La caída del petróleo y la solidez del modelo boliviano en año de campaña

El Presupuesto General del Estado 2019, como cualquier año electoral, se ha inflado convenientemente para mostrar números poderosos de crecimiento, de volumen de ingresos y gastos, de inversión pública, etc. Se trata de un presupuesto con los viejos trucos del pasado que hacen trampas por la...

El Presupuesto General del Estado 2019, como cualquier año electoral, se ha inflado convenientemente para mostrar números poderosos de crecimiento, de volumen de ingresos y gastos, de inversión pública, etc. Se trata de un presupuesto con los viejos trucos del pasado que hacen trampas por la parte del cálculo de los ingresos para incluir muchas primeras piedras en los gastos y que finalmente, quien sabe quién las pagará; y cómo.

En el caso boliviano, no resulta difícil cuadrar al alza los ingresos. Estimaciones sobre el precio del petróleo para 2019 hay tantas como analistas, y aunque la mayoría parece apostar a que se mantendrá en la horquilla de los 60-65 dólares, no viene mal recordar que son los mismos que hablaban del “petróleo barato nunca más” unas semanas antes de su desplome a mediados de 2014 y que llevó al barril desde los 120 a los 29 en 14 meses. El PGE 2019 tiene estimado 50 dólares por barril, luego de que en los últimos ejercicios se dejara en 45 por prudencia y estrategia. El WTI de referencia para Bolivia cerró ayer en 47,94 luego de que lleve varias semanas por debajo de la barrera de los 50. Los primeros analistas empiezan a insinuar que los acuerdos de la OPEP ya han sido amortizados, que Trump necesita petróleo barato para culminar su primera legislatura con buenos números macro y microeconómicos, y que el no convencional va a volver a inundar el mercado en 2019 trayendo problemas para países como Bolivia.
Bolivia venderá menos y más barato lo que probablemente venga a complicar el decimocuarto año de gestión al hilo de Evo Morales. No se podrá decir, por tanto, que será fruto de la casualidad ni de la mala suerte, sino de la negligencia
Los precios del barril son un factor incontrolable para Bolivia; no tanto la escasez de mercados y las pocas ganas de los vecinos de comprar gas tarijeño. Son cuestiones de diplomacia y habilidad económica, aunque a nadie se le escapa que Bolsonaro y Macri disfrutarían de lo lindo  viendo sufrir a Evo Morales, tieso de liquidez una vez que cierren ductos o simplemente, retengan facturas como el Gobierno argentino ya ha hecho en este 2018.

Los volúmenes de venta de gas estimados en el PGE 2019 optan por la continuidad de lo ejecutado en los últimos años, siempre con esa dosis de optimismo que imprime el Ministro Luis Alberto Sánchez. Sin embargo, y puestos en contexto político y en las propias determinaciones manifestadas por el futuro Gobierno brasilero, que anunció recortaría a la mitad las compras, y del Gobierno argentino, que pide más o menos lo mismo con presión incluida, no parece probable que se cumplan las previsiones.

Es decir, Bolivia venderá menos y más barato y probablemente venga a complicar el decimocuarto año de gestión al hilo de Evo Morales. No se podrá decir, por tanto, que será fruto de la casualidad ni de la mala suerte, sino de una gestión de 14 años negligente, incapaz de modificar la dependencia exportadora.

Los problemas de liquidez en años de campaña se arreglan con primeras piedras en vez de entregas, talones gigantes sin respaldo y unas buenas dosis de ingeniería financiera; pero cuando el problema viene de lejos y las fuentes de financiación están copadas apenas queda la vía del endeudamiento “soberano” en forma de bonos o de la contratación de deuda bilateral con las nuevas potencias emergentes, que esencialmente no distan tanto del imperialismo clásico de toda la vida. Las consecuencias se conocen después.

Los tiempos, en política, son muy importantes. Y abrir las ventanas para que entre aire y luz resulta fundamental. El sólido modelo de economía boliviana sostenido, adulado tantas veces por los guardianes de la ortodoxia financiera, entra en la fase definitiva.

 

 

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