Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Argentina abierta

Los sondeos hoy no son capaces de averiguar el efecto que están teniendo las alianzas de Milei, ni la irrupción de Macri, ni las promesas de Massa

Argentina camina aceleradamente hacia la segunda vuelta electoral en una carrera electoral ciertamente disparatada que se viene corriendo desde muy temprano y en la que ha pasado de todo, por lo que ninguna conclusión de hoy después del debate será definitiva hasta el mismo día en que lo sea: el próximo domingo a eso de las 20.00 cuando cierren los colegios electorales.

El estado de ansiedad económico hace tiempo que es el estado natural de las cosas, pues el estallido de 2001 no tuvo otro origen que ese y, desde entonces, no ha habido un solo momento en el que no haya habido miedos, riesgos, cálculos y acusaciones mutuas. Las tuvieron los Kirchner, las tuvo Mauricio Macri y las ha tenido Alberto Fernández, seguramente el presidente más intrascendente de la historia argentina, en este último tramo.

Sea por eso o por otra cosa, no ha habido concesiones. Apenas los dos últimos meses de 2019 hubo una pequeña tregua, pues inmediatamente después llegó la pandemia y en Argentina no se vivió como “un desafío de país”, sino como otra oportunidad para desgastar al adversario. El día que trascendieron las imágenes de Alberto Fernández de cena familiar en medio del confinamiento se rompió también la paz en el bloque peronista, y definitivamente, los malos resultados en las legislativas acabaron por evidenciar lo político de la situación, pues se levantaron todas las medidas.

Milei transitaba por los canales de televisión como analista pintoresco, pero que el clima de agotamiento generalizado lo convirtió en referente

Aquel fue el caldo de cultivo de un Javier Milei que transitaba por los canales de televisión como analista pintoresco, pero que el clima de agotamiento generalizado lo convirtió en referente primero y alternativa después, pues la salida de la pandemia fue caótica, más que en el resto del continente y del mundo.

Las PASO configuraron el espacio político basado en la rabia, Milei era el referente de quienes lo querían romper todo mientras   que la derecha tradicional se quedaba sin espacio en la confrontación y el candidato peronista trataba de poner paños fríos en la situación general.

Le funcionó, pues fue el candidato más votado en la primera vuelta, pero sobre todo, frenó el crecimiento de La Libertad Avanza en seco, lo que ha obligado a sus estrategas a dar pasos acelerados para encontrar la macrismo rompiendo muchos de sus mantras principales – “la casta” – y edulcorando sus planes de recortes como dogma libertario.

Los sondeos hoy no son capaces de averiguar el efecto que están teniendo estas decisiones en el electorado, ni la irrupción de Mauricio Macri a defender la opción Milei por sobre Massa, ni el efecto de la promesa de gobierno de “unidad nacional” del peronismo. No lo son porque hace tiempo que los sondeos no sirven para anticipar un escenario sino para configurarlo, y en Argentina volvió a fallar estrepitosamente.

El debate de esta noche, cuyo impacto en la opinión pública tampoco recogerán los sondeos, se presume clave sobre todo para Milei, que tiene que sumar apoyos sin perder los que tiene, mientras que Massa puede caer en el error del triunfalismo.

Lo que suceda afectará en Bolivia y en particular, en las fronteras tarijeñas, así que conviene mantenernos atentos.


Más del autor
Tema del día
Tema del día
Sama, un Pacto por la vida
Sama, un Pacto por la vida