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Sánchez, Tariquía, y cómo no creer que creen que los tarijeños somos tontos

El Gobierno “volvió” a cambiar de opinión al respecto de la exploración en Tariquía por tercera vez en dos semanas. En esta ocasión le salió que sí había que explorar. El cambio de opinión solo puede deberse a tres cosas: El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez ya no...

El Gobierno “volvió” a cambiar de opinión al respecto de la exploración en Tariquía por tercera vez en dos semanas. En esta ocasión le salió que sí había que explorar. El cambio de opinión solo puede deberse a tres cosas: El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez ya no ejerce y el presidente Evo Morales decidió encomendarle al Gerente de YPFB Chaco, Eduardo Paz, que arreglará el desaguisado hormonal del señor Sánchez. Dos, que no era verdad que se suspendió la exploración y por tanto, el presidente Evo Morales decidió encomendarle al Gerente de YPFB Chaco, Eduardo Paz, que arreglará el desaguisado hormonal del señor Sánchez. La tercera posibilidad es que el Ministro crea que los tarijeños somos tontos, algo que también tiene que ver con las hormonas.

El Ministro Luis Alberto Sánchez pergeñó en 2015 el decreto que levantaba los condicionamientos para ingresar en las Reservas Naturales en un tiempo en el que ya habían saltado todas las alarmas por la escasez de resultados de exploración en una década. En ese entonces ya se sabía que Tariquía estaba en el punto de mira. También pergeñó otra Ley de incentivos petroleros que ni el más diestro es capaz de explicar cómo eso ha beneficiado a las regiones y no a las petroleras. Desde entonces, y con especial incidencia en 2016, el Ministro empezó a defender la exploración en Tariquía con un solo argumento: la plata que iba a reportar.

El Ministro Sánchez es tarijeño y debería conocer cuál es el pensamiento generalizado cada vez que alguno de los iluminados gubernamentales de turno vienen a prometer lluvias de regalías. El asunto está muy tratado, pero igual, a Sánchez se le junta la tesis histórica con la coyuntural, que básicamente refrendan los números, y que pasa porque no se ha pinchado un solo gran reservorio en 12 años.

Como en su voluntarioso tour de 2017 no convenció a nadie optó por irse a La Paz y adjudicar directamente, sin comentar a nadie. Se dio el caso de que muy pocos medios cayeron en la cuenta de que el anuncio en el Foro de Países Exportadores de Gas en noviembre de 2017 era precisamente consagrar la exploración en la Reserva Natural porque era un tema como que se había olvidado.

Sánchez, por la extraña influencia que tiene sobre el presidente Evo Morales, lo convenció para que viniera a Tarija a promulgar la Ley en forma de regalo para el pueblo por su efeméride. Tan en serio se lo tomó Morales que aprovechó cualquier visita para ratificar la exploración en Tariquía. Nada de lo que rodeaba este proyecto parecía importarle.

El viernes 4 de mayo el Ministro Sánchez convoca una conferencia de prensa y larga que suspende la intervención en Tariquía. Así sin más. Luego de un par de declaraciones y una marcha bastante escasa.

El viernes 11 de mayo el gerente de YPFB Chaco dice vía nota de prensa que se ha ido a Bermejo, al Cajón, y que le han convencido tanto las comunidades que en diez días inicia la exploración. Así sin más. Luego de una solo marcha calculada de comunarios bermejeños.
Las explicaciones son pocas. Una es que el ministro ya no ejerza. Que puede ser. De hecho su equipo de comunicación no informó hasta el día siguiente, luego de nosotros, de esta decisión tomada por su teórico subalterno.

La otra explicación es que fuera mentira lo que dijo el Ministro el 3 de mayo, que fuera un arranque sin más, sin el consiguiente cálculo político. Esta posibilidad es grave en todos los sentidos y ha obligado a su escudero Eduardo Paz a diseñar una justificación a la carrera. Claro que en una semana no toma credibilidad alguna. No hay un clamor popular y, en cualquier caso, es un clamor de comunidades vulnerables con demasiadas expectativas como para ser objetivas.

La tercera posibilidad es que el ministro crea que los tarijeños somos tontos y que los vecinos tarijeños iban a salir a las calles a exigir la exploración y pedir la dimisión del “Gobernador, el alcalde, el comité cívico y algunos asambleístas”, como se esmeró en señalar para vanagloria de los citados.

En todos los casos hay un componente emocional que el presidente Evo Morales debe reflexionar. No es de recibo que el sector más importante de la economía boliviana esté dominada por esos aspectos. Es posible que sea correcto incorporar en el gabinete a personajes más técnicos y menos ideologizados para dar una mayor legitimidad a las decisiones. Pero… ¿Alguien puede advertir algún aspecto técnico en las decisiones calamitosas de los últimos meses? Evo Morales no se puede permitir este tipo de ridículos. Muchos menos el Estado puede estar en manos de personajes semejantes. ¿O se ríen?

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