May supera voto de censura, pero división Brexit persiste
La primera ministra Theresa May superó el miércoles una moción de censura presentada por parlamentarios de su partido conservador, pero más de un tercio de los legisladores dijo que ya no era la líder adecuada para implementar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. A menos de...



La primera ministra Theresa May superó el miércoles una moción de censura presentada por parlamentarios de su partido conservador, pero más de un tercio de los legisladores dijo que ya no era la líder adecuada para implementar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
A menos de cuatro meses del 29 de marzo, la fecha prevista de salida del Reino Unido de la UE, el caos reina en el Brexit, con opciones que van desde un posible adiós sin acuerdo a la celebración de otro referendo que podría revertir el proceso.
May había suspendido el lunes una votación en el Parlamento sobre su acuerdo para el Brexit, diseñado para mantener lazos con el bloque europeo tras dos años de negociaciones, después de que quedó claro que no obtendría una mayoría.
Los críticos euroescépticos del acuerdo dentro de su propio partido provocaron un voto de censura a su liderazgo, horas después de que regresó de conversaciones con los líderes europeos con el objetivo de obtener garantías adicionales.
Tras dos horas de votación en la Cámara de los Comunes, se anunció que 200 legisladores conservadores habían votado a favor de May, pero 117 en contra, lo que indica que una división de tres décadas sobre la pertenencia a Europa sigue sin cerrarse y que la propuesta del gobierno para el Brexit está en peligro.
Piden apoyar a Theresa May
Los partidarios de May dijeron que el resultado mostró que el partido ahora debería respaldarla, pero el grupo que apoya un Brexit duro dijo que debería renunciar.
“Es un resultado terrible para la primera ministra”, dijo a la cadena de televisión BBC Jacob Rees-Mogg, líder de una facción en el partido. “Debe darse cuenta de que, según todas las normas constitucionales, debe ir a ver a la reina con urgencia y renunciar”. Chris Grayling, ministro de Transporte de May, sostuvo por su parte que fue una victoria cómoda.
La primera ministra británica dijo que escucharía a quienes votaron en su contra y que buscará garantías para la parte más controvertida de su plan: una política que impida una frontera en Irlanda.
A menos de cuatro meses del 29 de marzo, la fecha prevista de salida del Reino Unido de la UE, el caos reina en el Brexit, con opciones que van desde un posible adiós sin acuerdo a la celebración de otro referendo que podría revertir el proceso.
May había suspendido el lunes una votación en el Parlamento sobre su acuerdo para el Brexit, diseñado para mantener lazos con el bloque europeo tras dos años de negociaciones, después de que quedó claro que no obtendría una mayoría.
Los críticos euroescépticos del acuerdo dentro de su propio partido provocaron un voto de censura a su liderazgo, horas después de que regresó de conversaciones con los líderes europeos con el objetivo de obtener garantías adicionales.
Tras dos horas de votación en la Cámara de los Comunes, se anunció que 200 legisladores conservadores habían votado a favor de May, pero 117 en contra, lo que indica que una división de tres décadas sobre la pertenencia a Europa sigue sin cerrarse y que la propuesta del gobierno para el Brexit está en peligro.
Piden apoyar a Theresa May
Los partidarios de May dijeron que el resultado mostró que el partido ahora debería respaldarla, pero el grupo que apoya un Brexit duro dijo que debería renunciar.
“Es un resultado terrible para la primera ministra”, dijo a la cadena de televisión BBC Jacob Rees-Mogg, líder de una facción en el partido. “Debe darse cuenta de que, según todas las normas constitucionales, debe ir a ver a la reina con urgencia y renunciar”. Chris Grayling, ministro de Transporte de May, sostuvo por su parte que fue una victoria cómoda.
La primera ministra británica dijo que escucharía a quienes votaron en su contra y que buscará garantías para la parte más controvertida de su plan: una política que impida una frontera en Irlanda.