La nueva manera de gobernar
Mauricio Lea Plaza PeláezAnalista, consultor y políticoEl transfugio es de larga data en Tarija y tenía relación con los dirigentes políticos que se sometían al centralismo partidario nacional traicionando el interés departamental. En el tiempo reciente varios personajes políticos y...



La historia ya les dio el lugar de parias, ya que por su inconducta al final no son bien vistos en ninguna de las dos bandas del río que cruzaron.Pero lo que parecía ser una sucesión de hechos aislados y personales se ha instalado como una constante en la política tarijeña en el último tiempo. Resulta que la cercanía al poder, la prebenda y la coerción judicial se han convertido en los renovados instrumentos a través de los cuales el MAS hace política en Tarija, coopta a sus nuevos aliados e intenta neutralizar a sus opositores. En esa estrategia, el presupuesto departamental se ha convertido en una matriz de control político y cooptación de la mayoría de los Ejecutivos Seccionales y Alcaldes a cambio de la transferencia de recursos para mega proyectos con su correspondiente dádiva. Solo hay que repasar algunos ejemplos como del Ejecutivo Seccional de Bermejo, que ganó colgado del saco de Mario Cossío y Camino al Cambio o de los Ejecutivos Seccionales de Caraparí, Villa Montes y O´Connor candidatos por el PAN, que hoy también engrosan las filas del “proceso de cambio”. Entonces, los principios ideológicos o las identidades políticas han pasado a un segundo plano cuando está de por medio la participación en el reparto del asalto a los recursos departamentales, mucho más cuando se tiene un Gobernador interino que necesita apoyo porque no tiene la legitimidad del voto.Pero la cadena no termina ahí, continúa con varios asambleístas departamentales, que participan del reparto del botín, convirtiendo su representación en un medio para sacar ventaja, defendiendo un mandato interino ilegal e intereses económicos derivados del nuevo sistema de reparto de los recursos. Todavía recordamos cuando asambleístas departamentales daban cuenta del monto de dinero que recibieron para derrocar a Mario Cossío y designar a Lino Condori. Y solo así se entiende que ex asambleístas de Camino al Cambio (autodenominados “bancada del MNR”) no votaran por la restitución del Gobernador electo. Esta pobredumbre que hiede a leguas ha significado que la Asamblea Departamental en lugar de ser el escenario de la disputa política y la generación de leyes, se ha convertido en el espacio donde se cumplen consignas y se trafican influencias, que siempre terminan en el reparto de recursos, pegas y prebendas para los representantes de la voluntad popular más allá de su origen político. Pero los tentáculos de esta nueva manera de hacer política basada en la corrupción se extienden más allá del Gobierno Departamental y alcanzan a aquellas organizaciones sociales con relevancia política. La cooptación de dirigentes sociales y corporativos a partir de “favores” es también una constante y parte del funcionamiento de esta gobernabilidad mal habida. Recordemos como el “Gabinete Social”, no tuvo empacho en convalidar la entrega de las regalías de Margarita y defender a Condori para que se quede de Gobernador contra la propia CPE y Sentencias Constitucionales. Eso no es gratis, pasa por participar del asalto de la Gobernación: a los dirigentes de los sectores les corresponde el manejo de autoridades, áreas o programas de la Gobernación, además de pegas para sus familiares o allegados.Pero las prebendas alcanzan también a los empresarios “amigos” oportunistas que por interés se suman al régimen y que se adjudican obras sin cumplir los requisitos, con sobreprecios, que aumentan indebidamente los costos de los contratos o liberan sus responsabilidades a través del uso indebido de influencias. Y a la prebendalización de la política se suma la coerción a los líderes locales opositores a través de los procesos judiciales que tienen un gran efecto persuasivo. El Ejecutivo Seccional de Villa Montes Rubén Vaca y el Alcalde Delfor Burgos son dos ejemplos del uso de este “modus operandi”, al extremo que éste último suscribió un acuerdo político con el MAS en las últimas municipales prácticamente desde la misma carceleta de Bermejo. Este es el mecanismo que con el concurso de algunos jueces y fiscales tiene condicionados a varios líderes políticos locales que ante la posibilidad de denuncias, procesos y la misma cárcel, prefirieron someterse políticamente al MAS y los que no lo hacen, están exilados o seguirán perseguidos. A unos los cooptan mediante la prebenda y el reparto del botín y a otros mediante la coerción y persecución judicial, lo cierto es que la manera de hacer política y gobernabilidad en Tarija se asemeja mucho a la de un sistema totalitario, que genera en torno al manejo del poder adhesiones políticas temporales de dirigentes, empresarios y personajes que siempre vivieron a costa del Estado y que por ello, no representan el sentimiento del ciudadano de a pie que vive de su trabajo.Este control pleno del poder busca aparentar una hegemonía absoluta, pero tendrá que contrastarse con la vivencia y percepción política que tiene el pueblo en su quehacer cotidiano y que no se resuelve en espacios corporativos elitarios. En las próximas elecciones departamentales y municipales constataremos si el sentimiento y la conciencia popular han sido también sometidos por este sistema operativo de hacer política del MAS en Tarija o si por el contrario, la voz del pueblo sí se hará escuchar.