Segunda vuelta electoral
Castillo y Fujimori intensifican campaña en Perú
Castillo culminó una serie de concentraciones masivas en las regiones sureñas de Puno y Cusco



El candidato presidencial peruano Pedro Castillo retornó este miércoles a Lima en su campaña por la segunda vuelta del domingo, mientas su rival Keiko Fujimori intensificó sus actividades proselitistas.
Castillo culminó el martes una serie de concentraciones masivas en las regiones sureñas de Puno y Cusco, donde su contendora no pudo hacer ninguna y cuando lo intentó, fue rechazada con protestas de sus detractores.
El maestro rural y agricultor continuó al mismo tiempo capeando el temporal de ataques de la gran mayoría de diarios y televisoras, que apoyan a Fujimori.
Una declaración confusa en la que dijo que el culpable del feminicidio es el Estado ocioso, dio pie a acusaciones en su contra, de supuesto encubrimiento y justificación de ese crimen y de machismo.
Castillo aclaró lo dicho y condenó al 'Estado ocioso que no promueve ni protege a las mujeres, y muchas veces termina escudando a feminicidas, violadores y corruptos', lo que la prensa soslaya y sigue usando el tema contra el candidato.
Entretanto, Fujimori se enfrascó en actividades proselitistas en Lima, donde la noche del martes tuvo un incidente en el barrio popular de Puente Piedra, toda vez que grupos de lugareños se opusieron a su visita.
Además, asistió a una reunión de mujeres evangélicas y sumó a la campaña a Gisela Valcárcel, excorista de programas cómicos y exitosa presentadora de televisión.
La candidata recorrió varias televisoras para publicitar su candidatura, incluyendo hasta un programa de farándula criticado por escandaloso.
Fujimori tiene entre sus herramientas de campaña el anticomunismo que busca infundir miedo a los electores y copiosas promesas de dinero y otras medidas económicas, cuya viabilidad ponen en duda muchos especialistas.
El tema generó una contradicción entre Fujimori y su brazo derecho económico, el exministro neoliberal de Economía Luis Carranza, en torno a un bono de cerca de tres mil dólares ofrecido a cada familia que perdió a un familiar por la Covid-19.
Tras revelarse que la pandemia dejó hasta hace unos días más de 180 mil muertos, Carranza aclaró que no sería un bono sino un préstamo a pagar en un largo plazo, pero ella lo contradijo y ratificó la ayuda, la cual los beneficiarios no tendrán que devolver, prometió.
Analistas coinciden que pase lo que pase el domingo, habrá un cambio significativo en Perú.