Perú: el Congreso rechaza pedido de vacancia por "incapacidad moral" contra Castillo
Los partidos de oposición únicamente reunieron 46 votos a favor, de los 52 necesarios para avanzar la moción en contra del Ejecutivo
El Congreso de Perú rechazó este martes con 46 votos a favor y 76 en contra la moción de vacancia en contra del presidente Pedro Castillo, lo que cierra por ahora el intento de destitución promovido por parte de la oposición.
Al momento de la votación, se registró la asistencia de 128 congresistas, tras la ausencia de los parlamentarios María Taipe y Abel Reyes, del oficialista Perú Libre.
Los partidos de oposición reunieron 46 votos a favor de los 52 necesarios para avanzar la moción. Las ausencias de Taipe y Reyes, sumado a la abstención de cuatro legisladores, impidieron reunir los seis votos faltantes, por lo que no prosperó el trámite de vacancia en contra de Castillo.
Tensión política
La jornada de este martes estuvo marcada por un clima de fuerte tensión política, ya que hasta último momento hubo incertidumbre por los resultados de la votación.
Además, la decisión estuvo precedida por una larga sesión en la que los congresistas interpelaron al ministro de Educación, Carlos Gallardo, quien enfrenta una controversia por la filtración de las pruebas a las que deben someterse los docentes.
Mientras Gallardo escuchaba las críticas de los opositores, muchos de los cuales le pedían la renuncia, desde el Gobierno seguían las negociaciones con las diversas fuerzas políticas para evitar la vacancia, un proceso que en Perú implica el juicio político contra los mandatarios.
La moción fue solicitada el pasado 18 de noviembre por Patricia Chirinos, legisladora de la alianza derechista Avanza País, quien apeló a la "incapacidad moral" de Castillo, un concepto vago que rige en Perú y que ha abonado a la debilidad institucional, ya que es una amenaza permanente para el gobernante de turno en un país que ha tenido ocho presidentes en los últimos 20 años.
Dos de ellos, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, fueron destituidos precisamente por "incapacidad moral".
En el caso de Castillo, el pedido para terminar con su Gobierno parecía no tener futuro, pero una sucesión de escándalos terminaron fortaleciendo el trámite parlamentario.