Condenar la violencia siempre
No vamos a remontarnos en estas líneas a repasar la historia de la humanidad, a la evolución del hombre, al sapiens sapiens ni a las pulsiones del tánatos. En el siglo XXI donde la tecnología domina el mundo cada vez más inteligente, la violencia forma parte de un mundo muy concreto;...



Luego está, claro, la violencia de Estado, cada vez más absurda, cada vez más regulada. Esta semana en la que la mayor parte del país se imbuía en un letargo de paz al ronrón de la música vaticana; en Tarija se desataba la violencia; pero no una violencia desaforada o espontánea sino una violencia detalladamente organizada que ha sorprendido al grueso de la población, que mira desde la otra acera o desde el otro lado de la pantalla sin entender y sin querer entender.Y sí, mil cátedras de realpolitik, de estrategias de negociación, de conferencias que hablan de la piel de la política por estos lares… Tiempos de democracia, de urnas, de saber ganar y de saber perder; de conocer bien donde reside la soberanía y donde la voz del pueblo. Tiempos de globalización en los que los pueblos importan. La violencia es el último de los recursos. Después de la violencia no hay nada.El editor.@lamanodelmoto