Nace una red libre en un barrio de Cochabamba
La red se llama “Barrio Hacker”, constituida por una serie de plataformas, todas ellas basadas en software libre y lógicas de red federadas, que busca lograr comunicación abierta, libre y compartida.Esta iniciativa está emplazada en la OTB Villa Coronilla de la ciudad de Cochabamba....



La red se llama “Barrio Hacker”, constituida por una serie de plataformas, todas ellas basadas en software libre y lógicas de red federadas, que busca lograr comunicación abierta, libre y compartida.Esta iniciativa está emplazada en la OTB Villa Coronilla de la ciudad de Cochabamba. Quienes se encuentren en el barrio pueden acceder a la red sin necesidad de Internet, ya que el servidor está en el proyecto mARTadero, aunque también es posible acceder a sus plataformas desde cualquier lugar del mundo a través de internet.El proyecto mARTadero es un espacio integral de desarrollo artístico y cultural que funciona en el exmatadero municipal de Cochabamba, ubicado en el barrio Villa Coronilla, uno de los más antiguos de la capital valluna, y que se ha visto revitalizado por este movimiento.La red libre de Barrio Hacker fue desarrollada por el colectivo HackLab Cochabamba, cuyos miembros lo definen como un “espacio distribuido, abierto y colaborativo, de experimentación hacker en Cochabamba”.¿Qué es la red libre?Según el HackLab, es la posibilidad de tener acceso a una serie de servicios sin necesidad de estar conectados al Internet. En algunos casos esto se llama Intranet, que se refiere a una red pequeña o cerrada donde se puede interactuar con otras personas, utilizar los mismos programas, compartir archivos, entre otros.En el caso del Barrio Hacker, la red es libre porque “toda la infraestructura ha sido creada bajo estándares de ética hacker y la información no es utilizada para ningún fin comercial ni político”.Los datos de los usuarios de Barrio Hacker permanecen en el servidor instalado en el mARTadero, un espacio de desarrollo social gestionado por personas y colectivos (como el HackLab de Cochabamba), quienes manifiestan estar preocupados tanto por la privacidad como la neutralidad de la red. “Lo único que hacemos con tus datos es asegurarnos que estén disponibles para tí y para quien tú decidas, nadie más”, afirman.Red libre e internet¿Cómo funciona todo esto? “Si te encuentras en el barrio y te conectas a la Red Libre de Villa Coronilla puedes acceder al Barrio Hacker a una gran velocidad ya que la conexión depende de nuestra infraestructura, no de la velocidad de conexión del contrato con la empresa telefónica. Puedes usar todos los servicios sin problema y mucho más rápido”, señalan los de HackLab.Por otro lado, el proyecto mARTadero ofrece gratuitamente la posibilidad de usar un poco de su ancho de banda para que los usuarios de Barrio Hacker también puedan navegar por Internet.“Si accedes al Barrio Hacker desde otro lugar, también podrás usar las plataformas, ya que han sido configuradas para que así sea y podamos comunicarnos entre todos”, detallan los miembros de este colectivo.Distintas plataformas y serviciosPor ahora, el Barrio Hacker propone a sus usuarios al menos seis plataformas basadas en software libre. Entre ellas, está la posibilidad de crear blogs, un servicio de chat propio (del estilo de Whatsapp), la posibilidad de escribir documentos colaborativos en tiempo real y la co-creación de mapas barriales. Quizás uno de los servicios más interesantes es La Mochila, que es parecido a servicios como Dropbox, Google Drive, One Drive y otros, que permite guardar documentos, imágenes y otros archivos en la nube, en este caso una “nube soberana” que cuida los datos de los usuarios y permite que éste los comparta con quien quiera. Desde el HackLab informan que están abiertos a recibir más colaboraciones para crear nuevos servicios y plataformas que permitan ampliar los beneficios de esta red libre barrial.La infraestructura “hard” y “soft”Uno de los miembros colaboradores del HackLab, Daniel Cotillas, detalla que primero se instaló un servidor “en casa” (y no en empresas u otros países como suele suceder con el internet), o sea dentro del mARTadero, un proyecto autogestionado “que nos asegura que no se hará lucro de ella”, lo que permite tener una mayor soberanía, autonomía e independencia en la red.Asimismo, los miembros de HackLab, junto con los vecinos de Villa Coronilla, crearon sus propias antenas. Este fue “un proceso lento, más de lo que pensábamos en un inicio, pero que ha sido la única forma de aprehender realmente lo que implicaba hacer algo como esto”, destaca Cotillas.Además de este hardware, el miembro de HackLab recuerda que era fundamental conjugar “colectivos sociales que pudiesen encaminar un proceso sostenible: los hackers desde el HackLab de Cochabamba, las vecinas y vecinos de nuestro entorno y de cualquier parte, los colectivos sociales que pasan asiduamente por mARTadero, y dinamizadores sociales y comunicadores con los que trabajamos a través de redes en diversos contextos”.La iniciativa todavía está en proceso de mejora y consolidación en el barrio, y sus miembros y gestores esperan que este tipo de ideas puedan ser replicadas, mejoradas y superadas a lo largo y ancho del país, por lo que hacen un llamado a todos los “hackers”.Pese a la creencia popular, los hackers no son piratas informáticos. En realidad, los del HackLab consideran hackers a las personas “apasionadas y creativas que usan el conocimiento que tienen para crear algo nuevo o transformarlo, a través de la experimentación y el trabajo colaborativo”, desarrollando programas, encontrando soluciones, proponiendo usos sociales de la tecnología, reciclando materiales antiguos para darles una vida nueva.“Mira a ver, a lo mejor eres un hacker y no lo sabías”, avisan desde el colectivo.