Análisis: La deuda pública es un “disparate” económico
El profesor de macroeconomía de la Universidad de Paraná (Brasil), Gerson Lima, considera que la deuda pública es un problema extendido a nivel mundial porque “los economistas convencionales no tienen un método efectivo para lidiar con ella ni para prevenir sus consecuencias financieras,...



Esto se debe a que en realidad la deuda pública es un fenómeno macroeconómico y no así “una simple situación de contabilidad de una empresa, como creen los economistas convencionales”, dice Lima, y parece coincidir con la lectura del ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, sobre los errores de método de la Troika (Banco Central Europeo, FMI, Comisión Europea) respecto a la consolidación fiscal de su país.“Están convencidos (los economistas convencionales) de que el camino correcto es estabilizar la proporción de deuda pública respecto del PIB, y han creado sofisticados métodos contables para calcular el superávit primario (más ingresos que egresos) que supuestamente permitiría alcanzar el objetivo de la proporción estable de deuda-PIB”, dice Lima. Esto se lograría mediante la austeridad (recorte de salarios y del gasto público), aumentando los impuestos y privatizando empresas públicas, entre otras medidas. Una explicación que grafica la postura de Lima es la que hizo hace un par de semanas Varoufakis, cuando criticaba el método de “inducción retrospectiva” de la Troika: “Fijan una fecha y un objetivo de proporción entre la deuda y el PIB que habría que alcanzar. Entonces, y siempre bajo supuestos arbitrarios sobre tasas de crecimiento, inflación, recetas de privatización, etc., calculan qué superávits primarios se necesitan cada año, operando retrospectivamente hasta el presente”.En otras palabras, la propuesta convencional no consiste en preguntarse si en el mundo real la deuda pública puede alcanzar un nivel de equilibrio, sino en calcular el superávit primario que supuestamente asegure estabilidad de la deuda.Pero lo que los economistas convencionales no logran ver, afirma Lima, es que los gastos por los intereses de la deuda alcanzan niveles muy altos, mientras los ingresos de los consumidores crecen muy lentamente, “por lo que el efecto positivo del crédito privado está desapareciendo y ya no puede compensar el efecto negativo de la deuda a través de los ingresos fiscales (impuestos)”.“En consecuencia, la deuda pública está causando más déficits y más deuda. La deuda pública no depende en realidad de los superávits primarios. Por tanto, los programas de austeridad no logran estabilizar la deuda pública, sino que llevarán a más crisis financieras”, sentencia Lima. Concuerdan con esta visión los economistas Reda Cherif, Fuad Hasanov y Jocelyn Boussard, quienes aseguran que ya ni siquiera los economistas convencionales pueden negar los daños causados por su propio enfoque monetario, y lamentan que hayan muchos países que todavía sigan buscando superávits a costa de dañar a su sociedad, pese a las evidencias.
¿Endeudarse para crecer?En un estudio sobre la economía de EEUU en el periodo 1960-2007, Lima muestra que es improbable que la deuda pública pueda tener un nivel de equilibrio porque ello depende de cuán exitoso es el gobierno para, con el dinero que se presta, expandir la demanda agregada y por tanto aumentar los ingresos fiscales. “Según mis estimaciones, el costo de la deuda tiende a ser mayor que los ingresos que pueda generar. Considerando que estas variables son mutuamente dependientes, la conclusión es que el resultado combinado es negativo. Por tanto, al menos en el periodo 1960-2007, la deuda pública de EEUU seguía una tendencia explosiva”, indica Lima.Por tanto, las tasas de interés de la deuda tienen gran importancia, así como la relación del costo que éstas generan respecto a las fuentes de ingreso de los gobiernos.
Emisión de dinero: Gobierno vs. Bancos Centrales
La emisión de dinero puede ser realizada por bancos centrales o por los gobiernos directamente. Según Lima, “los bancos centrales crean dinero de la nada, sin respaldo. Este dinero sin respaldo es potencialmente inflacionario, especialmente para bienes como los inmuebles, y podría ser uno de los originadores de las crisis financieras”.Al contrario, “el dinero creado de la nada por los gobiernos tiene respaldo porque se lo emite con el propósito de comprar bienes y servicios producidos por la gente, y eso hace crecer el PIB y el empleo. Claro que en este caso los precios también crecen, pero los ingresos de la población crecen antes, por lo que no se generan problemas”, dice el economista brasileño, que también es doctor en teoría económica por la Universidad de París.La crisis financiera, económica y social de 2008 “era predecible porque la misma tendencia explosiva se aplica, además de a la emisión monetaria sin respaldo, a todo lo que podía tener relación con la deuda pública: alquileres, excesiva expansión de dinero, inflación de bienes financieros, inflación de bienes inmuebles, crisis financiera, fraudes, corrupción, salvatajes, crisis de política monetaria, concentración de la riqueza, inflación de los alimentos, desempleo y mucho más”, detalla Lima. Es por ello que el académico considera que la economía monetaria convencional no podrá evitar los problemas de la deuda pública. “Son necesarios estudios más profundos, pues es posible que la política monetaria sea una de las principales causas de los problemas económicos y sociales que la gente del mundo real está enfrentando”, concluye Lima.