MARCO GLOBAL DEL CAPITALISMO
Hay un viejo y apolillado “Mito burgués”; el creer que todo nace a partir del ombligo propio, que inventamos todo desde cero y no le debemos nada a nadie.



Esto es lo que sucede, al menos, en nuestra formación social boliviana en la actualidad. La caída de regímenes socialistas en el mundo, caso de la URSS, dio bríos al capitalismo en crisis, lo que se reflejó en la adopción, prácticamente sin oposición, de políticas neoliberales en la mayor parte del mundo. Se sumó a esta realidad la Economía de China con su apertura al mercado global que sirvió para una expansión capitalista a través del flujo creciente de inversiones hacia China, al margen de la desregulación y flexibilización de las condiciones laborales y el bajo precio de la mano de obra.Evidentemente, la sobremusculación en la Metrópoli norteamericana hizo posible la llegada de capitales excedentes y ávidas de plus valía a la China de Confuncio que diría, entre otras cosas, “Donde hay justicia no hay pobreza”. Pero volviendo a lo nuestro, la relación de dependencia con EEUU de cuya demanda depende la plusvalía que logran los capitales chinos debe agregarle el fenómeno financiero por el cual China se ha convertido en el principal acreedor de los EEUU al financiar parte de su déficit creado para activar la demanda.El carácter estructural de la actual crisis la hace general. No sólo porque abarca un conjunto de países y sectores fundamentales cuya evolución puede derivar en una profunda depresión mundial sino porque obedece a las propias tendencias del capitalismo contemporáneo, su ala especulativa, fomentadas por la actual capacidad del capital de saltar fronteras nacionales.Su crisis capitalista sistémica agudiza la explotación de la fuerza de trabajo. Toda crisis empobrece las condiciones laborales de los trabajadores y condición de vida de los mismos.Parafraseando a Sartre con relación al marxismo, de ser ese “horizonte insuperable de nuestra época” no se equivocaba porque constatamos que día que pasa, día que convivimos con la barbarie capitalista. El coloniaje espiritual que vivimos y que engaña y desmoviliza nos acerca a esta tremenda interrogante e incertidumbre. La victoria de la razón solo puede ser la victoria de los que razonan. Tenemos dada la urgencia del pensamiento único el pensamiento encadenado a esquemas y lo que no sirve para liberar no es revolucionario.A título de multitudes (organizaciones sociales) se evapora el sujeto, se anula su identidad y se archiva su memoria. Es decir, desaparece toda posibilidad de crítica y de oposición radical al capitalismo y a su modo de vida mediocre. En esto, la lógica perversa utiliza el refinamiento, la modernización y mayor sutileza en la dominación de los sujetos el sistema enemigo de la humanidad homogeneizada y aplana toda diversidad. El olvido de la historia y la cancelación de la lucha de clases se esfuma. El tiempo de la historia sobre el cual se estructura la memoria colectiva y la identidad (individual – colectiva). Se gasifica.Hablando ya de la ética con sabor revolucionario, esta debería ser: solidaridad, generosidad, amistad verdadera no interesada, lealtad, el hacer lo que se debe, sin medir ni calcular, distinto al modelo Neo – Liberal y su ética donde prima el cálculo egoísta y el acomodo personal. ¿Esta ética no es acaso, el corazón del marxismo, antídoto frente a tanta mediocridad?