El ultraderechista se burló de la exmandataria
Rousseff califica a Jair Bolsonaro de fascista
Bolsonaro no solo me insulta a mí, sino a miles de víctimas de la dictadura militar, torturadas y asesinadas, indicó Rousseff
La expresidenta brasileña Dilma Rousseff calificó ayer de fascista al mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, quien se burló de las torturas sufridas por la exgobernante durante la dictadura militar (1964-1985).
'Es triste, pero el ocupante del Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo) se comporta como un fascista. Y en el poder actúa exactamente como un fascista', escribió Rousseff en una nota amplificada por medios digitales y redes sociales.
Bolsonaro afirmó el lunes, ante partidarios, que 'Dilma fue torturada y le fracturaron la mandíbula. Que traigan los rayos X para ver esos huesos. Yo no soy médico, pero hasta hoy espero la radiografía', comentó con sonrisa burlona.
Para Rousseff, esto 'revela, con el torrente de libertinaje y la risa de la burla, la naturaleza de un torturador. Al faltarle el respeto a los que fueron torturados mientras estaban bajo custodia del Estado, elige ser cómplice de la tortura y la muerte'.
Insistió en que 'Bolsonaro no solo me insulta a mí, sino a miles de víctimas de la dictadura militar, torturadas y asesinadas, así como a sus familiares, muchos de los cuales incluso tenían derecho a enterrar a sus seres queridos'.
Recalcó que como el excapitán del Ejército no respeta ningún límite impuesto por la educación y el civismo, una exigencia a cualquier político, y más aún a un presidente de la República, desmoraliza una vez más el cargo que ocupa.
'Se muestra indigno de tratar con falta de respeto y libertinaje el hecho de que fui arrestada ilegalmente y torturada por la dictadura militar. Quería provocar carcajeos y reaccionó con risas sórdidas a sus mentiras y agresiones', recalcó la expresidenta (2011-2016).
Indicó que, en cada manifestación pública como esta, el exmilitar se revela exactamente como es: 'un individuo que no siente empatía por los seres humanos más que por aquellos que utiliza para sus propósitos'.
Bolsonaro no tiene respeto por la vida, es un defensor de la tortura y los torturadores, y es insensible a la muerte y la enfermedad, como ha demostrado ante las casi 200 mil muertes causadas por la Covid-19, que se niega a combatir.
'La visión fascista del mundo se manifiesta en la celebración de la violencia, en la defensa de la dictadura militar y en la destrucción de los que se oponen a ella', subrayó finalmente Rousseff.