Cuidar Compadres

Compadres es la red social a la antigua. Los jóvenes y no tan jóvenes se citan, se encuentran, se abrazan y se regalan cosas, van pintudos, se muestran como son pero también posan

Llegó el Jueves de Compadres, sin duda uno de los días grandes de la agenda folklórica tarijeña; el que abre el Carnaval chapaco y el que calienta los motores para Comadres, que se ha convertido ya en la referencia carnavalera para todo el país y el día más importante de estas fechas, incluso turísticamente.

Aunque hay cierta literatura que describen la fecha en la historia tarijeña más antigua, la eclosión ha llegado en los últimos 40 años, cuando la espiritualidad del festejo entre fraternos amigos se ha acompañado con otros elementos más folklóricos, sus camisas, su Campo de los Compadres, sus cuecas, y demás.

Esta revitalización moderna del festejo le da nuevas perspectivas. Cultivar la amistad es un valor muy recomendable y no precisamente muy extendido en estos tiempos modernos donde todo se compra por internet, incluso las citas, y algunos llegan a considerar amigo hasta al youtuber de moda, a miles de “seguidores” a los que nunca vio la cara.

Compadres es la red social a la antigua. Los jóvenes y no tan jóvenes se citan, se encuentran, se abrazan y se regalan cosas, van pintudos, se muestran como son pero también posan. La mayoría lo pasa bien. Algunos se exceden. En un tiempo en el que se habla demasiado de las nuevas masculinidades, es bueno hacer un repaso a la tradición de compadres con la mente abierta y sin prejuicios. Lo importante de este día es compartir, y eso queda en la esencia.

A partir de aquí, lo que queda es desear que el Carnaval que hoy empieza oficialmente transcurra, al menos, con normalidad. Que no haya excesos con las bebidas alcohólicas; que no haya accidentes de tránsito; que no haya violaciones ni abusos; que no haya conciertos cancelados, ni hurtos, ni estafas. En esto, le toca al tarijeño mostrarse como buen anfitrión, algo que va más allá de abrir las puertas de casa y observar las buenas costumbres, sino que implica ser guardián de las mismas en la calle y los actos públicos para que Tarija no se convierta en lo que no es.

Después vendrán las evaluaciones, pues para algunos un buen Carnaval es aquel en el que vienen muchos visitantes desde lejos y gastan mucho dinero en el departamento, mientras que para otros es un Carnaval en el que la hoja de crónica roja queda en blanco, y para otros es el termómetro de la cohesión social, la puerta de escape, la salida prevista. Si todo pudiera ser tan fácil como disfrutar del Carnaval, olvidarse de todo aunque sea solo por unos días, preocuparse solo por los cercanos, por su bienestar, por su felicidad.

El Carnaval chapaco viene pegando fuerte en el país y es ya una referencia para los jóvenes a uno y otro lado de la frontera. Es responsabilidad de todos cuidarlo, pasándolo bien y honrando la convivencia.

Desde el diario El País les transmitimos los mejores deseos para estas fiestas con un solo deseo: que reine la paz.


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