El higo en la dieta diaria
El higo es muy energético y puede incluirse en multitud de platos para enriquecer calóricamente la dieta con poco volumen de alimento cuando sea necesario. De esta manera, considera muy útil su incorporación en los menús de personas mayores desnutridas y de pacientes oncológicos, entre...



El higo es muy energético y puede incluirse en multitud de platos para enriquecer calóricamente la dieta con poco volumen de alimento cuando sea necesario. De esta manera, considera muy útil su incorporación en los menús de personas mayores desnutridas y de pacientes oncológicos, entre otros.
A tomar en cuenta
Frescos, suelen tomarse como postre o para picar, aunque también dan mucho juego en la cocina. Mermeladas; tarta de higos; ensalada con mezcla de lechugas, higos y jamón; salsa de higos con cebolla caramelizada o canapés de higos con queso, son sólo algunas sugerencias para disfrutar de este producto de temporada. Los higos secos por su parte aportan magnesio, calcio, fósforo, yodo, zinc y sodio, además de vitaminas A, C, D, E y del grupo B en cantidades variables.
Están compuestos de agua en una proporción que oscila entre el 70 y el 80% aproximadamente, y tienen entre un 12 y un 19% de hidratos de carbono, concretamente sacarosa, fructosa y glucosa. Son ricos en vitaminas y minerales como la vitamina C, los betacarotenos, el potasio, el magnesio, el calcio y el fósforo, algunos de los cuales tienen ciertos efectos antioxidantes.