Del Condorismo al Olivato
En menos de dos semanas, un nuevo régimen tomará el control de Tarija y sus instituciones principalmente ejecutivas. Después de una larguísima carrera electoral, que comenzó hace casi un año con los coqueteos previos a la elección nacional del 12 de octubre y acaba de terminar el 3 de...
La victoria de Oliva se basa en un conjunto de sumas y restas, mases y menos propios y del rival y sobre todo, de las cargas de la gestión reciente en comparación con las pasadas. Nostalgias o certezas, la primer gestión autónoma del departamento de Tarija ha dejado numerosas enseñanzas que Oliva deberá analizar antes de intentar ejecutar su proyecto, sobre todo en un panorama adverso.Técnicos, políticos y Movimientos SocialesLa gestión de Lino Condori ha transitado del inicial intento de inclusión de los movimientos sociales hacia una tecnocracia apuntalada con el sometimiento millonario de los movimientos sociales o cualquier ente que intentara erigirse como fiscalizador. El gabinete de Condori ha pasado de ser más político al inicio de la gestión, cuando se necesitaba una mayor eficacia operativa, a ser más técnico en la última etapa, cuando ya poco se podía hacer para dinamizar la ejecución real y lo que se necesitaba era más capacidad política para “vender” los resultados. No solo la política comunicacional de Lino Condori ha fracasado estrepitosamente, sobre todo en los años centrales, sino que los secretarios y directores han preferido esconderse en sus despachos a defender una gestión que se desmoronaba.Adrián Oliva, sin embargo, ha planteado de inicio un gabinete basado en la capacidad técnica de sus miembros, sin embargo, la cantidad de acuerdos previos y compromisos adquiridos, tanto con Wilman Cardozo en el Chaco como con Luis Alfaro en Cercado, pero también con otros líderes menores, hacen prever que la política jugará un rol principal los próximos cinco años.Para Oliva, relacionarse con los movimientos sociales no va a ser fácil y si bien es cierto que la “capacidad de calle” está muy devaluada en el departamento y en la capital, dejar a la deriva los canales de comunicación puede ser un error. Condori y su equipo han optado principalmente por la cooptación a través de la división en ocasiones y la prebenda en otras ocasiones. Oliva deberá evaluar resultados y trazar su propia estrategia.El poder territorialDarío Gareca, en su paso por la secretaría de Coordinación, fue quien consiguió dar la vuelta al empate catastrófico en la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija entre MAS (11) y CC (11) y que siempre dependía del PAN (5) para lograr sus objetivos. A mediados de la tercera gestión, el “Condorismo” logró partir el espinazo de Camino al Cambio, dividiendo al grupo entre los leales a Mario Cossío y los emenerristas liderados por Johnny Torres, mucho más pragmáticos en estas lides de la política. No hubo vuelta atrás; la técnica desarrollada, cooptando primero a ejecutivos y alcaldes de oposición que no tardaron en abrazar la bandera masista, como el caso de Never vega en Bermejo, Walter Ferrufino en O`Connor y Álvaro Ruíz en Uriondo, fueron la llave para que Normando Choque y William Fernández (CC por Bermejo); Zulema Saracho (CC por O´Connor) o Paul Mendoza (CC por El Valle) se dedicaran a romper la disciplina de partido votando a su antojo con la connivencia de su líder, Jhonny Torres. Gareca manejaba a la vez las “relaciones con la Asamblea” o lo que es lo mismo, la agenda de temas a priorizar, y la poderosa Unidad de Proyectos Concurrentes. La oposición desapareció.La situación de Oliva es similar a la que tenía Condori en 2010, minoría en la Asamblea y ejecutivos de otro palo; muchos de ellos repiten en sus cargos y si algo saben es que su continuidad depende de los recursos que puedan llevar a sus regiones. Esto unido a que los ejecutivos seccionales no existen ni en la Constitución ni en el Estatuto y han sido electos sin competencias, por lo que su existencia depende de la voluntad del ejecutivo. Ejecutivos electos sin ideología no parecen ser el mayor problema, sino el rodillo del MAS en la Asamblea, que en esta ocasión si tiene el bastón de mando para regular precisamente la Ley que debe dotar de competencias a los subgobernadores en las regiones.La relación nacionalLa otra gran diferencia en el contexto es que Oliva no tiene un jefe nacional mientras que Condori, para bien y para mal, siempre tuvo un referente de peso en el nivel nacional. Oliva ha anunciado su interés de cooperar con el Gobierno y de hecho ha eludido la primera gran colisión a la que le invitó la asambleísta plurinacional Jimena Acosta quien puso el grito en el cielo porque Evo Morales convocó una ceremonia para posesionar a los 9 gobernadores autónomos, algo perfectamente compatible con la posesión en la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, como señaló Oliva eludiendo el trapo de la confrontación extendido por la principal adalid de Samuel Doria Medina.No parece probable que Oliva actúe con la sumisión con la que ha actuado el “Condorismo”, pero tampoco parece probable que se reabran heridas como el reparto de Margarita o las viejas nuevas deudas existentes o no, conciliadas o no. El gran tema de esta legislatura es el Pacto Fiscal, un debate abierto con los precios de las Hidrocarburos bajos y que los beneficios o perjuicios de encarar el debate dependen de si se enfocan en el corto, en el medio o en el largo plazo. Ese será el gran tema con el que se mida el nivel de coordinación y madurez política a la que ambas instituciones pueden llegar.La relación con CercadoEl “Condorismo” se suicidó en Cercado, su extraña forma de hacer política ahogó la capital sin obras y ni siquiera fue capaz de gestionar eficientemente las departamentales, que más se ven en Cercado, como la carretera al Chaco o al norte, que bien vale una visita turística capitalina. Condori y los suyos tampoco supieron si amar al alcalde Óscar Montes u odiarlo. Cuando hicieron obras juntos no se dieron cuenta y cuando quisieron quitárselas, era demasiado tarde. El choque de spot rozó el ridículo y en el reparto de culpas, sin voceros, la Gobernación siempre salió peor parada.Esta indefinición se traduce en votos, el MAS a duras penas superó el 30 por ciento y Oliva arrasó con los votos que podían haber sido para Montes. De ahí surge la tensión del nuevo momento político con la Alcaldía. Rodrigo Paz, el nuevo ocupante de la silla municipal, dijo en campaña que tenía más afinidad con Pablo Canedo. Si eran más consideraciones personales que políticas no viene al caso. Oliva sabe que Montes y Rodrigo Paz son sus enemigos electorales en el medio plazo. Establecer un nuevo marco de relación será prioritario para ambos.
Tarija y la escena nacional
La coincidencia de la segunda vuelta en Tarija y Beni permitió al oficialismo maquillar a última hora los resultados nacionales. En Tarija fue meritorio entrar en la segunda, en Beni, Juan Ramón Quintana se la jugó con todo, se ganó sin poder acallar los rumores y esperan consolidar la victoria a través de la gestión. Con todo, el escenario nacional se ha movido. Ganar el Beni no es equiparable a perder La Paz (y sus dos capitales) y Tarija (y sus dos capitales) de forma tan contundente. El resto eran resultados esperados. Hasta tres ejes se dibujan como posibles articuladores de una oposición, de nuevo, sin referente nacional pero con un satélite que puede gravitar en los tres y acabar convirtiéndose en astro sol.Por un lado, el triángulo Leyes, Oliva, Costas tendrá su protagonismo, sobre todo los dos últimos cuando se aborde el tema de pacto fiscal. Por otro lado, el eje ex masista Patzi, Condori y Alfaro, rejuvenecidos, cuentan con estructura de respaldo para hacer llegar más allá la voz de los disidentes del proceso de cambio. El tercer eje, con proyección en el post – evismo, lo conforman Rodrigo Paz en Tarija y Luis Revilla en La Paz; sobre todo este último calcula en grande y en el mediano plazo como una de las alternativas al presidente Evo Morales.El astro sol es Soledad Chapetón, su victoria sigue relumbrando y derribando todos los mitos construidos entorno a la ciudad de El Alto y su gregarismo del proceso. Chapetón es tan aymara como Patzi y puede estar en la misma sintonía ideológica que Costas u Oliva; además tiene toda la libertad para gestionar su relación con La Paz en su conjunto y Luis Revilla en particular a su antojo, un antojo que supo manejar muy bien con Doria Medina durante la campaña. En este contexto regional se afronta esta nueva legislatura que no será ni tan plácida como unos esperan ni tan movida como otros señalan; pero ya todos empiezan a hacer cuentas con miras a 2020, y así se va construyendo Bolivia.
Un gabineteen ciernes
Q uedan días para que el nuevo gobernador electo, Adrián Oliva, asuma el cargo y empiece a ejercer a pleno rendimiento. Hasta entonces, el ritmo de trabajo no para pero el asunto es otro; lograr un gabinete representativo y fuerte que se ajuste a todos los compromisos adquiridos en la campaña. Hasta el momento, poco o nada ha trascendido de los nombres que acompañarán a Oliva en la gestión. Marcelo Casaab en Finanzas, casi con seguridad Carlos Saavedra en Comunicación y Waldo Tarifa o Sara Cuevas en la secretaría de Desarrollo Social o alguna de sus dependencias son los nombres que suenan con más fuerza por parte del entorno del gobernador.De momento, Oliva ha asegurado que sigue intentando incorporar a Luis Alfaro en su gabinete, a modo de un supersecretario que se encargue de todo el área productiva y de relaciones con los campesinos. Alfaro de momento lo rechaza aunque podría cambiar de opinión; en cualquier caso, alguien de su entorno entrará a ocupar los principales cargos de esa cartera y también se habla de la ex contralora departamental xxx para ocupar la cartera de Justicia o Transparencia.Quien también tendrá presencia en el ejecutivo es el entorno de Wilman Cardozo, quien desde hace muchos meses blindó su apoyo a Adrián Oliva pese a las presiones de Johnny Torrez, sin embargo, no se tienen claros ni los nombres ni las carteras, aunque presumiblemente contará con alguna de peso, como Obras Públicas.Potestad de Adrián Oliva casi en exclusiva será el nombramiento del secretario Ejecutivo y el de Coordinación, ya que Camino al Cambio en el pacto previo priorizó cargos electivos. Lo que se espera es un alto perfil técnico en el Ejecutivo y uno más político en Coordinación, incluso no se descartan notorias sorpresas. También se espera que en alguna parte del ejecutivo encuentren espacio para José Vaca y sobre todo, Felipe Moza. El otro tema que también se espera que se respete es el de la paridad de género, algo que nunca se logró en el gabinete de Lino Condori.