¿Cuán “garantizados” estarán realmente los ahorros jubilatorios?

Distintas versiones han surgido a raíz de la demanda de arbitraje de que anunció la AFP BBVA Previsión contra el Estado boliviano, ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). Sin embargo, el debate se ha extraviado en el camino. Desde el...

OPINIÓN
OPINIÓN
Distintas versiones han surgido a raíz de la demanda de arbitraje de que anunció la AFP BBVA Previsión contra el Estado boliviano, ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). Sin embargo, el debate se ha extraviado en el camino.
Desde el oficialismo, durante entrevista en el programa televisivo “Esta casa no es hotel”, el domingo pasado el vicepresidente Álvaro García Linera, afirmó que “el aportante, el trabajador, tiene que estar seguro que sus ahorros están totalmente garantizados, nadie toca eso”.

Efectivamente, en el altamente probable caso de que el CIADI falle a favor de BBVA y contra Bolivia, el aún desconocido monto de la demanda será pagado, seguramente, con recursos del Estado y no con los ahorros jubilatorios del Sistema Integral de Pensiones (SIP).
Sin embargo, la afirmación de que los fondos del SIP estén “totalmente seguros” y que “nadie toca eso”, no necesariamente es del todo cierta.

Y es que, en la Ley de Pensiones 065, de año 2010, mediante la cual se crean el SIP y la Gestora Pública de Seguridad Social a Largo Plazo (GP), para reemplazar a esas “ineficientes” pero bien tratadas AFP, se establece autorizar a la nueva GP a prestar hasta el 50% de los ahorros jubilatorios a países extranjeros, mediante los mismos lineamientos utilizados por el Banco Central para prestar las Reservas Internacionales (RIN) a las potencias imperiales.

Considerando que los fondos del SIP hoy en día superan los 16 mil millones de dólares, estamos hablando de que se podría prestar o “invertir” en el exterior un monto mayor a los 8 mil millones de dólares, monto que se acerca a los 9.174 millones de dólares que actualmente componen las RIN y que ya son exportadas al imperio.
Pero, ¿cuál es el peligro de realizar este tipo de operaciones con el ahorro interno de los bolivianos?

Los especialistas financieros Andrei Kochetkov y Anna Kokoreva, tienen una respuesta: los EEUU y sus aliados del norte “a menudo usa en su política la presión financiera”, aprovechando que tienen bajo su jurisdicción los valiosos activos financieros de países que son considerados rivales de la potencia norteamericana.

Justamente esta semana se conoció que la subsecretaria del Departamento del Tesoro de EEUU, Sigal Mandelker, anunció “el congelamiento de activos rusos por valor de cientos de millones de dólares en EEUU”.

No es la primera vez que ello ocurre. Los casos de Rusia, Venezuela e Irán han demostrado que EEUU puede imponer sanciones y congelar los activos de cualquier país en su territorio, tal como ocurrió con las reservas de divisas de Libia, apropiadas por Francia e Italia.
Países como Turquía, Alemania, Venezuela y la propia Rusia están adoptando medidas contra ese tipo de abusos: la repatriación de sus reservas, especialmente de una de las más estratégicas, el oro físico.

Sin embargo, Bolivia no sólo no ha seguido los pasos nacionalistas de estos países, sino que se empeña en continuar y reforzar su rol financiador del imperio, a riesgo de sufrir eventuales expropiaciones de su riqueza líquida. El debate sobre las AFP y los ahorros jubilatorios debe ir por otro camino.

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