar un objetivo de desarrollo común.De los “líderes” de la pasada gestión, muchos han quedado difuminados. Nada se sabe de Julia Ramos, por ejemplo, o de Marcelo Poma. Tampoco de los ex secretarios que más pugnaron en lo político como Fohad Amás o Darío Gareca. La defensa de la pasada gestión apenas ha quedado a cargo del ex secretario ejecutivo Roberto Ruíz y quien más se prodiga últimamente en los set de televisión o en los micrófonos es precisamente el último candidato, Pablo Canedo, a quien muchos han querido responsabilizar exclusivamente de la derrota.La regeneración tampoco ha dado sus frutos ni los nuevos líderes del MAS orgánico de Cercado y de Tarija, ni el nuevo secretario de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Tarija han marcado un contrapunto al discurso oficialista.Apenas el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, se ha quedado al frente de la difícil misión de ondear la bandera del MAS en Tarija para recordar que existe. Y sin embargo, plantas separadoras, petroquímicas, multiplicación de la Termoeléctrica, cumbre de OLADE… han quedado eclipsados bajo la polémica de Tariquía que poco o nada le han ayudado a explicar sus correligionarios.