Todos contra el tabaco

En Bolivia los datos son para analizarlos: El 21,9% de los hombres y alrededor del 9% de las mujeres consumen tabaco diariamente

El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una efeméride promulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1987, con el objetivo de informar y concienciar a las personas sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y de la exposición pasiva al humo de esta sustancia.

Con la celebración de este día se trata de disuadir a las personas del consumo del tabaco en todas sus formas. Asimismo, evidenciar las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras para incitar al consumo de tabaco y divulgar las actividades de la OMS en la lucha contra el tabaquismo.

El consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas en el mundo, una cifra que se estima aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales para el 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.

Algunos estudios señalan que el efecto sobre la fertilidad y sobre todo, sobre la propia imagen, constituyen elementos más poderosos para dejar de fumar

En Bolivia los datos son para analizarlos: El 21,9% de los hombres y alrededor del 9% de las mujeres consumen tabaco diariamente. Más aún, 46.6% de las personas jóvenes están expuestas al humo de tabaco ajeno y cada año, más de 4.600 bolivianos y bolivianas mueren por enfermedades relacionadas al consumo de tabaco.

En cuanto a porcentajes no distan demasiado de los promedios mundiales: se estima que unos 1.300 millones de personas de los 8.000 fuman, sin embargo, estudios más pormenorizados señalan que la cantidad consumida en Bolivia es menor. Esto se debe por un lado al poder adquisitivo y por otro, a que muchos de los efectos adictivos del tabaco se “suplen” con el consumo de hoja de coca, sin entrar a valorar qué dependencia es más preocupante.

El tabaco es perjudicial para todo y para todos: causa enfermedades, muertes, empobrece a las familias y debilita las economías nacionales, por el aumento del gasto sanitario. Los expertos insisten en esto e instan a dejar de fumar por muchas razones, aunque sea las de salud las más recomendables, aunque también son las menos persuasivas.

Fumar productos de tabaco es la principal causa de los casos de cáncer de pulmón. Igualmente se ha demostrado que inciden en la aparición de tumores en otras partes del cuerpo: laringe, faringe, boca, esófago, vejiga, riñón y páncreas.

Además, fumar incrementa el ritmo del corazón y la presión arterial, aumentando el riesgo de padecer una enfermedad coronaria y también suele causar estrechamiento de los bronquios y destrucción de los alveolos pulmonares. Muchos fumadores padecen de bronquitis crónica y enfisema. Todos estos síntomas pueden causar enfermedades del sistema respiratorio, siendo la más grave la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

No parece sin embargo que ninguna de estas consecuencias sean las más poderosas a la hora de dejar de fumar: algunos estudios señalan que el efecto sobre la fertilidad y sobre todo, sobre la propia imagen, constituyen elementos más poderosos en ese camino.

En el Día Mundial sin Tabaco, conviene poner el acento en las políticas educativas para que todos pongamos de nuestra parte: acabar con el consumo del tabaco y mantenerlo alejado de nuestros jóvenes es sin duda la mejor de las políticas de salud que podemos implementar.


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