El presidente del BCB defiende la salud de la economía boliviana
La economía no será objeto de debate en las próximas elecciones ni mucho menos motivo de desgaste para el actual Gobierno, al menos si logra reunir media docena de voceros en el tema tan lúcidos como el octogenario presidente del Banco Central de Bolivia, Pablo Ramos, chaqueño para más...



La economía no será objeto de debate en las próximas elecciones ni mucho menos motivo de desgaste para el actual Gobierno, al menos si logra reunir media docena de voceros en el tema tan lúcidos como el octogenario presidente del Banco Central de Bolivia, Pablo Ramos, chaqueño para más señas y con una marcada vocación por la docencia, como le reconocía el Rector de la Universidad Católica Boliviana (UCB), José Loaiza, al finalizar su exposición en el salón de actos. En la mañana, Ramos ya había disertado en la Juan Misael Saracho y había dejado profusos datos y horizontes en la sesión de la Asamblea Legislativa Departamental, donde se le condecoró con la medalla Eustaquio Méndez por su dilatada trayectoria.
La conferencia titulaba “Situación Actual y Perspectivas de la Economía Boliviana”, y sirvió para que el intelectual enmarcara ante una juvenil audiencia muy millennial – foto a cada diapositiva – los principios básicos del modelo económico desarrollado en los 12 años de Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), del que abiertamente se confiesa, obviamente, militante activo lejos de las posiciones “moderadas” de otras épocas. Es ahí donde Ramos, que además tiene el privilegio de hablar en primera persona sobre los acontecimientos narrados, incidió: “hablamos del cambio porque hay un Gobierno integrado por los que quieren cambio. Parece imperceptible, pero no lo es”.
Ramos habló de soberanía económica con profundidad y con ejemplos mientras los jóvenes tomaban notas o chequeaban google, tal vez para contrastar. Ramos habló del Estado mendigo y su difícil tránsito al Estado Plurinacional. Del papel residual que al Estado le daban los Gobiernos de los 80 - 90 mientras las empresas transnacionales vaciaban el país de dólares, y de cómo la regulación – o desregulación - de entonces propiciaba eso. Ramos habló de la capacidad de tomar decisiones soberanas, aunque no habló de los depósitos en bancos de Estados Unidos de las Reservas Internacionales Netas.
Ramos, acompañado por el sector más izquierdista del MAS – Tarija, además de los asambleístas Rubén Velasco, Amanda Calizaya y el presidente del Legislativo Guillermo Vega, habló del papel del Estado en la dinamización de la economía y en la formación de excedente a través de la empresa pública, Ramos lamentó la debilidad de la Empresa Nacional y lo atribuyó a causas históricas citando incluso a Víctor Paz Estenssoro, Ramos llegó incluso a caricaturizar un sector empresarial “familiar” donde hasta los bancos son propiedad de unos pocos y no cotizan, pero Ramos no mencionó las medidas de Gobierno que dilapidan el mínimo excedente que logran las pequeñas empresas y se convierten en dobles aguinaldos – con destino a mercadería americana o china –, incrementos, discriminaciones normativas u otras exigencias.
Ramos habló orgulloso de las medidas operadas para bolivianizar la economía y convertir el dinero en dinero: el de uso, de ahorro y de cuenta. Ramos habló de encaje legal, de tipo de cambio fijo, del IT y de otra inmensidad de conceptos ligados, traídos y llevados, desde su compromiso progresista y lúcido, a los 81, delante de una audiencia de 20 años promedio, cuando menos, admirada. Al final, Ramos aclaró que el endeudamiento – el pero que la oposición ha empezado a martillear para desacreditar la gestión – está en el 24 por ciento, muy por debajo del 40 por ciento que consideran prudente los organismos internacionales para una economía como la boliviana. “Digan, pero no es verdad” cerró Ramos.
Ramos: “Los bancos ganan mucho en Argentina”
El presidente del Banco Central de Bolivia (BCB, Pablo Ramos, negó un posible contagio de la crisis argentina a Bolivia, puesto que se trata de un problema con la confianza en la moneda nacional que no existe en Bolivia e indicó que se monitorean fronteras para ver evoluciones, pero que el impacto es mínimo. En un momento de su intervención, Ramos mostró que la ganancia de los bancos sobre la formación de capital es del 35 por ciento, deslizando uno de los verdaderos orígenes de la crisis en el país vecino. “Los bancos ganan mucho en la Argentina”.
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La conferencia titulaba “Situación Actual y Perspectivas de la Economía Boliviana”, y sirvió para que el intelectual enmarcara ante una juvenil audiencia muy millennial – foto a cada diapositiva – los principios básicos del modelo económico desarrollado en los 12 años de Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), del que abiertamente se confiesa, obviamente, militante activo lejos de las posiciones “moderadas” de otras épocas. Es ahí donde Ramos, que además tiene el privilegio de hablar en primera persona sobre los acontecimientos narrados, incidió: “hablamos del cambio porque hay un Gobierno integrado por los que quieren cambio. Parece imperceptible, pero no lo es”.
Ramos habló de soberanía económica con profundidad y con ejemplos mientras los jóvenes tomaban notas o chequeaban google, tal vez para contrastar. Ramos habló del Estado mendigo y su difícil tránsito al Estado Plurinacional. Del papel residual que al Estado le daban los Gobiernos de los 80 - 90 mientras las empresas transnacionales vaciaban el país de dólares, y de cómo la regulación – o desregulación - de entonces propiciaba eso. Ramos habló de la capacidad de tomar decisiones soberanas, aunque no habló de los depósitos en bancos de Estados Unidos de las Reservas Internacionales Netas.
Ramos, acompañado por el sector más izquierdista del MAS – Tarija, además de los asambleístas Rubén Velasco, Amanda Calizaya y el presidente del Legislativo Guillermo Vega, habló del papel del Estado en la dinamización de la economía y en la formación de excedente a través de la empresa pública, Ramos lamentó la debilidad de la Empresa Nacional y lo atribuyó a causas históricas citando incluso a Víctor Paz Estenssoro, Ramos llegó incluso a caricaturizar un sector empresarial “familiar” donde hasta los bancos son propiedad de unos pocos y no cotizan, pero Ramos no mencionó las medidas de Gobierno que dilapidan el mínimo excedente que logran las pequeñas empresas y se convierten en dobles aguinaldos – con destino a mercadería americana o china –, incrementos, discriminaciones normativas u otras exigencias.
Ramos habló orgulloso de las medidas operadas para bolivianizar la economía y convertir el dinero en dinero: el de uso, de ahorro y de cuenta. Ramos habló de encaje legal, de tipo de cambio fijo, del IT y de otra inmensidad de conceptos ligados, traídos y llevados, desde su compromiso progresista y lúcido, a los 81, delante de una audiencia de 20 años promedio, cuando menos, admirada. Al final, Ramos aclaró que el endeudamiento – el pero que la oposición ha empezado a martillear para desacreditar la gestión – está en el 24 por ciento, muy por debajo del 40 por ciento que consideran prudente los organismos internacionales para una economía como la boliviana. “Digan, pero no es verdad” cerró Ramos.
Ramos: “Los bancos ganan mucho en Argentina”
El presidente del Banco Central de Bolivia (BCB, Pablo Ramos, negó un posible contagio de la crisis argentina a Bolivia, puesto que se trata de un problema con la confianza en la moneda nacional que no existe en Bolivia e indicó que se monitorean fronteras para ver evoluciones, pero que el impacto es mínimo. En un momento de su intervención, Ramos mostró que la ganancia de los bancos sobre la formación de capital es del 35 por ciento, deslizando uno de los verdaderos orígenes de la crisis en el país vecino. “Los bancos ganan mucho en la Argentina”.
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