Representaciones de objetos de metal en el arte rupestre del sur de Bolivia
El presente estudio aborda un primer acercamiento a ciertos objetos metálicos



El presente estudio aborda un primer acercamiento a ciertos objetos metálicos representados en el arte rupestre del sur de Bolivia (departamentos de Tarija, Potosí y Chuquisaca).
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Representaciones de esos objetos son abundantes en la región del Río San Juan de Oro que abarca territorios de los tres departamentos.
Desde el año 2006 se realiza un proyecto de estudio del arte rupestre en la región del río San Juan del Oro.
Françoise Fauconnier y su equipo han logrado inventariar más de 800 rocas grabadas y 17 conjuntos de pinturas rupestres.
Por otro lado, en 2012 se publicó un estudio de la representación de hachas en el arte rupestre del área centro sur andino, de los autores Matthias Strecker, Carlos y Lilo Methfessel y Jédu Sagárnaga quienes establecen tres tipos de hachas basados en la tipología definida por el especialista de objetos metálicos en los Andes Eugen Friedrich Mayer.
En esta ponencia combinamos datos publicados e inéditos sobre la representación de objetos metálicos en el sur boliviano tomando en cuenta también estudios de esta temática por otros autores en la Argentina.
Nuestro estudio se publicará en el Boletín Nº 31 de la SIARB.
En esta oportunidad solamente podremos ofrecer una versión resumida.
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Las siguientes categorías de objetos aparecen representados en el arte rupestre:
- hachas = las figuras 1a-2f, 3a-5c,
- cuchillos = las figuras 6a-6k,
- una porra o maza = la figura 2g,
- figuras con anclas en ambos lados = las figuras 5d-5f,
- pectorales = las figuras 7a-7h,
- y brazales = las figuras 8a-8g.
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Las llamadas hachas con gancho se hallan difundidas en el NO argentino y el norte de Chile, se conoce también un ejemplar del territorio boliviano.
Según Mayer, las hachas con gancho pertenecen al período tardío (Desarrollos Regionales Tardíos o Intermedio Tardío) y al período incaico.
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Estas hachas tienen diferentes modalidades de enmangue.
Las especies con mango corto son incluidas por Juan Bautista Ambrosetti en su categoría de “cetros de mando”, Luis González habla de “hachas-cetros”.
La mayoría de los autores supone un uso ritual o ceremonial de estos objetos.
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Existen frecuentes representaciones de estas hachas en el arte rupestre del río San Juan del Oro.
Una roca en el sitio La Fragua presenta dos ejemplos de hachas decoradas con gancho, además otras dos hachas.
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En el sitio Manzanal se han representado un hacha con gancho con un mango mediano en manos de un personaje, mientras otro hombre presenta una pieza con mango corto
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Nuestro siguiente tipo de armas son las llamadas hachas planas o hachas T con hoja delgada.
Como en el caso anterior, Mayer indica una datación del período tardío del período incaico.
Supone un uso como arma ceremonial.
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En el arte rupestre del río San Juan del Oro aparecen representaciones que podrían corresponder a hachas planas o a hachas T con hoja delgada.
Las vemos en las figuras 2a-2f.
Sin embargo, los pocos detalles en el arte rupestre no permiten establecer una relación exacta con la tipología establecida por Mayer.
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Una roca de La Fragua presenta tres ejemplares con mango largo en manos de personas.
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Aquí una compilación de figuras antropomorfas en el arte rupestre, las que portan hachas o, en el caso de la figura h una especie de cuchillo.
En las figuras d, e, i notamos un mango extremadamente largo.
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Otro tipo de hachas posee a ambos lados dos o cuatro extensiones, las llamadas “aletas” o “apéndices laterales”, pueden ser muy cortas o pueden tener el mismo largo del talón en la parte superior del hacha; el talón y el filo tienden ser doblados.
Vemos las hachas con aletas en las figuras 300-305 de un libro de Mayer y un ejemplar en el museo de Tarija.
Estos objetos podrían haberse utilizado como armas u herramientas.
Mayer supone que la mayoría de estas armas corresponde al período Inka.
Aparecen en todo el territorio incaico,
la variante con cuatro aletas sobre todo en el área surandino.
Se encuentran en el NO argentino, en el norte de Chile y en Bolivia.
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Encontramos representaciones de hachas con aletas en varios sitios en la región de San Juan del Oro, por ejemplo en Casón Pampa, Depto. de Tarija.
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El llamado hacha-ancla posee una forma semicircular en su parte inferior, como podemos ver en estas ilustraciones de Mayer.
Se trata de un instrumento típico incaico, distribuido en todo el territorio de los Incas desde Ecuador hasta el NO argentino.
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Se lo representa entre los grabados de la región de San Juan del Oro, podemos ver este tipo en las figuras 5a, 5b y 5c.
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Aquí vemos un hacha-ancla y un cuchillo con mango y filo delgados en una colección particular en el pueblo de Teoponte, Depto. de La Paz.
A la izquierda un cuchillo en un museo de Bruselas, Bélgica.
Los llamados cuchillos se caracterizan por su filo punzante que puede tener una forma semicircular o más ovaloide.
Los cuchillos semicirculares con mango perpendicular a la hoja se llaman comúnmente tumis, diversos autores coinciden en que fueron utilizados como herramientas de corte.
Mayer presenta numerosos ejemplos del período Inka que en parte son decorados en el extremo del mango (los llamados cuchillos con “mango-vara” decorado); supone el uso para la matanza de animales y el corte del cadáver.
Hay cuchillos de mango ancho y otros de mango estrecho; el largo del mango es variable.
Existen diversas representaciones de este instrumento en el arte rupestre del sur de Bolivia. Aquí vemos dos ejemplos en los petroglifos de La Fragua.
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Mazas o porras en forma de estrella fueron encontradas en el NO de Argentina, en el sur de Bolivia y posiblemente en Chile.
Son típicas del período incaico.
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Aparecen en una cantidad de ilustraciones en la obra de Guamán Poma de Ayala, en el caso del cuadro del Inca Lloqui Yupanqui dos veces: coronando un largo palo que lleva como arma en su mano derecha y además en una vara detrás de un escudo.
En general, este objeto es interpretado como arma y también como símbolo.
En el arte rupestre del sur de Bolivia conocemos una sola representación de este tipo de arma en el sitio Sococha Molino.
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Las figuras con anclas o una forma semicircular en ambos lados ocurren en sitios de arte rupestre en el sur de Bolivia y en el NO argentino.
Aquí ejemplos en el sitio La Pintada.
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En una placa metálica de de Tiwanaku, que fue publicado por Posnansky, se puede observar un adorno con anclas a ambos lados en la frente del personaje.
En la Argentina se halló un adorno de oro del periodo Inka que presenta en sus extremidades cuatro pequeñas cabezas tiene en ambos lados una forma de ancla similar, cuya cabellera tiene una forma semilunar parecida a las llamadas anclas.
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El motivo vuelve a encontrarse en un panel de grabados rupestres de Texisca; aquí vemos en el centro un personaje en representación rudimentaria: notamos un cuerpo con dos piernas y pies, vestimenta rectangular decorada con una figura X, largo “cuello”, cabeza adornada por dos volutas y un tocado de cuatro líneas verticales; a su derecha aparece un hacha, conectado con el cuerpo por una línea horizontal. Encima de la vestimenta, una figura con anclas en ambos lados atraviesa el “cuello”.
Además en el mismo panel aparecen dos figuras antropomorfas aún más reducidas que consisten en cabezas adornadas y un “cuello” que termina abajo en la misma figura ancoriforme.
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Ahora tratamos los pectorales en forma de U o V, con base trapezoidal, triangular o rectangular.
Vemos el dibujo de un pectoral de oro de Tebenquiche, noroeste argentino, del periodo Formativo, y una foto de un colgante bimetálico encontrado en una tumba en la región de Tilcara que pertenecería al Período Medio o Tardío.
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Pablo Cruz y Anabella Martínez dieron a conocer pectorales en petroglifos de Jujuy, NO de Argentina.
Estas figuras con base trapezoidal y dos líneas hacia arriba en forma de U se relacionan con otras en forma de aves estilizadas en la región de Cangrejillas.
Por otro lado, las encontramos en un mural en la región de Atacama.
Se notan tres personajes con brazos levantados, uno de los cuales porta en su pecho un pectoral con base ovaloide y una doble U, mientras en la parte inferior aparecen dos figuras con base rectangular y líneas en forma de U.
Lautaro Núñez explica que tales personajes pertenecen al período de Desarrollo Regional (900-1450 d.C.).
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Aquí vemos ejemplos de Chosconti, Depto. de Potosí, y de Orozas, Depto. de Tarija.
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Finalmente tratamos los llamados “brazales” o “brazaletes”: presentan dos lados largos paralelos, mientras los lados cortos tienden a tener forma semicircular.
Su función era la decoración en el brazo de una persona; se encontraban en tumbas “sobre el brazo izquierdo del inhumado, y según se sabe un ejemplar por persona”.
Su distribución ocurre en el NO argentino, el norte chileno, además en Bolivia.
En la Argentina hay indicios de su uso desde el Período Medio hasta el tiempo incaico.
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Encontramos siete ejemplos grabados en una roca de La Fragua.
Conclusiones
En esta ponencia hemos presentado objetos metálicos muy diversos y su representación en el arte rupestre.
El contexto de los motivos de arte rupestre de la región del río San Juan del Oro nos muestra que gran parte de estas manifestaciones pertenecen a los Desarrollos Regionales Tardíos y/o al Período Inka como, por ejemplo, figuras antropomorfas vestidas con una larga túnica (uncu) decorada levantando un hacha, en un caso también portando un escudo; además figuras antropomorfas con arco y flecha o escenas de coito, que también existen en la Argentina y que claramente pertenecen a los últimos períodos prehispánicos.
Tomando en cuenta el material metálico – bronce, a veces inclusive oro –a diferencia de otros utensilios de piedra o material vegetal, se puede inferir el alto valor de esos objetos y su uso para un grupo restringido de personas.
Ya en nuestro estudio anterior de la representación de hachas en el área centro sur andina concluimos que tales armas fueron más objetos ceremoniales, símbolos de poder y estatus que armas utilizadas en situaciones de conflicto.
Concordamos con el criterio de Mayer quien escribe respecto a las armas de metal analizadas en su obra:
“si nos fijamos bien, nos damos cuenta de su escasa utilidad como arma.
Las hachas-T procedentes en gran cantidad de San Pedro de Atacama, sin adornos, pero cuidadosamente trabajadas, en su mayoría carecen de filo.
Hachas-T decorados con gancho muestran una hoja extremadamente fina… En estos casos (como en el caso de los ‘cetros’ …) debe tratarse de insignias, respectivamente armas ceremoniales”
También el hecho de que en algunas escenas se muestran personajes portando un hacha con un mango sumamente largo parece indicar que este objeto llamativo no se presta para un combate, más bien parece tratarse de un símbolo en un acto o rito especial, como una bandera llevada hoy en día en un desfile cívico.