Vida en Familia
Ser mamá y ser mujer en la Bolivia de hoy, un reto de modernidad
En 2020, la tasa de fecundidad total en Bolivia fue de 2,4 hijos por mujer, lo que representa una disminución con respecto a los 4,5 hijos por mujer registrados en 1990. En el área urbana se queda apenas en 2,0. En cualquier caso, las mujeres reconocen que se ha ganado cualitativamente en la atenció



Si ser mujer nunca fue fácil y ser mamá tampoco, el paso del tiempo ha logrado redefinir ambos conceptos para encontrar la complementariedad y poder disfrutar de ambas facetas al mismo tiempo. Ser mujer y ser mamá es un reto de la modernidad que sin duda exige sacrificios, pero también ofrece momentos gratificantes. ¿Pero qué es eso de ser mujer y ser mamá hoy en Bolivia?
Los datos del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE) muestran que la tasa de fecundidad en Bolivia ha disminuido significativamente en las últimas décadas, aunque sigue siendo relativamente alta en comparación con otros países de la región. En 2020, la tasa de fecundidad total en Bolivia fue de 2,4 hijos por mujer, lo que representa una disminución con respecto a los 4,5 hijos por mujer registrados en 1990.
Sin embargo, la tasa de fecundidad sigue siendo más alta en zonas rurales y en mujeres con menos educación. Por ejemplo, en 2020, la tasa de fecundidad en áreas urbanas fue de 2,0 hijos por mujer, mientras que en áreas rurales fue de 3,3 hijos por mujer. Además, la tasa de fecundidad en mujeres con educación secundaria o superior fue de 1,8 hijos por mujer, mientras que en mujeres con educación primaria o inferior fue de 3,2 hijos por mujer.
En cuanto a la edad de la maternidad, la tendencia ha sido a retrasarla en las últimas décadas. En 2020, la edad promedio de la madre en el primer nacimiento fue de 24,2 años, frente a los 22,9 años registrados en 2001. Esto puede deberse a factores como el aumento en la escolarización y la participación laboral de las mujeres, así como una mayor accesibilidad a métodos anticonceptivos y a la información sobre la planificación familiar.
En resumen, la tendencia de maternidad en Bolivia ha sido a la disminución de la tasa de fecundidad en general, aunque sigue siendo relativamente alta en comparación con otros países de la región, especialmente en zonas rurales y en mujeres con menos educación. Además, la edad promedio de la maternidad ha tendido a retrasarse en las últimas décadas, lo que puede reflejar un cambio en las prioridades de las mujeres y una mayor planificación familiar.
Ser mujer
La mujer boliviana de hoy en día es una figura cada vez más importante en la sociedad del país sudamericano. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE), la población femenina en Bolivia supera ligeramente a la masculina, con un 50,6% de mujeres frente a un 49,4% de hombres. Además, la esperanza de vida de las mujeres en Bolivia es de 74,2 años, mientras que la de los hombres es de 68,3 años.
En cuanto a la educación, la tasa de alfabetización de las mujeres bolivianas ha mejorado significativamente en las últimas décadas, alcanzando el 93,4% en 2020, frente al 85,4% registrado en 2001. Además, la tasa de escolarización en educación secundaria y superior también ha aumentado, aunque sigue siendo más baja que la de los hombres. En 2020, la tasa de escolarización de las mujeres en educación secundaria era del 83,7%, mientras que la de los hombres era del 88,1%.
Otro aspecto importante a tener en cuenta en el perfil de la mujer boliviana es su participación en la política. A pesar de que la presencia de mujeres en cargos políticos ha aumentado en los últimos años, aún queda mucho por hacer para lograr una participación igualitaria. En las últimas elecciones generales de 2020, el 48,3% de los candidatos a diputados y senadores eran mujeres, pero solo el 45,7% de los escaños fueron ocupados por mujeres.
En conclusión, la mujer boliviana actual es una figura cada vez más importante en la sociedad del país, con una tasa de participación laboral en aumento y una tasa de alfabetización en constante mejora. Sin embargo, aún existen desafíos en el acceso a empleos formales y mejor remunerados, así como en la participación igualitaria en la política del país.
La brecha salarial, una carga más para la mujer
La incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque algo tardía en Bolivia, ha sido imparable, aunque todavía carga con la discriminación salarial, al momento de la contratación y con otras situaciones que generan desigualdades.
La tasa de participación laboral de las mujeres bolivianas ha ido en aumento en los últimos años, alcanzando el 49,2% en 2020, lo que representa un aumento significativo con respecto al 38,9% registrado en 2009. Sin embargo, la tasa de desempleo entre las mujeres sigue siendo más alta que entre los hombres, con una tasa del 10,2% para las mujeres y del 7,6% para los hombres.
A pesar de estos avances en el empleo, las mujeres bolivianas aún enfrentan desafíos en el acceso a trabajos formales y mejor remunerados. Según datos del INE, en 2020 el 63,6% de las mujeres ocupadas trabajaban en el sector informal, mientras que solo el 36,4% lo hacían en el sector formal donde más o menos se aplican escalas salariales para todos independientemente del sexo del funcionario. Además, el ingreso promedio mensual de las mujeres en el sector formal era de 2.267 bolivianos (unos 327 dólares), mientras que el de los hombres era de 3.029 bolivianos (unos 437 dólares).
En general, para acabar con la brecha salarial se propone:
Eliminar la discriminación de género en la contratación y promoción: Es importante que se promulguen leyes que prohíban la discriminación de género en el lugar de trabajo y que se impongan sanciones a las empresas que la violen.
Asegurar la transparencia salarial: Las empresas deberían ser más transparentes en cuanto a las remuneraciones que ofrecen a sus trabajadores. Esto incluye publicar información sobre los salarios y beneficios que reciben los empleados.
Fomentar la educación y el empoderamiento de las mujeres: La educación es una herramienta clave para el empoderamiento de las mujeres. Es importante que se promueva el acceso a la educación y la formación en habilidades laborales, especialmente para aquellas mujeres que se encuentran en desventaja económica.
Bolivia y sus tareas pendientes para la mujer
Fomentar la flexibilidad laboral:
Muchas mujeres enfrentan barreras en el lugar de trabajo debido a las responsabilidades de cuidado que tienen en el hogar. Es importante que se fomenten políticas laborales flexibles, como el teletrabajo o la jornada reducida, para que las mujeres puedan equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares.
Fomentar la jornada continua
Durante la pandemia las instituciones públicas implementaron la jornada continua para evitar los desplazamientos de riesgo de sus empleados. En muchas ocasiones supuso una oportunidad para conciliar mejor, aunque también hubo muchas denuncias de que igualmente el horario se ampliaba hasta las 19:00 sin retorno al domicilio al medio día. Debatir en un asunto pendiente.
Ampliar la baja por maternidad
La OMS recomienda seis meses de lactancia exclusiva para los bebés neonatos, sin embargo, la baja por maternidad en Bolivia se reduce a un mes y medio antes – que en muchos casos es innecesaria – y un mes y medio después. Aunque existe tolerancia con la hora de lactancia y con llevar al niño al puesto de trabajo, casi siempre es una separación precoz