Canaletas – Entre Ríos en manos de Evo
Finalmente será el Presidente Evo Morales el que defina la suerte de la variante Canaletas – Entre Ríos luego de una reunión netamente política que según confirmaron los dirigentes del Transporte y los de la ABC, se celebrará esta misma mañana en Palacio de Gobierno. Por el medio...
Finalmente será el Presidente Evo Morales el que defina la suerte de la variante Canaletas – Entre Ríos luego de una reunión netamente política que según confirmaron los dirigentes del Transporte y los de la ABC, se celebrará esta misma mañana en Palacio de Gobierno.
Por el medio quedan años de negociación técnica y observaciones de diferentes tipos, así como las consideraciones más puramente económicas y que solo han contribuido a alimentar absurdamente la desafección. Evo Morales no va a decidir técnicamente, sino políticamente, si la ABC debe hacerse cargo de ese mantenimiento o no.
Unos y otros seguramente le expondrán sus argumentos de todo color, arriando a su vera el ascua, pero finalmente el Presidente lo ponderará como todo en estas épocas, y lo cierto es que cualquier otra decisión que no sea instruir a la ABC hacerse cargo de una carretera de poco más de 20 kilómetros sería una reverenda torpeza.
La ABC detallaba el pasado domingo que en 13 años de Gobierno del MAS habían invertido 216 millones de dólares en Tarija, menos que tres líneas de teleférico en La Paz
La ABC detallaba el pasado domingo que en 13 años de Gobierno del MAS habían invertido 216 millones de dólares en Tarija, y nadie supo precisar con certeza si ese argumento sumaba a favor de la ABC o a favor de los Transportistas, que demandan una atención más eficaz en el departamento.
Las tres primeras líneas del teleférico paceño ya superaron esa cifra (234,6 millones de dólares según los cálculos más conservadores), y se invirtieron en apenas una legislatura. La segunda fase habla de inversiones próximas a los mil millones de dólares. Y mientras tanto, en el territorio desde el que se han extraído 35.000 millones de dólares en esa misma etapa, apenas se han invertido 226.
El detalle es casi peor, pues cuentan la finalización de la ruta a Potosí, que demoró década y media y que nunca fue entregada oficialmente ante el cúmulo de desastres que se encontraban en el trazado. Lo propio sucedió con la Entre Ríos – Palos Blancos, iniciada en 2014 tras años de pulseta y entregada en 2018 luego de que la ABC hiciera la vista gorda sobre varios temas esenciales, se recibió de forma casi clandestina ya cuando los derrumbes habían empezado. La falta de mantenimiento la convirtió en una vergüenza en apenas seis meses.
La ABC cuenta también el túnel de La Queñua, el puente del Pilcomayo y la carretera Palo Marcado – Br 94, más allá de Ibibobo, que conecta con Paraguay y que pasa por ser una de las menos transitadas del departamento. Eso sí, está en perfectas condiciones incluso para avionetas.
Con esta hoja de servicios y dada la historia de la Canaletas – Entre Ríos (una obra de una década ejecutada por un consorcio tarijeño y recibida por Lino Condori en 2013 pese a que ya existían las observaciones), pero sobre todo su utilidad (la ruta ahorra entre 3 y 4 horas de viaje en un trazado mucho más seguro que el de Narváez – Cuesta de Castellón, cuyos costos de mantenimiento se han reducido a mínimos porque, básicamente, nadie la usa ya), le resultaría muy difícil al Presidente Evo Morales negarse al pedido de un sector fuerte y precipitar las incomodidades de todos los tarijeños. Lo lamentable es que lo político se imponga a lo técnico y más aún, a lo solidario.
Por el medio quedan años de negociación técnica y observaciones de diferentes tipos, así como las consideraciones más puramente económicas y que solo han contribuido a alimentar absurdamente la desafección. Evo Morales no va a decidir técnicamente, sino políticamente, si la ABC debe hacerse cargo de ese mantenimiento o no.
Unos y otros seguramente le expondrán sus argumentos de todo color, arriando a su vera el ascua, pero finalmente el Presidente lo ponderará como todo en estas épocas, y lo cierto es que cualquier otra decisión que no sea instruir a la ABC hacerse cargo de una carretera de poco más de 20 kilómetros sería una reverenda torpeza.
La ABC detallaba el pasado domingo que en 13 años de Gobierno del MAS habían invertido 216 millones de dólares en Tarija, menos que tres líneas de teleférico en La Paz
La ABC detallaba el pasado domingo que en 13 años de Gobierno del MAS habían invertido 216 millones de dólares en Tarija, y nadie supo precisar con certeza si ese argumento sumaba a favor de la ABC o a favor de los Transportistas, que demandan una atención más eficaz en el departamento.
Las tres primeras líneas del teleférico paceño ya superaron esa cifra (234,6 millones de dólares según los cálculos más conservadores), y se invirtieron en apenas una legislatura. La segunda fase habla de inversiones próximas a los mil millones de dólares. Y mientras tanto, en el territorio desde el que se han extraído 35.000 millones de dólares en esa misma etapa, apenas se han invertido 226.
El detalle es casi peor, pues cuentan la finalización de la ruta a Potosí, que demoró década y media y que nunca fue entregada oficialmente ante el cúmulo de desastres que se encontraban en el trazado. Lo propio sucedió con la Entre Ríos – Palos Blancos, iniciada en 2014 tras años de pulseta y entregada en 2018 luego de que la ABC hiciera la vista gorda sobre varios temas esenciales, se recibió de forma casi clandestina ya cuando los derrumbes habían empezado. La falta de mantenimiento la convirtió en una vergüenza en apenas seis meses.
La ABC cuenta también el túnel de La Queñua, el puente del Pilcomayo y la carretera Palo Marcado – Br 94, más allá de Ibibobo, que conecta con Paraguay y que pasa por ser una de las menos transitadas del departamento. Eso sí, está en perfectas condiciones incluso para avionetas.
Con esta hoja de servicios y dada la historia de la Canaletas – Entre Ríos (una obra de una década ejecutada por un consorcio tarijeño y recibida por Lino Condori en 2013 pese a que ya existían las observaciones), pero sobre todo su utilidad (la ruta ahorra entre 3 y 4 horas de viaje en un trazado mucho más seguro que el de Narváez – Cuesta de Castellón, cuyos costos de mantenimiento se han reducido a mínimos porque, básicamente, nadie la usa ya), le resultaría muy difícil al Presidente Evo Morales negarse al pedido de un sector fuerte y precipitar las incomodidades de todos los tarijeños. Lo lamentable es que lo político se imponga a lo técnico y más aún, a lo solidario.
