Lo que sabe Catacora
Nadie entiende muy bien qué le ha pasado al ministro de Economía y Finanzas Luis Arce Catacora para presentar el presupuesto menos creíble de toda su ya larga y exitosa gestión.
Nadie conoce muy bien ni dónde están las trampas ni dónde las sorpresas. Nadie puede creer cómo, un buen alumno de la ortodoxia felicitado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha eliminado los límites de la prudencia presupuestaria que tan buenos resultados le ha dado hasta ahora y ha ofrecido unas cifras boyantes por exceso pero sobre todo, innecesarias. Eso, o algo sabe el ministro que el resto no.Por partes, el ministro ha previsto una cifra de crecimiento del 5,9 por ciento, por encima del 4,5 por ciento prevista por el Banco Mundial para Bolivia y que multiplica por mucho lo previsto para la región. El presupuesto general crece en un 13 por ciento hasta situarlo en 221.181 millones de bolivianos empujado por una inversión pública sin precedentes, que superaría los seis mil millones de dólares fundamentalmente apoyado en la inversión en infraestructuras, a las que se destinarán 2.498 millones de dólares.El optimismo se fundamenta en un incremento sustancial de los ingresos tanto de las empresas públicas (beneficios de 14.125 millones) como del superávit de la administración central (+ 29.373 millones). Analistas señalan que la esperanza está depositada en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (y las plantas separadoras) y en los ingresos tributarios corrientes a través de la labor que desarrolla el SIN. Otros analistas advierten de “optimismo excesivo”.
PetróleoSi en 2013, cuando todo parecía estable en el tablero internacional, el ministro Luis Arce Catacora presupuestó el barril de petróleo a 74,60 dólares para confeccionar las cuentas, para 2015 ha previsto empezar el año con un precio de 88,24 dólares por barril, continuar el segundo trimestre con 83,77, llegar al tercero con 76,82 y al cuarto con 72,61. El jueves 13 de noviembre, la bolsa de Nueva York, referencia del WTI que se usa en Bolivia cerró con 74,21 y todos los expertos lo sitúan en 2015 en el entorno de los 70 dólares.¿Es justificable haber dinamitado el margen de maniobra de un 25 por ciento sobre el precio del crudo en el presupuesto? Lo cierto es que parece arriesgado. Algunos expertos advierten la trampa en el cálculo de volúmenes de gas exportados.Según el presupuesto, las cantidades exportadas a Brasil se mantendrán en el orden de los 31,5 millones de metros cúbicos al día (aunque hay vigente un contrato interrumpible que incrementa) y con Argentina se mantendrá también en los 16,5 millones de metros cúbicos al día, aunque según las proyecciones de YPFB se debía incrementar en 2015.¿Continuidad?Sólo el tiempo dirá si el ministro Arce Catacora ha estado acertado o no y las proyecciones y supuestos podrán ir corrigiéndose durante el año. Lo cierto es que tenemos proyecto de presupuesto mucho antes que en los años anteriores. Lo cierto es también que va a tocar administrar unas primeras turbulencias luego de nueve años de gestión. Más dudas hay en si será el ministro Luis Arce Catacora a quien le toque administrarla o, sin embargo, el presidente Evo Morales le dará las riendas económicas del país a otro experto. ¿Ha dejado trampas en el camino el hombre que pudo ser vicepresidente?
Sin resquicios para el Pacto Fiscal
Nada hay en el presupuesto que haga presagiar un cambio en la política fiscal del país en 2015, año en el que podría iniciar el debate sobre el nuevo Pacto Fiscal que necesita el país pero que en ningún caso se completaría, ya que las posturas son extremas entre unos y otros.Como base de negociación, el presupuesto 2015 contempla apenas 25.095 millones de bolivianos de transferencias del TGN y Regalías a todas las Gobernaciones, municipios y Universidades, lo que supone apenas un 11 por ciento del presupuesto global que administrará el Estado. Este año, Tarija con 4.596 millones de bolivianos no será el techo presupuestario más alto del país, ya que será superado por Santa Cruz que dispondrá de 4.773 millones de bolivianos. La diferencia reside en que si bien Tarija crece un 18 por ciento respecto a 2014, Santa Cruz lo hace un 27 por ciento, si bien tomando en cuenta sólo Gobernaciones, la de Tarija con 3.286 millones sumará tanto como las otras siete Gobernaciones sin contar la de Santa Cruz que manejará 1.177 millones de bolivianos.La dependencia de los precios del gas y el petróleo son evidentes para cuadrar las cuentas de las Gobernaciones y la de Tarija puede resultar especialmente afectada si se confirma la debacle de precios en 2015. Para algunos sectores de la oposición, urge abordar el debate fiscal ahora, en el momento en el que se van a sentir los efectos de la caída, para que se tome conciencia de la necesidad de repartir con igualdad los ingresos estables sobre los que impulsar el desarrollo.