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Tariquía, el fracking y el todo vale

El Ministerio de Hidrocarburos ha puesto mucho énfasis durante el fin de semana en asegurar que Tariquía no se explorará y explotará con técnicas no convencionales. Es decir, que una vez se demuestre, si se demuestra, que en la Reserva Natural de Flora y Fauna de Tariquía hay hidrocarburos,...

El Ministerio de Hidrocarburos ha puesto mucho énfasis durante el fin de semana en asegurar que Tariquía no se explorará y explotará con técnicas no convencionales. Es decir, que una vez se demuestre, si se demuestra, que en la Reserva Natural de Flora y Fauna de Tariquía hay hidrocarburos, no se empleará la técnica de la fractura hidráulica, más conocido como el temido fracking, para extraerla. Es curiosa la forma en la que el Ministerio se ha esforzado en difundir este mensaje, sobre todo entre medios que nunca han publicado nada semejante.

El plan del Gobierno para Tariquía lleva más de dos años en la cartelera y de hecho, los comunarios aseguran que ya se han iniciado acciones, las que probablemente coinciden con el estudio magnetotelúrico que encargó YPFB a la china Synopec para todo el territorio subandino hasta Santa Cruz. Después de que el Ministro se esforzara en explicar el proyecto en Tarija sin entender el rechazo que provocaba entre los vecinos del departamento, la estrategia cambió. Luis Alberto Sánchez y su equipo se refugiaron en La Paz y Santa Cruz y unos meses más tarde, luego de amagar con entregarlo a los rusos de Gazprom, en pleno Foro de Países Exportadores de Gas celebrado en noviembre en tierras cruceñas se presentó el convenio con la brasilera Petrobras.

En marzo de este año se tramitaron los contratos en la Asamblea Plurinacional, pues requieren de una Ley específica, y en abril, ni más ni menos que como un supuesto regalo a Tarija, el propio presidente Evo Morales se fue hasta Bermejo para promulgar la Ley ante un nutrido grupo de ciudadanos que aplaudían. Curiosamente a esos mismos ciudadanos les llamaría después “molestosos” por exigir que las regalías de los pozos pinchados en sus propios territorios lleguen en una proporción a su municipio y no vayan, como es ahora, en un 45% parta la región del Gran Chaco mientras el resto del departamento administra el 55 para todas las demás provincias.

Por otro lado, el mismo Gobierno de Evo Morales y el mismo ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez son quienes organizaron una cumbre en Tarija para anunciar que el país incursionaba en la exploración y explotación de recursos no convencionales contratando a una de las grandes empresas canadienses para hacerse cargo del área Miraflores, en el Chaco. Son estos mismos actores quienes han hablado de grandes hallazgos, mencionado una empresa consultora que supuestamente hubiera hecho un estudio sobre la potencialidad de Bolivia en ese rubro. Son ellos quienes han fantaseado con liderazgos mundiales obviando siquiera mencionar el impacto medioambiental…

La coincidencia en el tiempo de dos noticias semejantes ha podido confundir a algún empático ciudadano no tan puesto al corriente o a algún que otro opositor en La Paz que viven mirándose el ombligo, pero los medios tarijeños se han dado a la tarea de explicar minuciosamente en qué consisten cada uno de los dos proyectos que han acabado por difuminar la imagen del líder activista ambiental de la Madre Tierra que Morales se había forjado.

Tariquía y el fracking son dos iniciativas distintas que tienen en común haber trascendido las líneas rojas del respeto a la Madre Tierra por una sola razón, la imperiosa necesidad de lograr recursos frescos para sostener el aparataje del Estado. El propio presidente Evo Morales ha dejado claro con insistencia que lo urgente ahora es encontrar reservas, por lo que ha pedido a los ciudadanos dejar explorar en paz sin mirar este tipo de advertencias.

Alarmarse y enojarse para explicar que el fracking no será en Tariquía es como reconocer implícitamente los riesgos e incoherencias de ambos proyectos, pero pretender que al ser separados se tengan que tolerar. Como decir, destrozaremos los acuíferos pero no los de Tariquía. Dinamitaremos la Reserva Natural pero solo convencionalmente.

Los proyectos están en marcha y no es el momento de esconderse detrás de nadie, ni hacerse el desentendido ni el desafortunado por haber llegado tarde. Los políticos deben posicionarse sobre este tema y en ese sentido, es bienvenida la posición del Gobernador Adrián Oliva que en ocasiones mantuvo posiciones más ambiguas a la expresada ayer. Por Tarija han pasado miles de millones y en esencia, los problemas siguen en el mismo sitio. No todo vale a cambio de un puñado de regalías.

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