Reanudan pláticas sobre el Brexit en el Reino Unido
El gobierno conservador y la oposición laborista reanudaron este lunes aquí las conversaciones para intentar destrabar el estancado proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Al término de las pláticas, que estuvieron detenidas por las vacaciones de Pascua, las partes...



El gobierno conservador y la oposición laborista reanudaron este lunes aquí las conversaciones para intentar destrabar el estancado proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Al término de las pláticas, que estuvieron detenidas por las vacaciones de Pascua, las partes coincidieron en calificarlas de positivas y productivas, aunque sin adelantar todavía algún resultado concreto.
El ministro de Gobierno, David Lidington, por ejemplo, consideró alentador que se reconociera la necesidad de inyectarle una mayor urgencia al diálogo, mientras que la parlamentaria laborista Sue Hayman aseguró que ya se estaba discutiendo los detalles esenciales del eventual acuerdo.
El Brexit, como se le conoce a la decisión de los británicos de abandonar el bloque, debió entrar en vigor el 29 de marzo pasado, pero la negativa de la Cámara de los Comunes a respaldar el tratado de retirada negociado por la primera ministra Theresa May con sus pares europeos, obligó a posponer el divorcio para el 31 de octubre.
Según los términos acordados por los 27 miembros de la Unión Europea en una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas el 11 de abril pasado, Londres podrá abandonar la alianza tan pronto como el Parlamento británico ratifique el tratado de retirada ya firmado.
Pero de no hacerlo antes del 22 de mayo próximo, los británicos estarán obligados a participar el día siguiente en las elecciones para el Parlamento Europeo, una opción que la primera ministra británica quiere evitar a toda costa.
La crisis del Brexit parte de la negativa de los parlamentarios, en su mayoría conservadores, a apoyar una cláusula introducida por la Unión Europea para evitar el establecimiento de una frontera dura entre ambas Irlandas.
Al término de las pláticas, que estuvieron detenidas por las vacaciones de Pascua, las partes coincidieron en calificarlas de positivas y productivas, aunque sin adelantar todavía algún resultado concreto.
El ministro de Gobierno, David Lidington, por ejemplo, consideró alentador que se reconociera la necesidad de inyectarle una mayor urgencia al diálogo, mientras que la parlamentaria laborista Sue Hayman aseguró que ya se estaba discutiendo los detalles esenciales del eventual acuerdo.
El Brexit, como se le conoce a la decisión de los británicos de abandonar el bloque, debió entrar en vigor el 29 de marzo pasado, pero la negativa de la Cámara de los Comunes a respaldar el tratado de retirada negociado por la primera ministra Theresa May con sus pares europeos, obligó a posponer el divorcio para el 31 de octubre.
Según los términos acordados por los 27 miembros de la Unión Europea en una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas el 11 de abril pasado, Londres podrá abandonar la alianza tan pronto como el Parlamento británico ratifique el tratado de retirada ya firmado.
Pero de no hacerlo antes del 22 de mayo próximo, los británicos estarán obligados a participar el día siguiente en las elecciones para el Parlamento Europeo, una opción que la primera ministra británica quiere evitar a toda costa.
La crisis del Brexit parte de la negativa de los parlamentarios, en su mayoría conservadores, a apoyar una cláusula introducida por la Unión Europea para evitar el establecimiento de una frontera dura entre ambas Irlandas.