La guerra continua en Ucrania
Un bombardeo ruso contra un edificio civil en Donbás causa al menos 15 muertos



Aunque en Europa y el resto del mundo la información se centra sobre los problemas económicos derivados de la invasión de Ucrania y las sanciones a Rusia, la guerra sobre el terreno sigue. Al menos 15 personas han perdido la vida, mientras que se temía que otras dos docenas se encontraran atrapadas entre los escombros, como consecuencia de un bombardeo con cohetes Uragan realizado por el Ejército ruso contra un edificio de cinco plantas en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania. Según el gobernador local, Pavlo Kirilenko, el bombardeo tuvo lugar el sábado por la noche en la localidad de Chasiv Yar, a escasos kilómetros de Kramatorsk.
"Corrimos hacia el sótano; hubo tres impactos, el primero de ellos en la cocina", ha asegurado a Reuters una mujer que dice llamarse Luidmila, mientras los equipos de rescate recuperaban de entre los escombros un cadáver. "El segundo, ni quiera lo recuerdo, hubo un flash de luz, corrimos hacia la segunda entrada; me he quedado en el refugio hasta esta mañana", ha continuado.
El gobernador Kirilenko ha asegurado en Telegram que los bomberos habían retirado hasta 99 toneladas de escombros, y que a primera hora de la tarde de este domingo, aún continuaban las operaciones de rescate. Andryi Yermak, jefe del Gabinete del presidente Volodímir Zelenski, ha calificado el incidente como "un nuevo ataque terrorista" y ha considerado que Rusia debería ser incluida en la lista de estados que "respaldan el terrorismo", una definición que tendría graves implicaciones para el estado ruso, incluyendo la imposición de graves sanciones.
Mientras tanto, en el frente de guerra, prosiguen los ataques militares rusos en el Donbás. Las fuerzas del Kremlin intentaron avanzar en dirección hacia la ciudad de Sloviansk, aunque fueron rechazados por sus oponentes ucranianos, según portavoces militares en Kiev. De acuerdo con estas mismas fuentes, el Ejército ucraniano ha empezado a utilizar ya las nuevas armas suministradas por EEUU, en particular los HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System) que han permitido a su Ejército avanzar, recuperando el sueño de recuperar la ciudad de Khersón, en manos de las fuerzas rusas desde el inicio del conflicto.