Trump ataca Siria con apoyo de Francia y Reino Unido
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció ayer su decisión de atacar territorio sirio en el marco de una operación conjunta con Francia y el Reino Unido y pocos minutos después se registraron las primeras operaciones en el territorio del Oriente Proximo. “Ordené a las Fuerzas Armadas...



El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció ayer su decisión de atacar territorio sirio en el marco de una operación conjunta con Francia y el Reino Unido y pocos minutos después se registraron las primeras operaciones en el territorio del Oriente Proximo.
“Ordené a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos realizar ataques de alta precisión contra los objetos relacionados con el potencial de las armas químicas del dictador sirio Bashar al Assad”, ha declarado el presidente Trump ante los periodistas.
“En estos momentos, ya está en marcha una operación conjunta con las Fuerzas Armadas de Francia y del Reino Unido”, precisó.
El pretexto para atacar al Estado sirio fue el presunto ataque químico en la urbe de Duma (Guta Oriental), del cual Occidente acusa, sin tener ninguna prueba, al Gobierno de Bashar al Assad.
Este 12 de abril, Trump publicó un tuit en el que advirtió a Rusia que se preparara para un ataque estadounidense contra Siria con misiles “bonitos, nuevos e inteligentes”. No obstante, no precisó entonces, cuándo sería el ataque.
“Nunca dije cuándo tendría lugar un ataque a Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto!”, expresó el mandatario estadounidense.
Algunos países occidentales responsabilizan a Bashar al Assad por el supuesto ataque químico en la localidad siria de Duma, que habría tenido lugar el 7 de abril, y consideran la posibilidad de una respuesta militar.
Contraparte
El Gobierno sirio niega vehementemente haber realizado ese ataque. Damasco, en virtud del acuerdo sobre la destrucción de sus armas químicas, suscrito en 2013, procedió a registrar todo su arsenal de ese tipo, que fue llevado fuera del territorio sirio.
En enero de 2016, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) –que recibió por ello el Premio Nobel de la Paz– anunció que el arsenal químico de Siria había sido completamente eliminado.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, subrayó que no está confirmado que en Duma se emplearan sustancias químicas prohibidas.
Los especialistas rusos de protección biológica, radiológica y química tomaron muestras de suelo en Duma, cuales no indicaron la presencia de ningún compuesto nervioso ni de cloro.
Rusia aboga por una investigación de las circunstancias del incidente, que habría tenido lugar en Duma el pasado 7 de abril, y ha instado a la OPAQ compartir lo antes posible los resultados de su trabajo en el lugar de los hechos.
El jefe del Pentágono, James Mattis, reconoció que EEUU no tiene pruebas del uso de cloro o sarín en el presunto ataque del 7 de abril en la localidad siria de Duma. Según Mattis, la única prueba del Pentágono de que este incidente tuvo lugar provino de informes de medios.
Pretexto
La semana pasada Donald Trump defendía retirar a las tropas estadounidenses de Siria y lamentaba que Washington solo ha sacado “muerte y destrucción” de Oriente Próximo. Hoy el presidente estadounidense ha ordenado un ataque militar contra el régimen de Bachar el Asad. Los dos acontecimientos revelan la ambivalencia detrás de la doctrina de Trump en el país árabe. Del aislacionismo a la contundencia bélica en pocos días.
El bombardeo a posiciones del Ejército sirio es consecuencia del ataque químico, que Washington atribuye a Damasco, el pasado sábado en Duma que mató a decenas de civiles en esa ciudad controlada por fuerzas rebeldes. Hace un año Trump autorizó el bombardeo a una base militar siria en represalia por una ofensiva con armas químicas que mató a 86 vidas en la ciudad de Jan Sheijun. Y amenazó con que no se quedaría de brazos cruzados ante atrocidades similares en la sangrienta guerra civil siria, que ha causado cientos de miles de muertes desde 2011.
EEUU bombardeó Siria varias veces desde 2014
El presidente estadounidense Donald Trump anunció este viernes un ataque conjunto con Francia y Reino Unido contra Siria, en respuesta a un supuesto ataque químico de Damasco que no fue comprobado.
Aunque el incidente ha sido desmentido por el Gobierno sirio, Rusia e, incluso, por los médicos del hospital de esa localidad, el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado reiteradas veces con que “todos pagarán un precio”.
En septiembre de 2014 el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó bombardear a Siria, junto con la denominada coalición internacional, bajo el argumento de luchar contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe).
Siria fue el séptimo país que el Premio Nobel de la Paz (2009) atacó en tan solo cinco años y medio. Desde entonces, los ataques no han cesado. El 7 de abril del año pasado Trump autorizó bombardear con 59 misiles a una base aérea de Siria, en respuesta a un supuesto ataque con armas químicas perpetrado en Idlib por el Ejército de ese país.
Un mes después, las fuerzas armadas de EE.UU. bombardearon un convoy del Ejército sirio en la ciudad de Al Tanf, cerca de la frontera jordana al sur de Siria. El ataque dejó ocho muertos.
El 5 de agosto de 2017, la coalición Internacional liderada por EE.UU. bombardeó el Hospital Nacional de Raqa, Siria. El ataque fue perpetrado con fósforo blanco, una sustancia prohibida bajo el Protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales.
Once días después realizaron una ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) en esa misma ciudad. La acción se cobró la vida de 17 personas, entre mujeres y niños, mientras que decenas resultaron heridas, mientras que zonas residenciales quedaron destruidas.
“Ordené a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos realizar ataques de alta precisión contra los objetos relacionados con el potencial de las armas químicas del dictador sirio Bashar al Assad”, ha declarado el presidente Trump ante los periodistas.
“En estos momentos, ya está en marcha una operación conjunta con las Fuerzas Armadas de Francia y del Reino Unido”, precisó.
El pretexto para atacar al Estado sirio fue el presunto ataque químico en la urbe de Duma (Guta Oriental), del cual Occidente acusa, sin tener ninguna prueba, al Gobierno de Bashar al Assad.
Este 12 de abril, Trump publicó un tuit en el que advirtió a Rusia que se preparara para un ataque estadounidense contra Siria con misiles “bonitos, nuevos e inteligentes”. No obstante, no precisó entonces, cuándo sería el ataque.
“Nunca dije cuándo tendría lugar un ataque a Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto!”, expresó el mandatario estadounidense.
Algunos países occidentales responsabilizan a Bashar al Assad por el supuesto ataque químico en la localidad siria de Duma, que habría tenido lugar el 7 de abril, y consideran la posibilidad de una respuesta militar.
Contraparte
El Gobierno sirio niega vehementemente haber realizado ese ataque. Damasco, en virtud del acuerdo sobre la destrucción de sus armas químicas, suscrito en 2013, procedió a registrar todo su arsenal de ese tipo, que fue llevado fuera del territorio sirio.
En enero de 2016, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) –que recibió por ello el Premio Nobel de la Paz– anunció que el arsenal químico de Siria había sido completamente eliminado.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, subrayó que no está confirmado que en Duma se emplearan sustancias químicas prohibidas.
Los especialistas rusos de protección biológica, radiológica y química tomaron muestras de suelo en Duma, cuales no indicaron la presencia de ningún compuesto nervioso ni de cloro.
Rusia aboga por una investigación de las circunstancias del incidente, que habría tenido lugar en Duma el pasado 7 de abril, y ha instado a la OPAQ compartir lo antes posible los resultados de su trabajo en el lugar de los hechos.
El jefe del Pentágono, James Mattis, reconoció que EEUU no tiene pruebas del uso de cloro o sarín en el presunto ataque del 7 de abril en la localidad siria de Duma. Según Mattis, la única prueba del Pentágono de que este incidente tuvo lugar provino de informes de medios.
Pretexto
La semana pasada Donald Trump defendía retirar a las tropas estadounidenses de Siria y lamentaba que Washington solo ha sacado “muerte y destrucción” de Oriente Próximo. Hoy el presidente estadounidense ha ordenado un ataque militar contra el régimen de Bachar el Asad. Los dos acontecimientos revelan la ambivalencia detrás de la doctrina de Trump en el país árabe. Del aislacionismo a la contundencia bélica en pocos días.
El bombardeo a posiciones del Ejército sirio es consecuencia del ataque químico, que Washington atribuye a Damasco, el pasado sábado en Duma que mató a decenas de civiles en esa ciudad controlada por fuerzas rebeldes. Hace un año Trump autorizó el bombardeo a una base militar siria en represalia por una ofensiva con armas químicas que mató a 86 vidas en la ciudad de Jan Sheijun. Y amenazó con que no se quedaría de brazos cruzados ante atrocidades similares en la sangrienta guerra civil siria, que ha causado cientos de miles de muertes desde 2011.
EEUU bombardeó Siria varias veces desde 2014
El presidente estadounidense Donald Trump anunció este viernes un ataque conjunto con Francia y Reino Unido contra Siria, en respuesta a un supuesto ataque químico de Damasco que no fue comprobado.
Aunque el incidente ha sido desmentido por el Gobierno sirio, Rusia e, incluso, por los médicos del hospital de esa localidad, el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado reiteradas veces con que “todos pagarán un precio”.
En septiembre de 2014 el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó bombardear a Siria, junto con la denominada coalición internacional, bajo el argumento de luchar contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe).
Siria fue el séptimo país que el Premio Nobel de la Paz (2009) atacó en tan solo cinco años y medio. Desde entonces, los ataques no han cesado. El 7 de abril del año pasado Trump autorizó bombardear con 59 misiles a una base aérea de Siria, en respuesta a un supuesto ataque con armas químicas perpetrado en Idlib por el Ejército de ese país.
Un mes después, las fuerzas armadas de EE.UU. bombardearon un convoy del Ejército sirio en la ciudad de Al Tanf, cerca de la frontera jordana al sur de Siria. El ataque dejó ocho muertos.
El 5 de agosto de 2017, la coalición Internacional liderada por EE.UU. bombardeó el Hospital Nacional de Raqa, Siria. El ataque fue perpetrado con fósforo blanco, una sustancia prohibida bajo el Protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales.
Once días después realizaron una ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) en esa misma ciudad. La acción se cobró la vida de 17 personas, entre mujeres y niños, mientras que decenas resultaron heridas, mientras que zonas residenciales quedaron destruidas.