Minería del oro: migajas en las arcas y mercurio en las aguas
Hoy en día es reconocida la importancia del oro como medio de reserva e incluso como alternativa al dólar. El expresidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, ha llegado a afirmar que el oro es el dinero más importante que se puede tener actualmente.



El valor que tiene el oro, no sólo para la industria sino también como representación material del valor intrínseco de las mercancías, el dinero mundial, ha generado un incremento de la demanda y precio de este mineral, lo que a su vez ha impulsado fuertemente su extracción en los países productores, incluso de manera clandestina, como en Bolivia.El investigador Pablo Poveda resalta el aumento del precio y la producción del oro en nuestro país en los últimos años, desde “unos 250 dólares la onza en 2001 a casi 1.840 y 1.775 dólares en 2012 para llegar a los 1.200 dólares actuales. El registro oficial de la producción aurífera presentó un extraordinario salto de 6.5 toneladas (t) en el año 2011 a 27 y 18 t en 2012 y 2013, con valor de 2.281 millones de dólares”.Sin embargo, estas extraordinarias cifras habrían dejado “apenas 21 millones de dólares en regalías” para el Estado boliviano, o sea un magro 1.69% con respecto al valor de lo producido, según datos presentados por Poveda durante el Seminario Internacional “Situación de la explotación de oro en el contexto sudamericano”, organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) hace poco más de una semana.Según el investigador, “ha disminuido aún más la presión impositiva para el sector minero aurífero, en un escenario en que los precios del oro han crecido hasta 4,6 veces en 2013 desde que empezó la tendencia al alza (2010); esto favorece el saqueo del preciado metal”, en desmedro del Estado, pero también de la mayor parte de los trabajadores cooperativistas y sus dependientes.De acuerdo a los datos presentados por Poveda, las millonarias cifras que se extraen en oro contrastan con los comparativamente magros sueldos de los trabajadores: una cantidad significativa de trabajadores en tareas menores reciben salarios de 1.500 a 3.000 bolivianos, y los salarios de operadores de volqueta, tractores y retroexcavadoras oscilan entre 2.000 y 5.000 bolivianos.Poco beneficio, mucha contaminaciónEl investigador Ricardo Calla, durante el mismo evento organizado por el CEDLA, resaltó que son tres los países – Colombia, Bolivia y Perú– en los que la minería artesanal y a pequeña escala (con locación geográfica dominantemente amazónica) consume la mayor cantidad de mercurio para propósitos de explotación de oro. “Los países comprendidos en la Amazonia sudamericana consumen en total aproximadamente 510 toneladas al año de mercurio en la minería aurífera. Colombia consume un 35% de ese total, y se muestra además como el país que más contaminó la atmósfera con vapores de mercurio al emitir 60 t en 2012”, destaca Calla. En segundo lugar en consumo está Bolivia, con “aparentemente 23% del consumo anual de todo el mercurio usado en los 9 países del área para la minería aurífera artesanal y pequeña”. Según esta estadística, Bolivia habría emitido cerca de 45 t de vapor de mercurio a la atmósfera el año 2012. Perú consumiría un 14% del total y sus emisiones habrían llegado a 26 t en 2010.Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revela cifras a nivel mundial que son alarmantes: la minería del oro en Bolivia habría emitido y descargado alrededor de 100 t al año de mercurio de un total mundial de 1707 t en 2010 o de 1607 t en 2011. En otras palabras, Bolivia es responsable de casi el 6% de todo el mercurio arrojado antropogénicamente (afectación humana) al medio ambiente en el planeta por medio de la minería del oro.Los problemas del mercurioEl mercurio es tradicionalmente usado en la minería para aumentar la recuperación de oro. El oro se une al mercurio formando una amalgama pesada. De esta manera es posible recolectar las más pequeñas partículas de oro que de otro modo serían arrojadas con las aguas.Luego, la amalgama es recogida y los dos materiales (oro y mercurio) se vuelven a separar poniendo la amalgama en combustión con una llamarada de fuego, lo que lleva a que el mercurio se evaporice y el oro quede en estado sólido. Las investigadoras Nora Álvarez-Berrios y Aide Mitchell advierten que este proceso tiene riesgos potenciales para la salud, ya que el vapor de mercurio es tóxico, y además cuando el fluido de mercurio usado en el proceso se derrama en el medio natural puede convertirse en el aún más tóxico metilmercurio.El metilmercurio es el mercurio que “más fácilmente se absorbe a través del tracto gastrointestinal (cerca del 95% absorbido), entrando fácilmente en la corriente sanguínea y pasa rápidamente a otras partes del cuerpo. El metilmercurio que se encuentra en la sangre de una mujer embarazada se trasladará fácilmente a la sangre del niño en desarrollo y de allí hacia el cerebro del niño y a otros tejidos”, detallan las investigadoras.Por su parte, el PNUMA, en un último reporte publicado en 2013, señala al mercurio como “una amenaza global para la salud humana y ambiental”.
Sube fraude aurífero
Rolando Carvajal dijo que la producción de oro rompe récord y llega a 34 millones de toneladas. Entre 2011 y 2013 hay registradas 46 toneladas por 2.700 millones de dólares.Sin embargo, cálculos independientes con proyección al 2015 estiman una producción de 114 t por valor de hasta 5.200 millones de dólares, incluyendo el año 2010, cuando comenzó el “salto” productivo y de precios, lo que evidencia una enorme cantidad de oro no contabilizado, explotado y exportado de manera clandestina y sin pagar ni un solo centavo en regalías ni impuestos. El analista minero Héctor Córdova critica que en gestiones anteriores no se haya registrado entre 20 y 30 toneladas anuales de producción de oro, por lo que estaríamos hablando de una elusión del orden de los 250 millones de dólares, y una evasión del orden de 100 millones de dólares, es decir 350 millones menos para la gestión de municipios y gobernaciones”.“Los últimos 4 años, estaríamos frente a una evasión y elusión combinadas de unos $us 3.000 millones”, advierte el experto.