Parlamento catalán rechaza investidura de Quim Torra
El parlamento de Cataluña rechazó el primer intento del independentista Quim Torra de convertirse en presidente de esa comunidad autónoma, intervenida desde hace seis meses por el gobierno español para frenar sus ansias secesionistas. Para que su investidura prosperara en primera vuelta,...



El parlamento de Cataluña rechazó el primer intento del independentista Quim Torra de convertirse en presidente de esa comunidad autónoma, intervenida desde hace seis meses por el gobierno español para frenar sus ansias secesionistas.
Para que su investidura prosperara en primera vuelta, el candidato a dirigir la Generalitat (ejecutivo catalán) por la coalición conservadora Junts per Catalunya (JxCat) necesitaba la mayoría absoluta de la cámara regional, fijada en 68 de sus 135 diputados.
Torra obtuvo 66 votos a favor -los de JxCat y Esquerra Republicana (ERC), el otro gran partido separatista-, 65 en contra y cuatro abstenciones de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), la menor de las tres fuerzas favorables a la ruptura con España. El descalabro del aspirante a conducir los destinos de la próspera región de 7,5 millones de habitantes fue propiciado por la negativa de los anticapitalistas de la CUP de facilitar la llegada al poder de un dirigente que, según su criterio, apuesta por más ‘autonomismo’.
Para el representante de la CUP Carles Riera, JxCat y ERC desean entrar en un ‘ciclo autonómico’, en lugar de apostar por la desobediencia pacífica y la unilateralidad para construir la República catalana, de acuerdo con el mandato del referendo del 1 de octubre.
En su turno de réplica Torra prometió que si es designado al frente de la Generalitat ‘no hará autonomismo’ y avanzará hacia la creación de un Estado soberano en forma de república.
‘Desde el 1-O (en referencia a la consulta unilateral promovida por el independentismo pese a su prohibición por la justicia española), ya no es posible un gobierno que mire hacia atrás’, aseguró.
La imposibilidad de designar al nuevo mandatario y, con ello, acabar con meses de parálisis política en el rico territorio nororiental llevará a una segunda ronda el próximo lunes, cuando sólo sería necesaria mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
Para que su investidura prosperara en primera vuelta, el candidato a dirigir la Generalitat (ejecutivo catalán) por la coalición conservadora Junts per Catalunya (JxCat) necesitaba la mayoría absoluta de la cámara regional, fijada en 68 de sus 135 diputados.
Torra obtuvo 66 votos a favor -los de JxCat y Esquerra Republicana (ERC), el otro gran partido separatista-, 65 en contra y cuatro abstenciones de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), la menor de las tres fuerzas favorables a la ruptura con España. El descalabro del aspirante a conducir los destinos de la próspera región de 7,5 millones de habitantes fue propiciado por la negativa de los anticapitalistas de la CUP de facilitar la llegada al poder de un dirigente que, según su criterio, apuesta por más ‘autonomismo’.
Para el representante de la CUP Carles Riera, JxCat y ERC desean entrar en un ‘ciclo autonómico’, en lugar de apostar por la desobediencia pacífica y la unilateralidad para construir la República catalana, de acuerdo con el mandato del referendo del 1 de octubre.
En su turno de réplica Torra prometió que si es designado al frente de la Generalitat ‘no hará autonomismo’ y avanzará hacia la creación de un Estado soberano en forma de república.
‘Desde el 1-O (en referencia a la consulta unilateral promovida por el independentismo pese a su prohibición por la justicia española), ya no es posible un gobierno que mire hacia atrás’, aseguró.
La imposibilidad de designar al nuevo mandatario y, con ello, acabar con meses de parálisis política en el rico territorio nororiental llevará a una segunda ronda el próximo lunes, cuando sólo sería necesaria mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.