La resaca de la posesión de Nicolás Maduro
Machado agradece a Trump y Uribe pide intervención militar en Venezuela
Los llamados a la sublevación de la Fuerza Armada no tuvieron efectos y los opositores suben el nivel de amenaza. Brasil pidió respeto a los derechos humanos y Petro planteó la repetición electoral
La asunción del tercer mandato de Nicolás Maduro tras unas elecciones muy cuestionadas y en las que el Órgano Electoral no ha podido mostrar las actas que avalan su decisión, entrando en incoherencia con la denuncia de hackeo, ha sorprendido incluso menos que la inacción de una oposición venezolana que de nuevo había armado todo el relato emocional para tratar de impedirlo, pero que finalmente no hizo nada.
Ya pasado la media tarde del viernes, María Corina Machado pidió calma, volvió a apelar a los sentimientos, pero señaló que Edmundo Gonzales llegaría cuando “se dieran las condiciones” sin definir más aquello.
En las últimas semanas se había apostado fuerte a la rebelión de los militares, es decir, a un golpe de Estado clásico que, evidentemente, no se produjo. Ayer las proclamas fueron a más, y el propio expresidente colombiano Álvaro Uribe pidió una “intervención militar internacional” para derrocar a Maduro.
También volvió a hablar La líder opositora venezolana María Corina Machado, que agradeció este sábado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por su compromiso y respaldo a la causa. Se supone que tras la asunción de Trump el día 20 de enero, y la posesión de su secretario de Estado Marcos Rubio, un halcón firmemente partidario de intervenir en América Latina, las cosas cambiarán.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, la ex diputada remarcó su profundo aprecio por el “apoyo inquebrantable a la lucha de Venezuela por nuestra democracia” manifestada por el republicano estadounidense en los últimos días y aseguró que “Maduro y sus cómplices fracasarán”. “Nosotros, el pueblo de Venezuela, estamos decididos a conquistar la libertad y vivir con dignidad”, insistió.
Moderación
El Gobierno brasileño afirmó que sigue “con gran preocupación las acusaciones de violaciones de derechos humanos contra opositores” en Venezuela, según un comunicado difundido este sábado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. También repudió “los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos”, aunque reconoció “los gestos de distensión del régimen de (el dictador venezolano, Nicolás) Maduro” como la liberación de detenidos o la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas, en abril de 2024.
En ese sentido, Brasil insta a “las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo” para “resolver controversias internas” y aunque no ha reconocido la victoria, todo apunta a que se pasará página.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, planteó la posibilidad de repetir las elecciones en Venezuela como fórmula para superar la crisis política que vive el país. "Si las elecciones de Venezuela no fueron libres, al realizarse bajo el bloqueo económico que se convierte en una extorsión explícita, es importante mantener la tesis del dialogo político más amplio posible en Venezuela, el levantamiento integral del bloqueo y una nueva posibilidad de expresión libre del pueblo de Venezuela" señaló en sus redes.
Maduro asumió con una importante premisa: impulsar una gran reforma para embellecer” la Constitución.
Mientras tanto, laa Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) rechazó el sábado las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros estadounidense, la Unión Europea y el Reino Unido contra once funcionarios estatales venezolanos, incluyendo el titular de Defensa, Vladimir Padrino López.
"La FANB expresa su más enérgico y categórico rechazo a las nuevas sanciones impuestas por la infausta cofradía imperial", comunicó la institución, tachando las medidas, tomadas el mismo día en que Nicolás Maduro asumió su tercer mandato presidencial, de "acciones desesperadas" que están al margen del derecho internacional.