Indiferencia en Perú a días de la Cumbre de las Américas
El desinterés de los peruanos en torno a la VIII Cumbre de las Américas, a cinco días del evento, se refleja en los medios de prensa, que dan poca o en algunos casos ninguna importancia a la cita presidencial y recogen voces críticas. Si bien el gobierno resalta con frecuencia que la...



El desinterés de los peruanos en torno a la VIII Cumbre de las Américas, a cinco días del evento, se refleja en los medios de prensa, que dan poca o en algunos casos ninguna importancia a la cita presidencial y recogen voces críticas.
Si bien el gobierno resalta con frecuencia que la cumbre es un hecho favorable a la imagen del país, tras un cambio de presidencial constitucional debido a problemas de corrupción, tema estelar de la reunión en la que muchos participantes tienen problemas en ese ámbito.
La gente de la calle, cuando los reporteros preguntan sobre la cumbre, se encoge de hombros, señala que primero están sus problemas inmediatos o expresan una actitud extendida de rechazo a cualquier instancia político administrativa, recogida por sectores populares con el lema ‘que se vayan todos’.
En ese contexto, la economista y consultora internacional Ariella Ruiz Caro opinó en un análisis sobre la cumbre, señala que el tema de la corrupción es muy adecuado para la situación de América Latina con la empresa brasileña Odebrecht y para la de Trump con sus problemas de corrupción y nepotismo.
Menciona al respecto ‘el agresivo discurso contra los migrantes, la prepotencia con la que Donald Trump anuncia la construcción del muro en la frontera con México y el envío de tropas a esa zona, sus referencias a Haití y otros lugares de Centroamérica como ‘países de mierda’’ y otros hechos.
Tras señalar que el gobernante norteamericano provoca una guerra comercial con China que puede afectar a la economía mundial, Ruiz Caro dice que en el continente pretende que en adelante ‘las relaciones comerciales serán justas y recíprocas’, lo que la analista considera ‘una falacia’.
El escenario reseñado, para la experta, determina que la Cumbre será intrascendente, sin un proyecto político claro para la región, con un retroceso de las normas ambientales y con una posición dividida frente al caso de Venezuela.
Si bien el gobierno resalta con frecuencia que la cumbre es un hecho favorable a la imagen del país, tras un cambio de presidencial constitucional debido a problemas de corrupción, tema estelar de la reunión en la que muchos participantes tienen problemas en ese ámbito.
La gente de la calle, cuando los reporteros preguntan sobre la cumbre, se encoge de hombros, señala que primero están sus problemas inmediatos o expresan una actitud extendida de rechazo a cualquier instancia político administrativa, recogida por sectores populares con el lema ‘que se vayan todos’.
En ese contexto, la economista y consultora internacional Ariella Ruiz Caro opinó en un análisis sobre la cumbre, señala que el tema de la corrupción es muy adecuado para la situación de América Latina con la empresa brasileña Odebrecht y para la de Trump con sus problemas de corrupción y nepotismo.
Menciona al respecto ‘el agresivo discurso contra los migrantes, la prepotencia con la que Donald Trump anuncia la construcción del muro en la frontera con México y el envío de tropas a esa zona, sus referencias a Haití y otros lugares de Centroamérica como ‘países de mierda’’ y otros hechos.
Tras señalar que el gobernante norteamericano provoca una guerra comercial con China que puede afectar a la economía mundial, Ruiz Caro dice que en el continente pretende que en adelante ‘las relaciones comerciales serán justas y recíprocas’, lo que la analista considera ‘una falacia’.
El escenario reseñado, para la experta, determina que la Cumbre será intrascendente, sin un proyecto político claro para la región, con un retroceso de las normas ambientales y con una posición dividida frente al caso de Venezuela.