Resistir sin violencia: el llamado ante los retrocesos en derechos humanos en la Argentina de Milei
Los organismos de derechos humanos de Argentina se encuentran en estado de alerta por la destrucción de las políticas de memoria, verdad y justicia que lleva a cabo el presidente Javier Milei, un negacionista de los crímenes cometidos por la última dictadura militar (1976-1983).
Por eso, los colectivos realizaron el jueves por la tarde una protesta en la Plaza de Mayo, el mismo lugar en el que madres y abuelas que buscaban a sus hijos y nietos desaparecidos comenzaron a denunciar en los años 70 los delitos de lesa humanidad que cometían los represores.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, encabezó a sus 93 años un acto en el que la indignación y la preocupación desembocaron, nuevamente, en una convocatoria a la organización y la lucha pacífica.
"La violencia no tiene que existir, la resistencia sí", dijo frente a una multitud ante la que confió en que, "más temprano que tarde", el país saldrá de las sombras en las que lo ha sumergido Milei.
"Quiero que encierren todo el amor que hemos recibido del pueblo argentino y, luego, del mundo. Hoy estar acá es un desafío", advirtió, ya que se enfrentan al Gobierno que más ha minimizado, incluso justificado, las desapariciones, las torturas, los secuestros, los asesinatos y el robos de bebés que cometieron los represores.
La alerta se encendió desde la campaña presidencial del año pasado, ya que Milei eligió como su compañera a la vicepresidencia a Victoria Villarruel, una abogada que es un emblema de la defensa de la dictadura, que se hizo conocida por promover la liberación de los condenados por delitos de lesa humanidad y que insulta de manera recurrente a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La ya larga sucesión de medidas de Milei contra las políticas de memoria no ha dejado de sorprender. Y de alarmar.