Las cuentas pendientes de Sánchez

Una delegación de altos ejecutivos de la empresa energética argentina que ha heredado los contratos de compra de gas con Bolivia llega hoy al país según lo afirmó el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez el pasado viernes. La visita tiene lugar en un momento de tensión en las...

Una delegación de altos ejecutivos de la empresa energética argentina que ha heredado los contratos de compra de gas con Bolivia llega hoy al país según lo afirmó el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez el pasado viernes. La visita tiene lugar en un momento de tensión en las relaciones bilaterales – Morales ha acudido a Buenos Aires el fin de semana sin que ninguna autoridad lo haya recibido -, y justo después de que el Secretario/Ministro Javier Iguacel lanzara acusaciones graves sobre la capacidad de Bolivia de cumplir con sus compromisos de provisión de gas, además de otras amenazas relacionadas a la necesidad o no del gas boliviano en dos años.

Las declaraciones sobre la inminente autosuficiencia energética de Argentina tienen que ver con el desarrollo de los campos no convencionales en Vaca Muerta, en la cuenca neuquina, y se entienden dentro de una estrategia de presión contra Bolivia, puesto que el ejecutivo de Macri es bien consciente de la necesidad que existe en el gobierno de Morales de seguir vendiendo gas a la Argentina para cuadrar sus cuentas luego de que en una década no haya logrado abrir mercados alternativos y sobre todo, no haya logrado desarrollar sus proyectos petroquímicos del plástico que debían sustituir en ingresos a los no registrados precisamente por la venta de gas.

En ese punto, el Ministerio de Hidrocarburos no ha entrado en mayores debates – salvo sus habituales exageraciones sobre reservas, soberanía, etc. -, sino que ha remitido al contrato firmado y que finaliza en 2026. Cualquier modificación unilateral del mismo sería denunciado a los organismos internacionales y con probabilidad – aunque todo es posible – Bolivia acabaría teniendo la razón, salvo por una excepción: Iguacel advierte que Bolivia no está cumpliendo el contrato y el Ministerio no ha sido contundente en rechazar este punto.
El Ministro Luis Alberto Sánchez se conforma con asegurar de manera genérica que el país cumple con las nominaciones; el embajador argentino señala que las últimas semanas apenas se han enviado 12 millones de metros cúbicos – cuando el contrato ronda los 20 para estas fechas – sin especificar si eso es lo que se ha nominado y mientras tanto, unos y otros ocultan los datos certeros de volúmenes efectivamente comprados y vendidos.

El ministro Sánchez, con probabilidad, se dará por satisfecho con un compromiso genérico de que Argentina va a pagar las facturas pendientes, que según sus cuentas ya superan los 450 millones de dólares por el gas enviado desde mayo y que evidentemente se relaciona con la escasez de dólares en el país vecino que ha llevado a la intervención por parte del FMI, pero en realidad lo que se debería exigir es una disculpa al más alto nivel por las “mentiras” vertidas respecto al incumplimiento por el daño que esas aseveraciones por parte de un secretario/ministro pueden hacer al país ante cualquier búsqueda de nuevos mercados. Pero obviamente, para exigir esto, hay que demostrar que no es cierto y por el momento, el Ministerio de Hidrocarburos, no transparenta los datos.

Más del autor
Date un respiro
Date un respiro
Tema del día
Tema del día