168 millones de niños son víctimas del trabajo infantil
Alrededor de 168 millones de niños siguen siendo víctimas del trabajo infantil, mientras 75 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años están desempleados, y “muchos más son los que deben conformarse con que no ofrecen un ingreso equitativo, seguridad laboral, protección social u otros...



Asimismo, la organización señala que el abandono escolar y el trabajo infantil repercuten en la calidad del empleo de estas personas más adelante en la vida, y a largo plazo. “La participación previa en el trabajo infantil está asociada con un menor nivel de instrucción y con puestos de trabajo de baja remuneración que no cumplen con los criterios básicos del trabajo decente”.Los datos de las Encuestas sobre la transición de la escuela al trabajo (ETET) de la OIT, muestran que en los países de bajos ingresos un 30 % de los adolescentes y adultos jóvenes entran al mercado laboral antes de los 15 años de edad, y que el porcentaje que abandona la escuela antes de esa edad es aún más alto.La OIT considera que los niños que abandonan la escuela prematuramente pero eventualmente logran terminarla, “tardan más tiempo y tienen menos posibilidades de conseguir un empleo estable” que los que tienen mayor nivel de instrucción.Lo más probable para esta población, dice la OIT, es que su experiencia laboral se caracterice por “una sucesión de puestos de trabajo inestables” de corta duración, que suelen estar intercalados con periodos de desempleo.Mal empleo juvenil desincentiva educaciónSegún diversos estudios de caso, la existencia de malas perspectivas de empleo juvenil puede actuar como desincentivo para que los hogares inviertan en la educación de los niños en una etapa más temprana del ciclo de vida. Un ejemplo puede encontrarse en una publicación del American Economic Review de 1995, donde se muestra el caso de agricultores en la India de 1960.En ese artículo se demuestra que el acceso de estos agricultores a semillas de alto rendimiento aumentan los beneficios de la educación: los mejor instruidos eran quienes mejor aprovecharon las semillas y generaron mayor rentabilidad. Viendo esto, los hogares respondieron aumentando el número de niños matriculados en la escuela.Pero para que ello ocurra es fundamental la posibilidad de acceder a las escuelas. La OIT ve este punto como una “condición necesaria para que el incremento potencial de los beneficios de la educación tenga un impacto en la escolarización”.
La información clave en la educación y el trabajo
Otro caso se presenta en la revista Journal of Human Resources, del año 2012, donde se detalla cómo el crecimiento de la industria tecnológica informática en los años 90 dio lugar a una fuerte demanda de trabajadores jóvenes calificados, especialmente con dominio del idioma inglés.Este estudio de caso revela que entre 1995 y 2003, los distritos con mayores índices de creación de empresas y empleos en la industria tecnológica informática también experimentaron un mayor crecimiento en la matrícula escolar, especialmente en escuelas que tenían el inglés como idioma de instrucción.Casos con resultados similares se han encontrado en la industria de textiles en Bangladesh (2013-2015), con impacto especialmente positivo sobre poblaciones femeninas, y en México con la industria manufacturera en los años 90. Un factor adicional de importancia para que prospere esta relación entre buen trabajo juvenil y mayor educación, está en la información.“Si los padres contaban con información que indicara los beneficios reales de la educación en el mercado de trabajo eran más altos de lo que pensaban inicialmente, los niños permanecían más tiempo en la escuela y retrasaban su entrada en el mercado de trabajo”, concluye la OIT. Para evitar el trabajo infantil y mejorar la calidad del empleo juvenil, la OIT recomienda políticas estatales que apunten a la intervención temprana (retirar a los niños del trabajo y escolarizarlos) garantizando educación gratuita, obligatoria y de calidad, además de ampliar la protección social para evitar que los hogares recurran al trabajo infantil como estrategia de supervivencia.Asimismo, recomiendan facilitar la transición de la escuela al trabajo promoviendo oportunidades de trabajo decente para jóvenes.