Canciller de Perú insiste en apoyo a Juan Guaidó
El canciller de Perú, Néstor Popolizio, insistió ayer en jugar la carta del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y omitió comentarios explícitos sobre la amenaza de bloqueo total de Estados Unidos a ese país. El ministro inauguró una 'Conferencia Internacional...



El canciller de Perú, Néstor Popolizio, insistió ayer en jugar la carta del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y omitió comentarios explícitos sobre la amenaza de bloqueo total de Estados Unidos a ese país.
El ministro inauguró una 'Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela' y otra previa de representantes de 44 países que reconocen al personaje como gobernante y su política antigubernamental.
En los dos discursos inaugurales, Popolizio pidió mantener el apoyo a Guaidó, pese a que no ejerce poder alguno y a su notoria pérdida de convocatoria y apoyo interno.
A la cita principal que asistieron algunos países más, sin que la convocatoria pudiera lograr el declarado objetivo de que participen gobiernos como los de Cuba, Rusia, China y Turquía, entre otros, que reconocen la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
Se abstuvieron de participar gobiernos latinoamericanos que rechazan la injerencia externa y buscan una solución de diálogo a la situación venezolana, como México, Uruguay y Bolivia.
Ambas reuniones se caracterizaron por el limitado nivel de los delegado acreditados, pues solo se contaron ocho cancilleres, incluyendo a Popolizio y funcionarios de rango menor, 21 de ellos embajadores acreditados aquí o en países del área.
Al inaugurar la segunda conferencia, el ministro peruano sostuvo que 'es el momento de tomar decisiones' ante la crisis venezolana, lo que pasa, según los gobiernos de Perú y los demás del llamado Grupo de Lima, por el retiro de Maduro, el ascenso de Guaidó y la realización de elecciones.
'La indiferencia de la comunidad internacional no es una opción', sostuvo ante delegados de 57 gobiernos, según versión oficial, a los que se sumaron representantes de la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Popolizio señaló que la cita fue impulsada por los países integrantes del Grupo de Lima y su objetivo es encontrar 'una solución apegada a la Constitución', sin referirse al bloqueo total ratificado por el derechista John Bolton, representante de Estados Unidos en la cita.
Pareció aludir al cerco a Venezuela cuando sostuvo que la crisis venezolana no se debe a lo que llamó 'sanciones' externas, sino a lo que llamó incapacidad del gobierno de Maduro.
La posición expresada por el canciller peruano no es compartida por diversos sectores y analistas internacionales, entre estos el académico Alberto Adrianzén, quien señaló que la administración del presidente Martín Vizcarra 'se ha convertido en uno de los principales voceros de la política exterior del gobierno de Trump'.
'Realizar un Encuentro Internacional por la Democracia en Venezuela y tener como uno de los invitados estrellas a John Bolton, asesor de Trump y promotor de una mayor intervención en Venezuela, es sinceramente una provocación', comentó.
Criticó también el silencio oficial sobre las amenazas de Estados Unidos, de un bloqueo naval a Venezuela (y de paso a Cuba), cuando está en marcha un proceso de negociación entre el gobierno bolivariano y la oposición.
El ministro inauguró una 'Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela' y otra previa de representantes de 44 países que reconocen al personaje como gobernante y su política antigubernamental.
En los dos discursos inaugurales, Popolizio pidió mantener el apoyo a Guaidó, pese a que no ejerce poder alguno y a su notoria pérdida de convocatoria y apoyo interno.
A la cita principal que asistieron algunos países más, sin que la convocatoria pudiera lograr el declarado objetivo de que participen gobiernos como los de Cuba, Rusia, China y Turquía, entre otros, que reconocen la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
Se abstuvieron de participar gobiernos latinoamericanos que rechazan la injerencia externa y buscan una solución de diálogo a la situación venezolana, como México, Uruguay y Bolivia.
Ambas reuniones se caracterizaron por el limitado nivel de los delegado acreditados, pues solo se contaron ocho cancilleres, incluyendo a Popolizio y funcionarios de rango menor, 21 de ellos embajadores acreditados aquí o en países del área.
Al inaugurar la segunda conferencia, el ministro peruano sostuvo que 'es el momento de tomar decisiones' ante la crisis venezolana, lo que pasa, según los gobiernos de Perú y los demás del llamado Grupo de Lima, por el retiro de Maduro, el ascenso de Guaidó y la realización de elecciones.
'La indiferencia de la comunidad internacional no es una opción', sostuvo ante delegados de 57 gobiernos, según versión oficial, a los que se sumaron representantes de la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Popolizio señaló que la cita fue impulsada por los países integrantes del Grupo de Lima y su objetivo es encontrar 'una solución apegada a la Constitución', sin referirse al bloqueo total ratificado por el derechista John Bolton, representante de Estados Unidos en la cita.
Pareció aludir al cerco a Venezuela cuando sostuvo que la crisis venezolana no se debe a lo que llamó 'sanciones' externas, sino a lo que llamó incapacidad del gobierno de Maduro.
La posición expresada por el canciller peruano no es compartida por diversos sectores y analistas internacionales, entre estos el académico Alberto Adrianzén, quien señaló que la administración del presidente Martín Vizcarra 'se ha convertido en uno de los principales voceros de la política exterior del gobierno de Trump'.
'Realizar un Encuentro Internacional por la Democracia en Venezuela y tener como uno de los invitados estrellas a John Bolton, asesor de Trump y promotor de una mayor intervención en Venezuela, es sinceramente una provocación', comentó.
Criticó también el silencio oficial sobre las amenazas de Estados Unidos, de un bloqueo naval a Venezuela (y de paso a Cuba), cuando está en marcha un proceso de negociación entre el gobierno bolivariano y la oposición.