El mapa de las ramificaciones del Estado Islámico
Desde su escisión de Al Qaeda en 2014, Dáesh se ha extendido creando filiales en África, Asía y Oriente Próximo
Dáesh, también mal llamado Estado Islámico, ISIS o ISIL (Estado Islámico de Irak y el Levante, por sus siglas en inglés), es un grupo terrorista yihadista que nació con la pretensión de unificar todo el mundo musulmán bajo un único “califato”, que abarcaría desde Al Ándalus —la península ibérica— hasta la región histórica del gran Jorasán, en Irán, Afganistán y Asia Central.
Abu Bakr al Baghdadi, su líder hasta 2019, proclamó el califato en 2014 como una escisión de Al Qaeda, y desde entonces el grupo yihadista ha perpetrado más de 25.000 atentados terroristas en todo el mundo, la mayoría en países musulmanes.
Aunque las ambiciones expansionistas del grupo se han visto frustradas debido a la pérdida de gran parte del territorio que controlaban en Siria e Irak, uno de sus éxitos ha sido establecer una compleja red global de insurgencia a través de sus filiales por todo el mundo. Estas ramas, a las que Dáesh denomina de forma grandilocuente provincias o wilayas, en muchos casos sólo son células terroristas locales (cómo Abu Sayyaf, en Filipinas) que juran lealtad a ISIS, uniéndose a la red.
Antes de aceptar un juramento de lealtad y formar una nueva wilaya, Dáesh debe recibir una propuesta en la que se detalle la estrategia militar y de gobierno del grupo, así como la identificación de un líder elegido colectivamente.
A día de hoy, más de quince células terroristas han jurado lealtad a Dáesh. Libia fue el primer lugar externo a Irak y Siria en formar parte del califato en 2014, y cuenta con tres wilayas: Tripolitania, Fezzan y Cirenaica. El mismo año se unieron las wilayas de Filipinas, Yemen, Argelia, el Sinaí en Egipto y algunas áreas del Asia central. En 2015 se formó la provincia del Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K), una de las filiales más importantes y la culpable del atentado en Moscú de marzo de 2024, que se ha cobrado la vida de más de 130 personas.
En 2015, una escisión en Boko Haram creó la provincia del Estado Islámico de África Occidental, que actúa sobre todo en la cuenca del lago Chad. Otras células importantes son el Estado Islámico del Gran Sahel, el ISCAP, en República Democrática del Congo y Uganda o el ISIS-C, en el Cáucaso ruso. En mayo de 2019, Dáesh anunció la creación de nuevas provincias en la Cachemira india y en Pakistán, áreas que antes caían bajo el área de influencia del ISIS-K. En Somalia, Dáesh tiene presencia en un pequeño área dentro de la región de Puntlandia.
Delimitar geográficamente las provincias declaradas por el Estado Islámico es complicado. Aunque los nombres de la mayoría de las ramas responden al país dónde operan, en la mayoría de los casos no controlan ni una pequeña parte del territorio nacional. Solo a través de los atentados reivindicados y de los pocos anuncios que realiza Dáesh es como podemos conocer los cambios en la organización o las nuevas provincias que se declaran.
De la misma forma, que no haya ataques no quiere decir que haya desaparecido la célula terrorista. Aunque ISIS Argelia no ha realizado ataques en los últimos años, las fuerzas de seguridad del país siguen llevando a cabo regularmente redadas antiterroristas. Para el caso del Sinaí, mientras que supuso un grave problema de seguridad en el pasado, ahora la presencia de Dáesh en la zona es muy residual tras las acciones de las fuerzas de seguridad egipcias en la región.