¿Hay partido? Oposición y oficialismo en su debate
Lo dijo Luis Pedraza, voz oficial de Camino al Cambio en el primer debate televisado por Plus TV y que precisamente versaba sobre la legítima constitución de Unidad Departamental – Autonomista (UD-A): “La alianza termina el mismo día que se ganan las elecciones, el 29 de marzo”.



Al final tuvo que durar hasta el 3 de mayo, pero lo que Pedraza quería dejar claro es que el equilibrio logrado entre Unidad Nacional una fracción del MNR, Camino Democrático al Cambio, el Frente Revolucionario de Izquierdas (FRI), los panistas de Wilman Cardozo y la incipiente y testaruda Vanguardia Integración, que no negociaba nada, con Adrián Oliva a la cabeza, era una apuesta para ganar, y que después vendría otra partida.El alargue hasta el 3 de mayo provocó varios terremotos, pero sobre todo obligó a abrir las puertas de par en par para Luis Alfaro y su Tarija Para Todos, que en realidad no fue suyo (fue registrada por Giselle Prada en el TED, posteriormente abogada de Carlos Cabrera) sino de su hombre de confianza Rafael Gómez, que dio cobijo a todas las estrellas de Bien Común de Fernando Barrientos decapitadas por la burocracia del TED. El apoyo de Luis Alfaro y su 15 por ciento resultó a la postre decisorio, por lo que coherencia obliga, para disgusto de los sentados en primera fila.En la acera de enfrente, el Movimiento Al Socialismo (MAS) ha logrado por primera vez en cuatro años la intimidad que necesitaba para librar las batallas intestinas sin luces ni taquígrafos. El amargo camino de la derrota también requiere de líderes, pero el MAS, el único partido constituido con dimensión nacional, puede permitirse el lujo de prescindir de vocero en Tarija durante un tiempo, aunque los más antiguos empiecen a ruborizarse por las artimañas de mal perdedor de algunos y la habilidad para negociar el retorno a viejos ropajes de algunos de los más nuevos, mientras que los neófitos en la Asamblea intentan emular a sus predecesores.La indisciplinaLuis Pedraza, apeló siempre en su discurso de campaña a la gesta épica de la “reconquista” de la Gobernación más que el propio Adrián Oliva, que enfocó su discurso en la conciliación y las manos tendidas del perdón. Lo belicoso y lo evangelizador coincidieron durante la campaña en algunos escenarios, dejando un esperpento de difícil interpretación, como aquellos discursos negacionistas de la segunda vuelta. Luis sabe que en la guerra, la insubordinación no se perdona; pero que la traición tampoco. El primer pulso por la comandancia en plaza lo ganó Oliva. Fue el jueves del Corpus que el ex gobernador Mario Cossío rompió su silencio no tanto para festejar la victoria de sus supuestos correligionarios sino para exigir venganza contra los que le sacaron del poder y a nadie escapa que dos de los “mejores amigos “ de ahora: Luis Alfaro y Wilman Cardozo, jugaron cartas en aquellos días. Esa misma noche, Pedraza también rompía su silencio (ausente desde el día 4 de mayo) a través de Facebook para criticar muy abiertamente a Oliva por su elección de gabinete y reclamar para sí la secretaría de Coordinación Institucional. Una subordinación en toda regla, inédita y que solo podría asemejarse a la estrategia que el propio Oliva utilizó, mediante entrevista publicada en El Nacional, para desmarcarse de Camino al Cambio en 2013 y que generó un revuelo de proporciones considerables en la oposición. En la oposición. Y esa sería la fundamental diferencia: Apenas pasaron cuatro días de la posesión hasta la primera crisis de la alianza que ya no es.Oliva habló después para quitar hierro al asunto e invitar a Luis Pedraza a trabajar desde la Asamblea Departamental asegurando que si tenían que hablar de algo lo hará personalmente y no por la prensa ni por las redes sociales.En el entorno de la Gobernación coinciden; el enojo de Luis Pedraza es el de la impotencia de la vieja guardia de Camino Democrático al Cambio que ha visto perdida su centralidad en la política. La “victoria” de la primera vuelta por un 45% insuficiente midió la incidencia real. Ganar requirió de otros esfuerzos y el gabinete actual, sobre el que Camino al Cambio no tiene prácticamente ninguna influencia, es el reflejo del peso de cada uno en la victoria.Sin embargo, donde Camino al Cambio si tiene todo el peso es en la Asamblea Legislativa Departamental siendo la parte sustancial de UD-A que ocupa los curules aunque sea en una abrumadora minoría (9 de 30 legisladores). La posibilidad de un ajuste de cuentas “interinstitucional” suena a remota.Por otro lado, Vanguardia Integración no acabó de nacer. Nunca logró la personería jurídica y apenas hizo esfuerzos en la tramitación. La posibilidad de que desde el poder se articule la formación de un partido hegemónico ya ha sido explorada en otras ocasiones, en el país y en el mundo. Con un plan de gobierno tan difuso como los que se presentan en la corte y un Plan de Desarrollo Departamental sin construir, los pasos pueden resultar impredecibles y la política los puede llegar a confundir más de la cuenta.El MAS en busca del oremusMientras el poder busca su forma de organización más adecuada, la ahora oposición intenta recordar los acomodos pasados en la fría banca del ostracismo. El MAS tiene más actas de autoridades públicas en su poder en todo el departamento, pero la derrota sabe peor.Las semanas pasan, el presidente ya no viene y la autoridad se diluye. Pocos ya se acuerdan de Pablo Canedo salvo el grupo que aún intenta posicionarlo como futuro presidente del MAS para “regenerar” y “adaptar” un partido a los nuevos tiempos, “modernizar” las estructuras y los discursos para realizar una oposición efectiva que les garantice la toma del poder por vías democráticas en la próxima oportunidad.Como en este país lo de conspirar gusta y lo impredecible manda, algunos no quieren perder tiempo. Al contrario que UD-A, el MAS es un partido que estaba antes que la mayoría de sus actuales miembros y cuyo procedimiento está plenamente establecido tanto en sus estatutos como en sus códigos, aunque no siempre se respeten.El primer paso para el Movimiento Al Socialismo es asegurar la “ortodoxia masista”, si es que se acepta el concepto, dentro de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija, cuyo Congreso antecede a todo el resto y en el que poco tienen que decir los “grupos” Blacud – Ramos - Canedo ni el Ruíz – Peñaloza, pero que ninguno está dispuesto a darle todo el poder al Lino – Ferrufino, que tiene las horas contadas para pasar a denominarse definitivamente el “grupo de Ferrufino”, el ejecutivo seccional de O´Connor y jefe de sus homólogos en el “sindicato”, como lo ha calificado el principal operador rival para tomar la Federación y ahora secretario de Gobernación, Luis Alfaro.Después, el MAS deberá elegirse un jefe para una travesía que amenaza ser dura y que aunque parezca lejana, no tienen mucho tiempo que perder visto el estado en que han quedado las bases (reducidas al 36 por ciento) y a las que las últimas actuaciones, Valerianos y Pomas mediante, están afectando.
A la espera de los secretarios
El que faltaba en la foto del presidente cívico Waldemar Peralta llevando de la mano al gerente de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) nombrado por el gobernador era, justamente, el encargado para hacerlo: El secretario de Hidrocarburos, Erik Vásquez.El gabinete posesionado por Adrián Oliva sorprendió por el alto perfil político de algunos de sus colaboradores, como Fernando Barrientos en Desarrollo Productivo, Luis Alfaro, el nuevo “Quintana tarijeño” o un Edgar Guzmán en autonomías, aunque aún no se ha prodigado mucho por las provincias. En el grupo político entran también Fabiana Paz y Mary Polo, las dos únicas mujeres del gabinete que manejan Gestión y Coordinación respectivamente, además del comunicador Adel Vergara que se hará cargo de la supersecretaría de Desarrollo Humano en los nuevos tiempos de la austeridad. Mientras que dos nombres y cargos, el de Medio Ambiente Pablo Avilés y el de Planificación Karim Leyton tendrán en sus manos el Plan de Desarrollo Departamental y su consenso con Tarija y también con un ministro que asemeja perfil, René Orellana.El resto del gabinete, Oliva lo ha completado con el perfil que quizá deseaba más, jóvenes tarijeños con cierta experiencia y, a priori, capacidad de trabajo distinto.¿Qué papel ha asignado Adrián Oliva a cada uno de sus secretarios? De momento es incógnita. Los pocos que han salido a la prensa han sido para repetir el discurso de la austeridad y el del nefasto traspaso de carteras para prometer un análisis detallado antes de definir acciones y temas urgentes.En campaña, UD-A prometió cambios palpables en 100 días, así como una revolución social y productiva. De momento no hay posesionado un secretario de Obras Públicas, aunque si se ha nombrado al principal de sus cargos (semi) dependientes, el director del Servicio Departamental de Caminos (Sedeca), el ingeniero comercial Omar Román Molina Ávila. Quizá el pulso con Camino al Cambio ha retrasado precisamente este nombramiento en una cartera de las claves o por el contrario, Oliva espera un perfil ideal que de equilibrio al resto del gabinete. De momento, los secretarios en solitario no han logrado hacerse hueco.
La Asamblea busca su lugar
El presidente Evo Morales ya lo dijo en campaña, lo repitió después en la posesión del gobernador electo y lo ha reiterado una semana después, visitando ex profeso el departamento de Tarija antes de partir a su gira europea (a pesar de la clamorosa derrota que ha escocido y mucho en Palacio Quemado) para encontrarse con el gobernador electo y acordar una amplia agenda en cuestiones energéticas, hidrocarburíferas y agroalimentarias. El tiempo de campaña ha terminado y con él la confrontación extrema, tanto uno como otro insisten en que ya no hay colores y lo que importa es trabajar por Tarija aunque no siempre los discursos vengan acompañados con hechos. La Asamblea Legislativa Departamental de Tarija hace las veces de punta de lanza en el Movimiento Al Socialismo (MAS); mal acompañada, sin línea ideológica ni supervisión por parte del partido, los 16 asambleístas electos por el MAS intentan encontrar un norte más guiados por el impulso que por la doctrina y más por imitación de sus antecesores que por una planificación detallada.El contrapunto en la negociación parece ser la muy anunciada auditoría a la gestión de Lino Condori por parte del poder ejecutivo; exigida por gran parte de la alianza UD-A y que pronto pasará a ser materia en el orden del día del hemiciclo, pero con matices, la Ley exigirá auditar la gestión de Lino Condori y también la de Mario Cossío, y con eso los bríos pueden quedar apocados; en el debate se medirían los alcances de cuidado.En estas suertes de coaliciones de intereses diversos, siempre alguno tiene más que perder que otros. Sea por contacto o por contagio. Lo peor que podría acabar pasando es que la auditoría se quede en el discurso de la amenaza; en la primera negociación opaca en la que acaban perdiendo, como siempre, los ciudadanos. El plazo lo ha marcado el propio equipo de gobierno: 100 días.