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La economía sigue avanzando

Muchos analistas económicos afirman que la recuperación económica del 2021 respecto al 2020 fue un efecto rebote –es decir, estrictamente un efecto estadístico, que no reflejaba una recuperación real– por las caídas abruptas de muchas variables macroeconómicas, bajo un contexto de conflictos sociales a fines de 2019 y el inicio de la pandemia del COVID-19 en 2020. Sin embargo, si éste fuera el caso, la comparación entre la gestión 2021 y 2022 tendría que mostrar datos negativos; no obstante, las cifras muestran todo lo contrario.

Hace algunos días, el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en su presentación sobre la evaluación de la economía boliviana de 2022 resaltó el buen desempeño macroeconómico en el país, pese a un contexto internacional de incertidumbre económica, por la creciente inflación a nivel mundial, debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y los efectos negativos que dejó la emergencia sanitaria.

Entre las variables macroeconómicas que destacó fue la recuperación continua y significativa de las recaudaciones tributarias, debido a la mejora de la actividad económica y las numerosas medidas de oferta y demanda aplicadas por el gobierno nacional como ser: el Bono Contra el Hambre, el Reintegro en efectivo del IVA, el apoyo con incentivos tributarios y crediticios al sector productivo, entre otros.

El principal propósito de estas medidas fue reactivar y reconstruir la economía boliviana, impulsando la demanda interna, después de una gestión deficiente y los desequilibrios macroeconómicos observados entre fines de 2019 y durante 2020, que fue ahondado por la pandemia del COVID-19, ocasionando que las recaudaciones tributarias cayeran en 23% entre esos dos años.

Desde 2021, con el restablecimiento del modelo económico boliviano se buscó priorizar la demanda interna con el fin de fomentar la dinamización de la economía para continuar mejorando la calidad de vida de las familias bolivianas. En este marco, el comportamiento positivo que mostraron las recaudaciones tributarias a lo largo de la gestión 2021 y 2022 evidencian que no se trata de un efecto rebote, ni tampoco de una pizca de suerte, sino de una gestión económica que ha sobrellevado embates externos e internos (paro de Santa Cruz), impulsando la reactivación económica interna.

Entonces, entre 2020 y 2021, las recaudaciones tributarias crecieron en 15% –es decir, de Bs42.630 millones a Bs49.018 millones–, porcentaje que fue muy criticado por analistas, por lo explicado anteriormente; no obstante, entre 2021 y 2022, con datos a noviembre, también se registró un crecimiento de 22%, es decir de Bs44.203 millones a Bs54.142 millones respectivamente. Destaca que el monto recaudado al mes de octubre de 2022 ya superó los niveles de recaudación de toda la gestión 2021 y para el cierre de la presente gestión, como lo señaló la autoridad económica se prevé superar los niveles prepandémicos como 2018 y 2019, con una recaudación superior a los Bs57.000 millones.

Según tipo de impuesto, en el mismo período, el IVA mejoró un 15%, pasando de Bs 17.392 millones a Bs19.993 millones, el IUE subió un 54%, de Bs6.316 millones a 9.709, el IT de Bs4.556 millones a Bs5.469 millones que representó un 20%, de igual manera, el IDH, GA y el ICE con variaciones positivas de 31%, 33% y 8%, respectivamente.   

Por tanto, queda claro que diversos sectores económicos están retomando la dinámica observada en gestiones anteriores a 2020 con ingresos favorables por sus actividades y/o servicios, lo que se constata en las recaudaciones tributarias. Asimismo, se muestra que la economía boliviana mantiene un ritmo de recuperación favorable y refleja que ¡la economía sigue avanzando!

 

*es economista


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