Falta de vivienda
España protesta contra el turismo de masas
En las Islas Baleares muchos de sus residentes están siendo expulsados por no poder pagar unos alquileres desorbitados, a pesar de contar con los mayores salarios del país
Miles de personas tomaron las calles de Palma, la capital de la isla española de Mallorca, en el enésimo toque de atención de la ciudadanía a los efectos indeseados del turismo masivo.
En el punto de mira está la difícil convivencia con los vecinos, la masificación de determinados servicios y, sobre todo, la afectación de los precios de la vivienda ante la intensa irrupción de los pisos de alquiler turístico.
Sin embargo, las quejas topan con un sector que mueve directa o indirectamente alrededor del 20 % del PIB, que ha sido el motor de la reactivación económica tras la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y que proporciona miles de puestos de trabajo.
Hace menos de dos meses fueron las Islas Canarias las que protagonizaron una masiva protesta, poniendo el foco en que mientras crecían los números de visitantes y de creación de riqueza ligados al turismo, la población local cada vez se empobrecía más.
Ahora son las Islas Baleares quienes volvieron a poner esta problemática encima de la mesa. Detrás de la movilización del 25 de mayo está una pequeña agrupación denominada Banc del Temps de Sencelles (Banco del Tiempo de Sencelles), que encabezó la marcha bajo el lema 'Mallorca no se vende'.
Desde hace tiempo es un clamor social contra la masificación, la destrucción del territorio y la desprotección de los vecinos.